La actividad de la Red de Salud Mental de Navarra va incrementándose año a año. Las cifras son claras: en 2022 los centros de salud mental registraron un total de 13.008 primeras consultas –pacientes diferentes con primera consulta ese año–, un 26% más que las que había hace 5 años, 9.734. Pero, según la Memoria de Osasunbidea de 2022, también han aumentado las consultas totales –de 149.404 en 2017 a 163.152 el año pasado– y el total de pacientes atendidos –23.988 en 2017 y 30.038 en 2022–.

Las cifras reflejan un claro incremento de la demanda de estos recursos de comunitarios, que constituyen el primer nivel asistencial de la Red de Salud Mental de Navarra. Los centros de salud mental atienden a población adulta (mayor de 16 años) son diez, ocho de ellos correspondientes al Área de Salud de Pamplona, uno que abarca el Área de Estella y otro el Área de Tudela. Entre otros recursos comunitarios, se incluye un equipo de atención a pacientes con Primeros episodios psicóticos, así como el Programa de terapia grupal ambulatorio.

Por su parte, la población menor de 17 años del Área de Pamplona se atiende en el centro de Salud Mental Infanto-juvenil, ubicado en Sarriguren y en las áreas de Estella y Tudela existe un programa de atención diferenciado. En 2022, se atendió en total a 5.184 pacientes menores de 16 años, mil más que en 2017 (4.132), y la actividad ha aumentado en estos cinco años de 21.341 consultas al año a 26.447.

Pero llama la atención que ese incremento se esté dando especialmente entre las chicas. De los jóvenes que recurrieron al centro de salud infanto-juvenil el año pasado, el 58% (2.983) fueron varones y el 42% (2.201) mujeres, unos porcentajes que descienden en el caso de ellos y que aumentan en ellas, ya que en 2017 el 64% eran chicos (2.632) y el 36% chicas (1.500). Ese incremento más notable en las mujeres, también se da entre los adultos, donde históricamente tienen un mayor peso que los hombres. El año pasado las mujeres supusieron el 55% de los pacientes que acudieron a centros de salud mental y los hombres el 45%; en 2017, el 53% fueron mujeres y un 47% varones.

No obstante, cabe descar que las derivaciones desde Atención Primaria al Centro de Salud Mental Infanto-Juvenil han descendido por debajo de los niveles previos a la pandemia: en 2018 fueron 1.903; en 2019, 1.850; en 2020 se registraron 1.619; en 2021 fueron 1.829; y el año pasado 1.486. “Desde hace años desde el centro infanto-juvenil se está trabajando con Atención Primaria para que ellos gestionen los motivos de consulta más habituales que no configuran un trastorno y que por lo tanto no requieren atención especializada. Entonces, este descenso indica que en Primaria se está haciendo un muy buen trabajo de cribado y resolución de consultas en el primer nivel de salud”, sostiene Antonio García, psicólogo clínico del centro infanto juvenil.

Reclamaciones por lista de espera

En la Memoria de Osasunbidea también se detallan las reclamaciones, denuncias, quejas y sugerencias que los pacientes han registrado en la Red de Salud Mental. Llama la atención que de las 235 reclamaciones interpuestas en 2022, más de la mitad (121) estuvieron relacionadas con las listas de espera. Y es que aunque en los últimos meses se ha conseguido reducir el número de personas que aguardan una primera consulta, en julio casi mil pacientes (935) estaban en lista de espera de Salud Mental.