Hasta ahora eran muchas las familias que habían convertido su pequeño balcón en un trastero improvisado donde se iban acumulando cajas, bicis, macetas... Eran los grandes olvidados de las casas, pero ahora se han convertido en los espacios más cotizados. En estos días en los que toca quedarse confinados, quien tiene un balcón o una terraza tiene un tesoro, así que es el momento de sacarles el máximo partido.

Un balcón puede tener muchas vidas y convertirse, según el momento del día, en diferentes espacios: un rincón de lectura, una zona de picnic o donde celebrar una merendola; también puede ser un pequeño jardín si se tienen plantas, o una zona para pintar, lugar de recreo o esparcimiento para los niños. Los amantes del deporte también pueden encontrar aquí un lugar idóneo para hacer estiramientos, yoga, pilates o bici, por ejemplo.

Además, estos días de confinamiento han surgido iniciativas de lo más creativas como #DesdeMiVentana, que invita a los niños a colgar dibujos en sus ventanas para que se sientan acompañados cuando vean los de otros niños.

Sea como sea, las terrazas dan la posibilidad de asomarse al mundo exterior, un verdadero lujo estos días, y permiten disfrutar de momentos al aire libre. Para sacarles el máximo partido, la firma Ikea ofrece una serie de consejos:

* Puesta a punto. El primer paso para poder disfrutar de la terraza es hacerle una puesta a punto. Ahora que tenemos más tiempo es hora de ponernos manos a la obra para transformar estos pequeños espacios exteriores y devolverles todo su esplendor. Para empezar, hay que despejar el lugar de todos los trastos y limpiar a fondo suelos, baldosas, barandillas, paredes y puertas. También hay que esmerarse en limpiar los muebles que haya (mesitas, sillas, estanterías...) ya que no es momento de salir de compras. Si son muebles de madera y esta se ve desgastada, lo primero es lijarla y darle barniz, para que vuelva a lucir como nueva.

Otro capítulo importante son las fundas o cojines para el mobiliario. Hay que lavarlas (si no lo hicimos al final de la anterior temporada) y plancharlas para devolverles su belleza original, así como comprobar la situación de sus rellenos.

Tampoco hay que olvidarse de las sombrillas. Para limpiarlas, se puede utilizar la aspiradora para eliminar el polvo y después frotarlas con un cepillo, agua y jabón neutro. Para aclararlas, basta con agua abundante (se puede hacer en la ducha o en la bañera) y, si se puede, dejarlas secar al sol.

* Un toque verde. Quienes tengan plantas decorativas, es el momento de prestarles atención y podarlas, limpiar sus hojas, trasplantar, etc. A la hora de recolocarlas, el truco está en pensar en vertical, y por ejemplo se puede usar una estantería con macetas o una celosía en la que crezca una enredadera. Una terraza con plantas transmite una sensación de naturaleza que, especialmente en una ciudad, no tiene precio.

* Muebles que salen al exterior. La mayoría de las casas en las que el balcón o terraza se había convertido en un trastero improvisado seguramente no dispongan de mobiliario de exterior, pero esta circunstancia no debe ser una barrera para disfrutar de ratos al aire libre. Basta con sacar algunos muebles del interior fuera y crear un espacio improvisado para todos. Los muebles de ratán, por ejemplo, son perfectos para esta salida provisional a la calle. Otras opciones son sacar las sillas del comedor, un puff, unos cojines...

* Comidas al aire libre. Ahora que no podemos salir a los bares ni disfrutar del terraceo, también se puede jugar con la imaginación y organizar una comida o un pequeño picnic al aire libre. Puede ser una idea genial para romper con la rutina y disfrutar de un rato relajado y divertido. Si hay sitio suficiente para colocar una pequeña mesa, perfecto. Si no, basta con colocar un mantel en el suelo y unos cojines. En cuanto a la comida, cada cual puede encargarse de una tarea, pero las propuestas de exterior son las clásicas: ensaladas, una empanada, tostadas, embutidos, brochetas de frutas, limonadas y refrescos...