Como parece que todas las demasías están dichas y redichas, los amanuenses buscan modos de versionarlas a ver si cuela y parecen otros. Pero no. El menú de hoy es el mismo de todos estos días de constitucionalazo. Se agradece en todo caso el intento de una cabecera por vendernos la moto vijea como si acabara de salir de la cadena de montaje.

Esa cabecera es La Razón, que acaba descubrir las maniobras orquestales de los Fumanchús de Moncloa para quitarse virtualmen de en medio al Mesías de Génova. Se van a cargar a Feijóo a base de ir lanzando chismes, según se lee en la apertura de primera a todo trapo: “El Gobierno lanza un plan de ataques personales contra Feijóo”. Uno de los sumarios explica en modus operandi: “Ministros y asesores usan almuerzos y reuniones con el poder económico para descalificar al líder del PP”. ¿Datos que documenten las afirmaciones? Como siempre, ninguno.

Se diría que el planteamiento es de un victimismo que huele a millas. Pero no, según el editorialista del diario azulón, es Sánchez en que usa “El victimismo, como argumento político”. Aquí les va la argumentación o así: “Que al inquilino de La Moncloa le haya contrariado la decisión del Tribunal de Garantías es completamente lógico, más aún si tenemos en cuenta el exigente calendario legislativo que se ha autoimpuesto el Ejecutivo que preside con la mira puesta en las cercanas elecciones municipales y autonómicas, pero, dado el juego de mayorías existente, parece fuera de lugar ese recurso al victimismo que impregna todas las intervenciones gubernamentales, como si una conspiración fantasmal buscara, nada menos, que la destrucción de la democracia española con la complicidad de unos jueces con el mandato «caducado»”.

El cada vez más caricatura de sí mismo Juan Carlos Girauta se abona en ABC a la teoría del puro teatro de su multidespreciado presidente español: “Dada la cantidad de perfiles que le hemos visto construir, lo del lunes fue una cosa menor. Tono quedo de abusón cogido con las manos en la masa, hipócrita hasta la medula, y esa cara que pone cuando quiere parecer normal y no el déspota que es, dispuesto a abrirse paso a dentelladas. El mecanismo es bastante simple, al fin y al cabo solo tiene dos registros. La mitad de los asistentes a los premios Goya solo tienen un registro y ahí están, viviendo o malviviendo de ello y celebrando sus Oscar de todo a cien”. (¿Qué tendrán que los de los Goya? Cómo son las obsesiones).

"Cuando Sánchez tiene enfrente a Feijóo le nace una pulsión pendenciera como de macarra de suburbio"

Jorge Bustos (El Mundo)

Jorge Bustos (El Mundo) introduce también las capacidades interpretativas de Sánchez en su crónica de la sesión de ayer en el Senado. Por lo que dice el escribidor, cuando el presidente ve al gallego, se hincha la carótida: “En la alocución presidencial del martes pareció rebajar el tono y acatar la senda de la ley, pero cuando tiene enfrente a Feijóo le nace una pulsión pendenciera como de macarra de suburbio que contrasta graciosamente con su húmeda sumisión ante don Gabriel Rufián, al que solo le falta la fusta y la capucha sado cuando se dirige al presidente. En todo caso el líder del PP ha decidido no bajar al barro propuesto por su oponente, que le provoca riéndose del destino de Casado como un aviso a su sucesor”.

"Lo único eficaz sería que Don Felipe felicitara las fiestas a los españoles y rompiera ante las cámaras su discurso sin leerlo, dando paso a Los Morancos "

Eduardo Álvarez (El Mundo)

Unas páginas más allá en el diario de Unedisa nos encontramos muy preocupado al columnero requetemonárquico Eduardo Álvarez. El hombre se hace cruces sobre el marrón que tiene Felipe VI de cara al mensaje de pasado mañana. Y acaba haciendo una sugerencia chistosa que, por una vez y sin que sirva de precedente, suscribo: “Quizá este año lo único eficaz fuera que Don Felipe felicitara las fiestas a los españoles y rompiera ante las cámaras su discurso sin leerlo, dando paso a Los Morancos o a quien sea. Porque por desgracia ni siquiera puede imitar a la fallecida Isabel II y dedicar su Mensaje de Navidad a hablar de la familia”.

Toca volver a subir el tono. El estrambótico Miquel Giménez vuelve a estar con acidez de estómago y nos suelta la bilis a modo de reflujo en su pieza de Vozpópuli: “Cualquier otro país estaría ardiendo por los cuatro costados ante el sin Dios que vivimos, con un gobierno empeñado en desobedecer la ley y a sus garantes, con un gobierno que favorece a la delincuencia política, golpista, terrorista, social, un gobierno que lo que pretende es derrocar a la Corona, abolir la constitución, desmembrar a España y encarcelar a cualquiera que se oponga a sus designios. ¿Les parece exagerado? Pues es lo que hicieron los Largo Caballero de turno, esos dirigentes que Sánchez alaba en público”.

Tocada por las mismas fiebres altas, Carmen Cordón describe en El Debate el mismo o parecido panorama apocalíptico: “Mientras tanto, el golpe de Estado no es delito; la malversación (llevarse la pasta de nuestros impuestos para pagar campañas, fiestas y socios poderosos que les perpetúen en el poder) tampoco; los jueces son mis amiguetes que aquí mando yo y la ley es lo que yo diga, y los presos de ETA a cenar en casita en Nochebuena tras ser homenajeados en sus pueblos con el etarra Otegi chuleándose de marcar la agenda política de España”.

"Un padre serio, no importa si es periodista, comercial o barrendero, tendría que educar a su hijo en la reverencia al patrón"

Salvador Sostres (ABC)

No seguimos más por ahí. Les cierro la cosecha del día con algo que no tiene nada que ver. A saber, la descuajeringante propuesta de Salvador Sostres (ABC) para que en las empresas se hagan besamanos navideños a los dueños. Lo dice en serio, se lo juro: “Un padre serio, no importa si es periodista, comercial o barrendero, tendría que educar a su hijo en la reverencia al patrón. Filas de familias agradecidas tendrían que colapsar los despachos de jefes y dueños para celebrarlos y ofrendarlos por su resistencia, por continuar mandando en un mundo y una España donde la mayoría prefiere ser oveja funcionaria o siervo gregario”. Ya están tardando en ir a hacer cola a la planta noble de su curro.