pamplona. Las drogas que se consumen en Navarra, como el speed, la cocaína o el éxtasis, son cada vez menos drogas y más fármacos usados en veterinaria, analgésicos y otros adulterantes. A lo largo de toda la escala de distribución, buscando un mayor margen de negocio en estos tiempos de crisis económica, se mezclan con una mayor cantidad de sustancias de corte, lo que implica nuevos e imprevisibles riesgos para los consumidores, según advierten desde la asociación Hegoak, dedicada a la prevención de los problemas derivados del consumo de drogas en Navarra, y entidad a la que el Plan Foral de Drogodependencias encomienda el sondeo de las sustancias que se distribuyen en Navarra.

Es habitual que la pureza de las drogas que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad intervienen recién entrada en España supere el 85%, y que ese porcentaje decaiga hasta una horquilla del 50 al 65% cuando está en manos de las organizaciones que dominan zonas amplias de una ciudad, para acabarse desplomando por debajo del 5% en el eslabón final de la cadena, que es el toxicómano, completo desconocedor del cóctel de sustancias que incorpora a su organismo.

Los distintos actores que intervienen en la cadena del tráfico de drogas, que empieza en los laboratorios de Sudamérica o Asia donde las organizaciones elaboran el producto y finaliza en las calles del primer mundo, triplican con creces el género con el que trafican a base de adulterarlo, mezclando las partidas de droga que adquieren con otras sustancias para elevar su peso y mejorar los márgenes del negocio. En ocasiones, optan por añadir sustancias que, combinadas, provocan efectos similares a los de la droga a la que sustituyen, con lo que el corte pasa menos desapercibido para los usuarios finales.

análisis en zonas festivas La asociación Hegoak realizó el año pasado 236 análisis de sustancias y 94 cromatografías en los espacios de fiesta que visitó, la mayoría de dosis de speed, cocaína, ketamina y MDMA. Los resultados demuestran que "los adulterantes están aumentando y, consecuentemente, la pureza de las drogas está bajando. En el caso de las anfetaminas este descenso es más acusado y hemos detectado presencia de metanol, una nuevo producto de corte, y cafeína en mayores cantidades que las habituales", según puso ayer de manifiesto Eva Rosino, responsable del programa de Intervención de Hegoak, quien compareció en conferencia de prensa junto a Maite Ziganda, coordinadora de la asociación.

En lo que respecta a la cocaína, el levamisol se ha convertido ya en un componente que aparece en más muestras y en mayor proporción, según alertó Rosino. "Se trata de un fármaco empleado en veterinaria para eliminar infecciones parasitarias, que eleva la sensación de euforia y, al mismo tiempo, reduce el nivel de glóbulos blancos y, consecuentemente, las defensas, "haciendo más vulnerable al consumidor a posibles infecciones", precisaron la expertas de Hegoak.

Otros dos adulterantes que aparecen en los análisis de las drogas que se consumen en Navarra con mayor frecuencia son la fenacetina, un analgésico retirado del mercado español por su toxicidad que se utiliza como relajante muscular y que se desaconseja mezclar con el alcohol pues puede provocar daños en el hígado, y la tetracaina, un anastésico local empleado como calmante del dolor, que ejerce un efecto antiarrítmico y reduce el tono de la musculatura. "Los propios consumidores nos refieren que los efectos de las sustancias que consumen no son los mismos que con anterioridad porque el reactivo ha disminuido. Ellos mismos notan que los adulterantes han aumentado y la pureza es menor", apuntó Rosino.

Por otra parte, y entre la treintena de análisis que Hegoak llevó a cabo el año pasado a raíz de atenciones en sus locales, se detectó que una dosis que se suponía que era ketamina resultó ser metoexetamina, una nueva Research Chemical o droga de diseño, que presenta una elevada mortalidad. Entre los efectos conocidos de esta sustancia están el insomnio, la sensación transitoria de euforia o cansancio, con numerosos efectos secundarios, como hipertensión arterial, lo que puede acabar provocando hemorragias cerebrales.