Darío Grandinetti sigue intentando que su personaje en Hierro, Díaz, salga de la oscuridad en la que se encuentra y resuelva todas sus cuentas con la justicia. Es el eterno sospechoso de todo lo malo que ocurre en la isla. El actor argentino vive a caballo entre su país y España. Trabajo, familia y amor le dividen el corazón y el tiempo entre un lugar y otro. Desde casi cinco años es la pareja sentimental de Pastora Vega, aunque sea un tema que no toca en las entrevistas. Ahora está centrado en la promoción de la segunda temporada de Hierro, serie que Movistar+, aunque aún no está confirmado definitivamente, tiene previsto estrenar el 19 de febrero.

La historia de Hierro

Siempre esperas que guste, pero nunca sabes hasta dónde va a llegar un proyecto. Supongo que todos trabajamos mucho para que las historias lleguen a la gente, pero no siempre se consigue. Influyen muchos factores para que una serie pueda convertirse en un éxito o se quede en un fracaso. En este caso podemos decir: Sí, lo hemos conseguido. Y aquí estamos ahora, hablando de la segunda temporada.

¿Va a seguir siendo el malo, el hombre oscuro?

Soy el eterno sospechoso, el hombre que siempre está en duda. No sé si Díaz es malo, malo, pero tampoco es un hombre de luz. Pienso que tampoco era tan malo en la primera temporada, aunque sea cierto que no era trigo limpio. Me parece que lo bueno que tiene mi personaje es que es un malo que atrae.

¿Y dónde está el atractivo de un hombre tan oscuro?

En que tiene cierta honestidad, ciertos códigos que no rompe y que son muy atractivos para un personaje que en absoluto es lineal. El espectador no ve en Díaz a un hombre bueno, recto y que mantiene el tipo durante toda la historia.

¿No le gusta ser el bueno?

No siempre. Por lo general, los héroes de la televisión me resultan muy lineales, de un solo color. Prefiero que mis personajes tengan muchos matices, que cambien, que sufran, que hieran, que se arrepientan€

Una montaña rusa de sentimientos y actitudes, ¿no?

Sí, y es lo que le convierte en un personaje muy rico, un personaje con colores diferentes.

¿Confiaba cuando leyó el guion en que se pudieran hacer dos temporadas?

Sí. Sabíamos que esto iba ocurrir. Incluso hubo un momento en el que se habló de segunda y tercera temporada. Parece que no va a haber tercera, y si la tienen prevista aún no lo han dicho. La primera temporada funcionó muy bien en cuanto se estrenó. De hecho, el equipo ahora ha estado formado por la mayor parte de la gente que trabajó en la primera temporada, y los que no están es porque tenían otros compromisos.

A estas alturas no habrá un rincón en la isla de El Hierro que usted no conozca.

Más o menos. Es un lugar increíble en el que he conseguido conocerme todos los atajos para llegar más rápido al rodaje. Cambia mucho en muy poco espacio, el clima y el paisaje son cambiantes. Durante el tiempo que han durado los rodajes de Hierro la isla me ha tenido muy deslumbrado.

¿Y qué ha hecho entre esta temporada y la primera?

Pues llegó la pandemia y lo cambió todo. Antes de que todo se parara hice una película en Galicia y una serie en Argentina. Por suerte, trabajo bastante. En abril me vuelvo a Argentina para hacer más televisión y se están acomodando algunos proyectos que se iban a haber hecho en 2020, pero con todo lo que ha pasado se han ido retrasando y parece que ahora hay más posibilidades de sacarlos adelante.

Un año complicado también para usted, como para casi todos.

2020 fue un año en el que por un motivo u otro nos fue mal a todos. Aun así, yo he tenido la suerte de poder seguir trabajando. He hecho esta segunda temporada de la serie y acabo de terminar una coproducción de cine entre Argentina y Brasil. En 2020 pude hacer dos cosas en un año muy difícil. Creo que esto mejorará, y ojalá sea rápidamente. Confío mucho en las vacunas, y aunque ahora parece que no se están poniendo de forma rápida, pronto la vacunación cogerá la velocidad de crucero que necesita y saldremos de esta.

Le veo confiado.

No queda otro remedio que estar esperanzado, porque si no lo estás te hundes. A medida de que la producción de vacunas sea más grande, todo avanzará. Espero que sea en todo el mundo y se elimine la desigualdad, al menos en la vacunación. Hay países que han comprado para cuatro poblaciones y otros no tienen nada porque son pobres. Se tendrían que poner de acuerdo los líderes mundiales.

Entre viaje y viaje, ¿dónde está su casa?

En muchos sitios. Tengo una casa en Rosario (Argentina), mi ciudad. Mi residencia fiscal, que supongo que es la que a algunos les importa, está en mi país, pero es cierto que vengo mucho a España. En 2020 estuve nueves meses acá. Entre empezar la serie, retomarla y pasar el fin de año aquí, puedo decir que casi todo el año pasado me lo pasé en España. Volveré en abril a Argentina y creo que regresaré en julio. No son solo motivos profesionales los que me atan aquí, también están los personales y familiares.

Cuando está allí echará de menos algunas cosas de España y viceversa.

Hay costumbres de cotidianidad de España que echo de menos cuando estoy en Argentina. De allí echo de menos a mi familia, porque hay parte de ella que está allá. Tengo una hija que vive en Buenos Aires, y otros dos hijos viven en Madrid, con lo que tengo el corazón partido y repartido. Mi madre, mis hermanos y muchos amigos también andan por allá, pero me gusta el encuentro con mis amigos aquí, las citas que tenemos en los bares y que me encantan, alguna comida, el vermut, una cerveza, una charla€ Son esas pequeñas cosas de acá y de allá que parecen mínimas, pero que son la vida en sí, que están en tu cultura, y que cuando no las tienes las echas en falta.

¿Es cierto que iba usted para futbolista?

Cuando era joven era lo único que me importaba en realidad. Fue un momento de mi vida y no quería saber nada de ninguna otra cosa.

Pues el fútbol es mucho más rentable que ser actor...

No creas. Sabemos de cuatro o cinco que ganan mucho dinero, pero hay otros, sobre todo en Sudamérica, que apenas ganan para vivir más o menos bien, y son muchos. A partir de los treinta y pocos años eso se acaba y no saben qué hacer con sus vidas. Eso es como pensar que como hay algunos actores que en Hollywood cobran millones de dólares, todos los demás actores los ganamos. También hay periodistas que ganan mucho dinero, y...

¿Echa de menos el fútbol?

Es un deporte que me gusta y no se me daba mal, pero nunca me sentí frustrado. Dejarlo fue una decisión que tomé en un momento dado y de la que no me arrepiento. Mi vida como actor ha sido muy rica y me ha dado muchas cosas.

¿Esta segunda temporada de Hierro

Esta vez ha sido en dos partes. Comenzamos a grabar la temporada en febrero, pero en marzo, cuando empezó el confinamiento, tuvimos que parar el rodaje y cada uno hizo lo que mejor le venía. Yo me fui a Madrid, pero algunos compañeros se quedaron en la isla. En junio retomamos la serie y ahí sí que estuvimos hasta que terminamos de grabar.

¿No le resultó claustrofóbico no salir de allí entre junio y agosto?

No para mí, no sufrí ninguna sensación de claustrofobia. No sé si podría vivir en un lugar así. Es maravilloso, pero no sé si aguantaría de continuo, aunque estar tres meses en El Hierro ha sido agradable. Es una isla muy recomendable.

PersonalEdad

: 61 años.

Lugar de nacimiento: Rosario (Argentina).

Familia: Ha estado casado dos veces. Su pareja actual es Pastora Vega.

Trayectoria: Lleva 40 años metiéndose en la vida de sus personajes. Comenzó en 1980 en su país, en una serie de televisión, no ha parado desde entonces y su currículo es largo para hacer un resumen de su presencia en cine, televisión y teatro.

España: Confiesa que la película que rodó hace veinte años con Pedro Almodóvar, Hable con ella, le cambió la vida. Fue el proyecto que le abrió las puertas y amplió sus posibilidades de trabajo. Ahora lo hace entre Argentina y España. El 19 de febrero, Movistar+ estrenará la segunda temporada de Hierro.