La prohibición de Polonia y los países bálticos de entrada en sus territorios para los ciudadanos rusos con visas de turista, incluyendo aquellas emitidas por terceros países del espacio Schengen, ha entrado en vigor este lunes como parte de la sanciones por la guerra de Ucrania.

"Junto con Letonia, Lituania y Polonia, hemos decidido restringir conjuntamente las visas de turismo para los ciudadanos rusos con el fin de proteger el orden público y la seguridad", han señalado estos países en un comunicado conjunto, según ha contado la agencia Interfax.

"Actualmente es imposible garantizar que los turistas rusos que llegan a la Unión Europea a través de Estonia no supongan un riesgo para la seguridad", han incidido en un texto en el que han calificado como "privilegio" y no como un "derecho" el poder viajar y moverse libremente por los territorios de la Unión Europea.

"Se ha llegado a un acuerdo regional, ahora continuaremos trabajando para asegurar que la prohibición de viajar y hacer turismo para los ciudadanos rusos comience a operar en toda la Unión Europea", han remarcado los primeros ministros de estos cuatro países.

Las autoridades polacas han defendido que las restricciones están "absolutamente justificadas", ya que existe una "gran mayoría" de ciudadanos rusos que apoyan las decisiones del presidente, Vladimir Putin.

"Dado que la gran mayoría de los rusos apoyan las acciones de Vladimir Putin en Ucrania, creo que la decisión de restringir la posibilidad de viajar a los ciudadanos rusos que tienen visa para el espacio Schengen están absolutamente justificadas", ha argumentado el subjefe del Ministerio de Asuntos Exteriores, Marcin Przydacz.

"Después de que las fotos de las exhumaciones en Izium hayan dado la vuelta al mundo en los últimos días, que confirman que los crímenes de guerra probablemente han vuelto a ocurrir, deben implementarse tales instrumentos de presión sobre Rusia", ha incidido Przydacz en una entrevista para la agencia polaca PAP.

Las restricciones, ha explicado, no afectarán a las personas "perseguidas políticamente" o aquellas con permisos humanitarios y sí a quienes "apoyan al régimen" o bien son personas cercanas a las autoridades en el Kremlin.

La prohibición tampoco afectará a los ciudadanos rusos que crucen la frontera para visitar a familiares que vivan en territorio Schengen, así como a diplomáticos, a quienes tengan permiso de trabajo o estudio en alguno de estos países, refugiados, o por razones humanitarias.

Hasta este lunes, los ciudadanos rusos podían cruzar a Europa a través de los países bálticos y Finlandia, que por el momento ha preferido no secundar la prohibición ya que considera que los ciudadanos rusos no son una amenaza para la seguridad de la región.