En el plazo de dos a cuatro años, 20.000 toneladas de los materiales que componen las palas eólicas van a reciclarse de manera anual para que regresen al mercado transformados en otros productos. “Esta realidad va a surgir de manera repentina y rápida. Por ese motivo vamos a necesitar más plantas de reciclaje de palas”, dijo ayer Luis Sanz, gerente de Energy Loop, empresa que va a instalar una factoría de este tipo en Cortes.
Participó en la segunda mesa redonda del Foro Hiria, que en esta ocasión abordó la Economía Circular. La oportunidad del presente. Susana Aldaz, coordinadora del Área de Economía Circular de GAN-NIK e integrante del equipo de coordinación de Navarra Zirkular, moderó este coloquio con la participación de otras tres personas empresarias: Ana Martínez, CEO y confundadora de AlmoTech –dedicada a convertir aceite usado doméstico en jabón de diferentes tipos–; Simón Roda, CEO de Solidus Solutions –papelera San Andrés de Villava que recicla 140.000 toneladas de cartón–; y Leire Iribarren, cofundadora de Basoa Suites Lizaso –un alojamiento turístico en el Valle de Ultzama, formado por siete casas de madera construidas sobre los árboles–.
Materiales de alto valor
Luis Sanz, gerente de Energy Loop, explicó que la planta va a extraer los materiales de alto valor de las palas eólicas para posteriormente transformarlos en otros productos que puedan utilizarse en sectores diversos, como en paneles de construcción, en mobiliarios urbanos, en arquetas, tabiques o cerámica. “Son componentes fácilmente utilizables para las industrias, y trabajamos para lograr acuerdos con empresas para su uso. Con algunas ya hemos alcanzado pactos”, adelantó Luis Sanz, durante su intervención.
El director de Energy Loop, impulsada por Iberdrola y FCC, contó que previsiblemente a partir de 2025 se prohíba depositar en los vertederos las palas de aerogeneradores, un hito importante para impulsar esta nueva actividad, que recién comienza en Navarra y en el resto del Estado. “Esto provocará una producción repentina y rápida de estos materiales. El sector calcula que en el plazo de entre dos y cuatro años, 20.000 toneladas anuales van a tener que tratarse”, repitió. Por eso, “tiene que haber más plantas capaces de valorizar este residuo”, reiteró.
El centro de Cortes es “un proyecto de seguimiento tecnológico”, definió en línea con ese cambio de modelo productivo y de consumo en el que trabaja Navarra. Luis Sanz agradeció la implicación del Gobierno foral para que este proyecto se desarrolle en la Comunidad, exactamente en la Ribera. “El sector va a seguir generando más ideas tecnológicas y fomentará la colaboración con empresas”, destacó.
A unos 120 kilómetros de Cortes se sitúa Villava-Atarrabia, localidad en la que la papelera Solidus San Andrés recicla 140.000 toneladas de cartón. Su CEO, Simón Roda, recalcó en varias ocasiones durante sus intervenciones que realizan esta actividad en esta villa. Subrayó que el concepto de economía circular lo llevan en su ADN desde hace 75 años. “En Ibiricu-Egüés transformamos el cartón reciclado en envases sostenibles. La economía circular nos va a dar muchas oportunidades ahora”, manifestó.
La tecnología
Sin embargo, recordó que “reciclar no resulta barato” para competir con otros materiales en el mercado como el plástico. Consideró que esta situación se resuelve mediante innovación y tecnología, y el cambio de hábitos de los consumidores. Anunció que en breve la empresa va a lanzar un centro de desarrollo, con un equipo de profesionales, para lograr nuevos productos biodegrables y sostenibles. Así indicó que el impuesto sobre el plástico tampoco les hace ganar mucha competitividad.
Simón Roda reiteró que “el cliente final debe consumir de manera sostenible” para que su actividad mejore en rentabilidad. “Algunos colectivos, como el de veganos, comprenden el mensaje y reclaman este tipo de envases”, remarcó. Aunque también añadió que “el mercado se ha abierto y hay empresas que escuchan como las del sector agroalimentario”.
El director general de papelera San Andrés resaltó que su compañía dispone de una “planta de cogeneración eficiente” y que desde “hace tres años cubrieron los tejados con placas solares”. Actualmente entre el 25% y el 30% de la energía procede del autoconsumo, y la empresa trabaja en una “huerta solar para llegar al 100%”.
A unos 21 kilómetros de Villava-Atarrabia se encuentra la localidad de Lizaso, en el Valle de Ultzama. Allá Leire Iribarren hizo realidad su idea de negocio. La confundadora de Basoa Suites, un alojamiento turístico formado por siete casas de madera construidas sobre los árboles, detalló esta iniciativa. “De forma deliberada decidimos ofrecer un establecimiento de pequeñas dimensiones en base a nuestros valores de sostenibilidad”, dijo.
Otra visión del lujo
Los inmuebles no cuentan con electricidad ni agua corriente para evitar introducir tuberías e instalaciones en los árboles, algo que también favorece el ahorro energético. “Las habitaciones no se quedan sin esos servicios y lo solventamos con lámparas que se recargan, con agua potable en jarras y con un baño seco, que usa serrín en sustitución de la cisterna de agua. Los clientes se sorprenden al comprobar que hace falta poco para vivir una experiencia de lujo”, aclaró.
Además potencian el consumo de producto local y sostenible. “Contamos con huerta y gallinas”, puntualizó. Y promocionan la artesanía de esa zona, como el queso y la miel. También colaboran con agentes del valle, como la asociación turística, el ayuntamiento y otros colaboradores. “En estos momentos trabajamos de manera conjunta para recuperar los caminos y favorecer el uso del transporte público y bicicletas”, especificó. Y entre sus retos, Iribarren apuntó la independencia energética mediante la colocación de placas solares. “Ya hemos instalado y se nota”, avanzó. Y por otro lado, valorizar los residuos. “Hemos puesto un proyecto en marcha, intentar que los residuos del baño seco se destinen como compostaje para plantar flores”, anunció. “Estamos en proceso de experimentación, y necesitamos la colaboración de entidades y de técnicos porque carecemos de conocimiento en el ámbito del compost”, aclaró.
Si esta iniciativa de Basoa Suites resulta incipiente, Ana Martínez, confundadora de AlmoTech lleva cuatro años trabajando en el diseño y desarrollo de una tecnología para valorizar aceite usado en origen para diferentes ámbitos (hogar, hostelería, colectividades y puntos limpios).
Emprendimiento verde
“Es un emprendimiento verde que contó con el apoyo de Cein. Proponemos que la ciudadanía pueda convertir el aceite que usa para freír la croqueta en un jabón para lavar la ropa. Es posible porque esto es ciencia, y quitamos las impurezas igual que un gestor de residuos”, ejemplificó. Su propuesta introduce de manera “simpática, intuitiva y fácil” la circularidad en cualquier vivienda. Han fabricado un pequeño electrodoméstico, llamado Yenxa, que transforma aceite usado en jabón de diferentes usos mediante un kit de cápsulas biodegradables. “Solo reciclamos un 10% del aceite consumido, y en España vertimos 120 millones de litros por la fregadera con el consiguiente impacto negativo en los sistemas acuáticos y la biodiversidad”, relató. Este aparato se encuentra en fase de industrialización y prevé la fecha de lanzamiento al mercado este año. “Contamos con el apoyo de inversiones en base a criterios de sostenibiliadd”, indicó.
“Nuestro propio ADN ha cuidado hasta el ecodiseño del electrodomético para que todas las piezas puedan repararse, con una garantía de tres años”, explicó a los asistentes al foro. “Parte del retraso del lanzamiento del producto se ha debido al contexto geopolítico, pero por coherencia vamos a sacrificar margen de beneficio y AlmoTech va a desarrollar el proyecto aquí”, reiteró.
Ana Martínez señaló que su empresa quiere trasladar esta tecnología a otros ámbitos, y potenciar el reciclaje de aceite en puntos limpios con el modelo de recompensa, aunque para ello debe contactar con entidades locales.
En definitiva, empresas comprometidas con el apoyo de Navarra Zirkular.
