Euskadi no es una comunidad especialmente expuesta al riesgo de maremotos, olas gigantes y destructivas o tsunamis en comparación con otras áreas como Canarias o Andalucía. Sin embargo, todo su litoral está incluído entre las 36 zonas del Estado español definidas para los avisos del nuevo sistema de alerta temprana de maremoto por la Red Sísmica Nacional.

De hecho el único tramo vasco que figura en el listado del nuevo Plan Estatal ante el Riesgo de Maremotos ?que incluye 36 tramos de costa correspondientes a siete autonomías y las dos ciudades autónomas? es el que va de Muskiz a Hondarribia, es decir, del límite con Cantabria a la muga con Iparralde. Un área, además, con muchas poblaciones, industrias, actividades e infraestructuras que conviven con playas y zonas naturales.

Los estudios científicos y las previsiones técnicas señalan que Euskadi sí está expuesta a riesgo de inundación de áreas costeras, rías, zonas bajas y estuarios como consecuencia de la elevación del nivel del mar asociada al cambio climático. Los maremotos, que están vinculados a la actividad sísmica, no quedan descartados y se reconoce que una gran ola con origen en el Atlántico también puede suponer una amenaza para nuestra costa, pero en menor medida que otros eventos extremos como los temporales de viento y fuerte oleaje unidos a un nivel medio del mar en ascenso.

Según las proyecciones contempladas en el plan estatal de riesgo de maremotos, la intensidad y recurrencia de las posibles grandes olas con origen sísmico que pueden afectar a la cornisa cántabrica también serían inferiores a las previstas para las costas andaluzas, canarias o levantinas. Así, se estima que las elevaciones máximas en el Cantábrico puedan ser de medio metro, frente a los dos metros que se elevarían las aguas en Galicia, teniendo en cuenta que la mayor probabilidad es la de sufrir maremotos con origen en la falla atlántica Azores-Gibraltar.

No obstante, como comunidad autónoma con una importante zona costera en la que se asientan numerosas infraestructuras y actividades socioeconómicas, Euskadi se beneficiará de las actuaciones que se están llevando a cabo para crear a nivel estatal un sistema de anticipación y alerta temprana ante maremotos, una herramienta que permitirá avisar de la inminencia de este tipo de emergencias y tomar las medidas necesarias. Se prevé que con el nuevo sistema, en los casos más graves, se pueda alertar con hasta 70 minutos de antelación de la llegada de la primera gran ola a la costa desde que se detecta el movimiento sísmico que suele preceder a los maremotos.

Después de que el pasado 18 de mayo el Consejo de Ministros aprobara el Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo de Maremotos, se han ido dando pasos para establecer el sistema de anticipación y alerta temprana. A mediados de junio se celebró la reunión constitutiva del Comité Estatal de Coordinación y Dirección (CECOD), y el pasado 19 de julio se constituyó la Comisión Técnica sobre riesgo de Maremotos, que es el órgano técnico de consulta que asesorará y aportará a los órganos de dirección del Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo de Maremotos los últimos avances técnicos y conocimientos científicos en esta materia.

Uno de los principales objetivos de todos estos organismos es diseñar un programa de información preventiva para la población, que deberá prestar especial atención a las personas más vulnerables, así como el establecimiento de un sistema de señalización de riesgos en las zonas costeras. El plan se apoya en el Sistema Nacional de Alerta por Maremotos (SINAM), que es un sistema único y coordinado capaz de detectar precozmente la generación de maremotos que puedan afectar a las costas del Estado español y transmitir, en el tiempo más corto posible, la información a los órganos competentes en materia de Protección Civil de los territorios potencialmente afectados.

El Sinam se nutre de la información recopilada por la Red Sísmica Nacional, la red de mareógrafos Redmar de Puertos del Estado, los sistemas de detección del Instituto Español de Oceanografía, así como los sistemas de detección marina de las distintas administraciones públicas. Dispone también de las alertas emitidas por los centros regionales de aviso de maremoto del Grupo Intergubernamental de Trabajo de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (IOC/UNESCO), así como por el Sistema de Alerta de Maremotos del Atlántico Noreste, Mediterráneo y Mares Adyacentes (NEAMTWS), que integra centros proveedores de alertas en Francia, Portugal, Italia, Grecia y Turquía.

Con la información facilitada por esta red de centros nacionales e internacionales, el Sinam puede determinar la localización y el momento de un maremoto, y calcular sus probables consecuencias, como olas marinas gigantes que pueden desplazarse miles de kilómetros a velocidades de entre 500 y 1.000 kilómetros/hora.

En total, se estima que en el Estado español el riesgo de maremoto afecta a siete comunidades y dos ciudades autónomas: Andalucía es la que tiene más tramos de costa en peligro ?nueve, en total?, seguida de Canarias, con siete, Galicia con cuatro, tres en Catalunya, Comunidad Valenciana y Baleares, dos en Asturias, y uno en Euskadi, Murcia, Ceuta y Melilla.

Tramos de riesgo

36 tramos. La lista completa de tramos de costa definidos por la Red Sísmica Nacional son:

ANDALUCÍA: Ayamonte-Palos de la Frontera; Almonte-Huelva; Chipiona-Conil.; Vejer de la Frontera-Tarifa; Manilva-Mijas; Fuengirola-Nerja; Almuñécar-Albuñol; Adra-Almería; Níjar-Pulpí

MURCIA: Águilas-Cartagena

COMUNIDAD VALENCIANA: San Javier-Xàbia; Xàbia-Sagunto; Almenara-Vinaròs

CATALUNYA: Alcanar-Cunit; Cubelles-Malgrat de Mar; Blanes-Porbou

CEUTA

MELILLA

BALEARES: Ibiza, Formentera; Mallorca; Menorca

GALICIA: A Guarda-Catoira; Rianxo-Muxía; Camariñas-Mañón; O Vicedo-Ribadeo

ASTURIAS: Castropol-Gozón; Gozón-Ribadedeva.

CANTABRIA: Val de San Vicente-Castro Urdiales

PAÍS VASCO: Muskiz-Hondarribia

CANARIAS: El Hierro; La Palma; La Gomera; Tenerife; Gran Canaria; Fuerteventura; Lanzarote

Previsiones para la costa vasca

Escenarios. La costa de Euskadi abarca desde la Bahía de Txingudi hasta la punta de Kobaron, con un total de 275,5 kilómetros, de los que el 81% son zonas rocosas o acantilados, el 1% rías o estuarios, el 8% playas y el 10% restante infraestructuras (sobre todo puertos). El avance de la revisión y adaptación del Plan Territorial Sectorial (PTS) de Protección y Ordenación del Litoral de la CAPV, presentado recientemente, que afecta a 63 municipios y dibuja diferentes escenarios que contemplan los efectos del cambio climático, entre ellos el incremento del nivel del mar y de la pleamar máxima, y sus posibles consecuencias: mayor inundabilidad, impacto de ola y erosión de las playas, entre otras.