El jugador de Osasuna, Kike Barja, dijo que ante el Athletic Club, en las semifinales de la Copa del Rey, deberán "competir, ser ambiciosos" y no empequeñecerse con la misión de devolver al conjunto navarro a la final del torneo del KO 18 años después. "Va a ser uno de los partidos más grandes que voy a vivir. Luchar por meterte en una final, algo que para Osasuna es histórico, creo que es un sueño", señaló a EFE sobre el "especial e ilusionante" cruce de semifinales de Copa del Rey frente al Athletic, un adversario con el que se guarda "rivalidad".

El canterano de 25 años traslada el ambiente del vestuario: "Somos ambiciosos y competitivos. Sabemos que se puede dar. Aspiramos a llegar a la final, sin duda, pero sabemos que la Copa es una competición que gusta al Athletic. Tenemos nuestras opciones e iremos a por ellas". El de Noáin piensa que Osasuna debe hacer "partidos muy completos" para estar más cerca de ganar, algo que la diferencia de los grandes equipos, cuyas individualidades y calidad técnica les pueden resolver un choque.

"Me levanté a las 9 y desayuné con mi madre. A las 13:00 horas fui a El Sadar con Moncayola para después ir al hotel de concentración y comer. A la hora de la merienda empezaron los nervios por la importancia y repercusión del mismo", recuerda sobre el partido ante el Sevilla de cuartos de final. "La rutina fue muy parecida, pero en el calentamiento se notó que era un partido diferente. La gente vino con mucho tiempo y se creó un clima especial", explica acerca de los momentos previos que dieron lugar a una primera mitad en la que los sevillistas dominaron a Osasuna, diferencia que con el paso de los minutos fueron mitigando.

Con el gol de En-Nesyri en el minuto 94, Barja se esperó lo peor: "Llevábamos sufriendo 10 minutos y ellos iban hacia arriba. Con el gol, la sensación del equipo fue de dudas. Se crecieron y nos dio la sensación de que la prórroga se podía hacer cuesta arriba". Tras 120 minutos de tensión, Osasuna vivió "una liberación, un momento de éxtasis después de volver a semis después de 18 años". "Creo que fue muy épico", añadió.

Recuerda que durmió "poco" tras la adrenalina generada: "Me dormí a las 5 de la mañana. Después de llegar a casa, me tomé un par de cervezas con Monca mientras vimos repetido el partido. Volvimos a celebrar los goles". Pone como punto de inflexión el partido de octavos contra el Betis: "Te toca el vigente campeón en su estadio. Fue una motivación. Conseguir el pase en la forma que fue, remontando dos veces, ganando en penaltis... ese día marcó nuestra mentalidad en Copa".

"Estamos llegando a nuestro techo. Si somos objetivos y realistas, pensar en ese quinto a sexto puesto está más alejado de nuestra realidad, pero no quiero decir que no podamos pelear por ello. Estamos donde debemos estar", comenta sobre los objetivos de un equipo que ha dado un salto "cualitativo" con llegadas como las de Moi Gómez, Abde o Peña. "Me gustaría que tuviéramos la ambición de pelear por esa séptima plaza. Si nos da para más, ojalá, pero si no, también habrá sido una buena temporada", añade.

Debutó en El Sadar hace cinco años en Segunda frente al Valladolid y, tras un periodo de aprendizaje, el extremo piensa que ahora es un jugador "más completo, que entiende mejor el fútbol y que decide mejor, cosas que se van adquiriendo con la experiencia".

"El progreso del club es significativo. En Sabadell fue el resurgir del equipo. No volverse locos con fichajes, mantener un bloque compacto, ir pagando la deuda y no caer en excesos. Eso se ve en que a día de hoy el club está más saneado", dice sobre el cambio producido en la entidad que ha dado lugar a un proyecto "sólido y estable".

Este curso, Barja disputó tan solo un minuto entre la jornada 4 y la 10, circunstancia a la que tuvo que hacer frente: "Evidentemente no lo pasas bien. Es un deporte de equipo e intento relativizar, pero es verdad que el jugador quiere participar y ser protagonista. Esa época fue dura. En cambio, este mes ha sido bueno en ese aspecto". En el osasunismo existen dos corrientes marcadas, el 'kikebarjismo' y el 'abdismo', en referencia al jugador marroquí, rivalidad a la que el navarro se encarga de quitar hierro: "Lo entiendo y lo respeto, pero lo bueno para el equipo es que estemos a un gran nivel. Esa competencia es buena para el grupo".

"Tengo muy buena relación con él. El otro día estábamos hablando en una comida y me hizo mucha ilusión que me agradeciese cómo le he tratado en momentos en los que yo no jugaba. Ha visto que le animaba y le apoyaba. Nuestra relación no va a cambiar porque uno juegue más minutos que otro", relata sobre la amistad con el futbolista marroquí con el que comparte posición. "Somos perfectamente complementarios", dice sobre la posibilidad de jugar a la vez.

Destaca con orgullo la figura de Pablo Ibáñez: "A pesar de que a lo mejor ha llegado un poco tarde a la élite tiene un nivel muy alto. Entiende a la perfección el juego, tiene llegada, disparo fuera del área, polivalencia... es muy completo. Hace equipo, ha jugado poco y no se le puede reprochar nada ni un solo día".

"Tenemos margen para centrarnos exclusivamente en la liga. Cuando se vaya acercando ya nos enfocaremos, pero vivimos de la liga y nuestro objetivo es conseguir los 40 puntos lo antes posible para después aspirar a lo que podamos", señala sobre el tiempo de espera para el primer partido ante los bilbaínos. Del gran momento que atraviesa Osasuna, en octava posición en LaLiga, Barja hace un llamamiento a la calma: "Sabemos cuál es nuestra realidad. Están saliendo bien las cosas en los últimos tiempos, pero nuestro objetivo es conseguir la permanencia".