Vicente Moreno se marcha de Osasuna. Lo hará al acabar la temporada en una decisión del entrenador que comunicó a los medios en medio de la rueda de prensa previa al encuentro contra el Atlético de Madrid. Una decisión que ha creado cierta sorpresa en la entidad, pero que respetan “al máximo”. 

No se lo esperaba nadie de los presentes. En una comparecencia enfocada al encuentro del Atlético de Madrid, Vicente Moreno lanzó la noticia. “Son mis dos últimos partidos en casa como entrenador de Osasuna”, comentó en medio de una pregunta. Sorprendió. Evidentemente no en el club, donde ya sabían la noticia hace horas. En la entidad, cuando se supo el tema, hubo cierta sorpresa por los tiempos, pero respeto tanto a esa decisión como a comunicarla cuándo él quisiese. “Se lo ha ganado”, comentaban desde el club. 

Lo cierto es que el entrenador no ha sentido que tampoco fuese a tener una oferta de renovación. Ya en Navidad, en la comida con los medios, cuando el presidente fue cuestionado por el tema, mandó la pelota a cuando se consiguiese la salvación. Una vez lograda esta, se hablaba de esperar a final de temporada. Es evidente y público que Osasuna durante la temporada ha ido explorando otras vías, como la de Iñigo Pérez, de cara a la temporada que viene, al igual que al entrenador en las últimas semanas también le han salido intereses a los que debe de responder rápido. 

El entrenador sale reforzado de una relación en la que ambas partes ya en junio consideraban que podía ser transitoria. Ahora Moreno tiene mucho más caché después de unas experiencias malas a las que ha dado la vuelta al salvar a Osasuna con tranquilidad. 

Además, según transmiten desde su entorno, está muy convencido de intentar entrar en Europa ya que lo considera la guinda a la temporada y un importante refuerzo para su labor. Mientras, en Osasuna seguirán las labores iniciadas con diferentes perfiles. Luis García Plaza o Alescio Lisci están en la palestra, pero los nombres son más y en Osasuna quieren tomarse su tiempo para acertar.