“Quería hacer un cartel que pellizcara el corazón de la gente de Iruña”, explica. Y lo ha conseguido, porque Gaiteros va directamente a la parte más nuestra de la fiesta, al primer momento después del Chupinazo, cuando suenan las gaitas, se abre ese agujero negro en medio de la plaza Consistorial y la emoción se desborda. Un cartel íntimo, que llega a los de aquí, y que, quizá por eso, se ha llevado 3.333 de sus votos, el 33,3%, en una edición récord de participación, solo superada por la de 2019.
Pero además ha servido para que Ángel Blanco Egoskozabal, diseñador gráfico de 56 años, nacido en Donostia pero residente en Errenteria, haya ganado por segunda vez el concurso de carteles de San Fermín. Lo hizo en 2009, con Gora San Fermín, Viva San Fermín, una obra muy parecida a ésta, también con la plaza Consistorial de protagonista, con la que también entonces anunció los Sanfermines.
"15 años después, este artista guipuzcoano tenía un presentimiento:“Sentía un pálpito, porque veía que en las encuestas de los periódicos iban bien”, explica. Él ya es experto en cartelística y más en la sanferminera, no en vano lleva más de 30 años presentándose al concurso:“Desde que acabé la carrera”, detalla. Lo ha ganado dos veces, pero en 2008 también fue segundo y en otras dos ocasiones más, 2005 y 2006, fue seleccionado para la exposición que se hacía antes. Director de arte en una agencia de marketing, dice que esto para él es un hobby: “Me gusta presentarme a este tipo de concursos. A dos o tres, y de ellos, al de Sanfermines siempre, porque con esta fiesta tengo una especie de nexo”, precisa. “Los primeros carteles que presenté hace años prefiero no verlos, porque, como todo, esto es una evolución y ahora los haría de otra forma”, confiesa.
Con Gaiteros, Ángel Blanco vuelve al estilo de aquel cartel del 2009, al blanco, negro y rojo, y a echar mano del trazo difuminado con el que consigue el movimiento y la emoción que está buscando:“A mí me gustan esos momentos que son más icónicos, más conceptuales, y luego, pues la técnica puede recordar”, reconoce. Una técnica que bien podría ser un cuadro:“Es más orgánica, más cercana a la pintura”.
Ayer fue la primera vez que lo vio en tamaño natural:“Yo creo que en vivo gana mucho, que transmite mucha fuerza”. Porque ahora los carteles se envían on line, y solo se imprimen a tamaño natural los finalistas. Por eso, Blanco se quedó gratamente sorprendido: “La idea era un poco esa, que tuviese fuerza, espontaneidad, y que la gente vea en el cartel, en la medida de lo posible, lo que se vive en ese momento cuando está en la plaza, instantes de mucho sentimiento, de mucha emoción”. Un cartel “expresionista”, lo define Ángel, que va más “a expresar el concepto que al detalle de cada cosa”.
SIN TOROS
Ángel Blanco lleva muchos años en el mundo del diseño gráfico y eso se nota. Porque una obra como esta no la hace cualquiera. “¿Artista? No sé, lo que tengo son muchos años de experiencia y eso te da un tipo de recursos”. Experiencia pero también ideas claras:“Con la temática de los toros participé un par de años y, aunque sean una parte muy importante de los Sanfermines, ahora prefiero no herir susceptibilidades, porque incluso hay gente que se puede sentir molesta”. Ha tratado con Gaiteros de buscar “un concepto más global de la fiesta”, porque “los Sanfermines son mucho más”. Y ahí entra la música y las gaitas:“No tenía constancia de que la salida de los gaiteros figurase en el historial de carteles de los Sanfermines”, dice, una escena que recreó inspirándose en las imágenes de la televisión el 6 de julio. Porque Ángel es de visitar los Sanfermines de tarde, de tranquilo:“Vivimos muy cerca y nos gusta venir con la familia”, con su mujer, y antes más también con su hija, de 23 años.
“Hace la misma ilusión que hace 15 años”, dice y reconoce que “ganar dos veces el concurso es dificilísimo y yo he tenido esa suerte”. Él ha conseguido convencer al jurado, y, a la vez, al público. Le pregunto cuál es el secreto:“Hay carteles redondos, pero que no llegan. Y para llegar al público hay que pensaren un cartel en el que la gente se sienta representada, que lo sienta como suyo”. Y que llegue.
GANADOR POR SEGUNDA VEZ
Ángel Blanco es el primer autor que repite cartel anunciador de las fiestas desde que se instauró la votación popular en 2008. Desde los años 90, únicamente Mikel Urmeneta ha ganado dos veces el concurso, en 1990 y en 2004, año que se presentó junto a Marta Coronado. En décadas anteriores era más habitual que se optará por nombres y artistas ya consagrados. Xabier Idoate Iribarren, Javier Cejuela, Fernando Galle, Nicolás Ardanaz o Martín Balda, entre otros, han firmado al menos dos carteles de San Fermín. A principios de siglo, Juan García de Lara realizó cuatro carteles y Javier Ciga, seis. Pedro Lozano de Sotés es el autor que más carteles de fiestas ha creado, siete, entre los años 1941 y 1974, el último junto a su mujer Francis Bartolozzi.
Los gaiteros, parte esencial de la fiesta, no han sido muy representados en los carteles de San Fermín, e incluso tienen una presencia menor que los txistularis a lo largo de la historia. En 1900 y en 1929, con obras de Pueyo y Jesús Basiano Martínez, sí que aparecen gaiteros en situaciones festivas en la Plaza de Toros o acompañando a la comparsa por la Plaza Consistorial, respectivamente. En alguna otra obra, su presencia es más testimonial como en los años 1910, en 1918 o en 1951.
