Más de 150 años han pasado desde que Louisa May Alcott escribiese Mujercitas, el libro que narraba la historia de Jo, Meg, Amy y Beth March, cuatro hermanas que hoy día son referentes para muchas mujeres. Y versionado de miles de formas distintas a través de diversos países y épocas diferentes, la novela salta de nuevo a la gran pantalla de la mano de Greta Gerwig (Lady Bird), que ha insuflado al clásico un aire más combativo y feminista. El largometraje, que acaba de estrenarse en las salas de cine, cuenta con dos nominaciones a los Globos de Oro mejor actriz drama (Saoirse Ronan) y música y está considerado como uno de los mejores títulos de este 2019 para el American Film Institute.

Una historia que a ojos de la directora del filme, Grega Gerwig, continúa más que vigente: "Los temas que trata el libro son el dinero, el arte, la ambición y la creación, y la forma en la que esto interactúa con el hecho de ser mujer. Y son las mismas cuestiones que están en el debate ahora mismo de manera tan intensa".

El relato cuenta la historia de Jo, Meg, Amy y Beth March, cuatro hermanas que llegan a la mayoría de edad en los Estados Unidos después de la Guerra de Secesión. Eso sí, la protagonista y aspirante a escritora que rechaza la idea del matrimonio, Jo, es más desafiante ahora que nunca. "Es una chica con nombre de chico que quiere escribir y es ambiciosa y está enfadada, tiene tantas cosas con las que nos identificamos...", recuerda Gerwig, que eligió a la actriz Saoirse Ronan como protagonista y encargada de dar vida al rebelde personaje. Precisamente junto a ella rodó su ópera prima Lady Bird, película con la que sorprendieron a tanto a crítica como público en 2017.

Al reparto se añaden Emma Watson, Meryl Streep, Laura Dern, Florence Pugh, Eliza Scanlen, Chris Cooper, Louis Garrel y otra de las estrellas emergentes de Hollywood, Timothée Chalamet, que también trabajó en Lady Bird. "Durante el casting, Greta buscaba personas con alma en las que brillase la empatía, creo que necesitamos más de eso", recuerda Chalamet, que en esta ocasión da un paso al lado y cede el protagonismo a las mujeres.

Movimiento 'MeToo' Quizá resulta llamativo que esta nueva adaptación es un proyecto de las productoras Amy Pascal, Denise Di Novi y Robin Swicord, quienes ya en 1994 trabajaron en la versión de Winona Ryder. ¿Por qué entonces embarcarse en una nueva adaptación de Mujercitas? Por el MeToo. Y es que según cuentan, a raíz del huracán que causó el movimiento feminista en la meca del cine, decidieron que era el momento para recuperar la historia, ya que "as mujeres están hablando más que nunca sobre sus elecciones y sobre cómo quieren ser", opina Pascal.

Un debate contemporáneo, pero que en el filme se desarrolla en el siglo XIX, estética que Gerwig ha buscado recrear inspirada en cuadros de la época, desde los impresionistas europeos al americano Winslow Homer. El vestuario fue otro de los puntos claves a trabajar y la directora, junto a la diseñadora Jacqueline Durran (Orgullo y Prejuicio, Anna Karenina) investigaron diferentes colecciones de fotografías victorianas, como el trabajo de Julia Margaret Cameron, la maestra fotógrafa del siglo XIX.

Un trabajo en el que Gerwig se ha implicado especialmente en todos los campos ya que no esconde que este proyecto ha tenido un significado personal para ella por lo que significó su obra. Así, además la película está llena de guiños a la autora del libro, Louisa May Alcott, de quien alaba su valentía y la convicción con la que vivió según sus ideales, y su libro "que permitió a muchas mujeres ser valientes".