"Fue un choque emocional tremendo. El suelo empezó a temblar. Fue como quedarse sin los cimientos de toda una vida. Imagínate, las preguntas más naturales ¿quién soy? ¿de dónde vengo? Esas preguntas no tenían respuesta". María es el nombre ficticio con el que se contará esta historia de una navarra, de más de 25 años, y de su familia, que en 2015 sufrieron este tsunami. Hace 6 años, a raíz de unas pruebas médicas para hacer frente a los problemas de salud de la joven, descubrieron que María no era hija biológica de su familia. Fue intercambiada por error con otra bebé al nacer en el hospital Virgen del Camino de Pamplona a principios de los noventa. Durante más de dos décadas María y su familia de toda la vida habían crecido sin conocer aquella equivocación. De repente, una grieta se les abría bajo la suela del zapato.

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Pero María y su familia no quieren mirar tan lejos, no han querido buscar responsabilidad en la persona concreta que cometió este fatal error. El titular del juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Pamplona les ha dado la razón y ha estimado parcialmente su reclamación al entender que el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea fue el responsable de aquello que ocurrió. Tendrá que indemnizar con 320.000 euros por los daños psicológicos, psiquiátricos, morales y materiales causados a María, sus padres y sus hermanos. Pero la compensación económica no sirve aquí como reparación. No es sino el primer desenlace de la única vía legal a la que se vieron abocadas ante la falta de respuestas por parte de Osasunbidea. Por ello, por el viacrucis de ese camino emprendido hace seis años, la familia desea alzar la voz y poner palabras a lo que han vivido este tiempo, tiempo de dolor, impotencia, contención, vulnerabilidad y de no sentirse cuidados por parte del SNS-O. "Cuando supimos lo que había pasado, después de realizarnos las pruebas de ADN y de confirmar que, sin duda, no éramos familia biológica, lo que queríamos era recomponer la historia. Tratar de establecer un hilo biográfico para que María pudiera entender y reconocerse, así como conocer sus antecedentes familiares de salud. Y en cuanto al sistema familiar, volver a recolocarnos y reajustarnos", recuerda su madre.

A partir de confirmar con evidencia científica lo irrefutable, al establecer el primer contacto con Osasunbidea para tratar de abordar el caso, la cita resultó un tanto impactante. "A mi hija le llegaron a cuestionar por qué queríamos saber cosas de su origen, o del nuestro, que para qué, si ya había tenido una familia en la que había crecido feliz". Más allá de aquel comentario desatinado, Osasunbidea empezó a investigar sobre el asunto. La madre de María conservaba incluso la pulsera que le fue colocada de recién nacida por personal del hospital. Aportaron todos los datos posibles para poder escribir de nuevo la historia. Esa era su intención. Conocer y poder así sanar, porque a María, todo este proceso, le ha afectado a todos los niveles.

Precisamente han echado de menos el acompañamiento de Salud en este periodo tan largo. "Es cierto que a lo largo de tres años pudieron hacer algunas cosas, pero nos faltó que desde el comienzo nos ofrecieran un apoyo psicológico y social concreto para atenuar el impacto emocional y el sufrimiento por el que estábamos pasando. Además, durante este tiempo, no hemos sido apenas partícipes del proceso, ni han tenido una actitud proactiva, todo lo que hemos podido conocer ha sido porque nos poníamos en contacto con ellos después de meses sin respuesta. Iban poniendo palos sobre las ruedas. Y eso te acaba hiriendo más. Tenemos tanto dolor por lo que han sido estos seis años que por aquel error al nacer nuestra hija".

Por ese embudo al que a veces encaminan los crípticos vericuetos de la Administración Pública, y dado que la vía de la reparación emocional no fue posible, después de casi tres años a la familia de María no le quedó otro remedio que interponer una demanda judicial por la responsabilidad patrimonial de Osasunbidea.

Osasunbidea negó su responsabilidad

La respuesta a tal pretensión fue "impactante". "Después del tremendo shock de cuando te enteras de que no perteneces biológicamente a la familia que te ha criado y que desconoces a tu familia biológica y como progenitores, que tienes una hija biológica a la que no conoces, el remate final y demoledor fue cuando Osasunbidea presentó el primer escrito y ahí negaban totalmente la responsabilidad, negaban que el intercambio se hubiera producido en el hospital. No dábamos crédito. Durante los años anteriores no habían negado su error, solo habíamos tenido el reconocimiento implícito del error humano que se había producido. Para entonces habían pasado ya más de tres años y medio desde que Osasunbidea tenía conocimiento del hecho".

Allí arrancó entonces otro duelo. El propio que conduce a cualquier persona que sufre un volcán emocional por verse abocada a una vía tan hostil como la que jalona un proceso judicial. "Además, nos dejaron la carga de la prueba de demostrar que el intercambio había ocurrido en el hospital cuando todos los datos estaban en su poder y ha costado mucho tiempo y esfuerzo que nos los proporcionaran. Ha sido un camino de lo más frío e inhumano cuando supuestamente Salud se debería dedicar a cuidarnos. Qué tristeza que tenga que ser el juzgado quien diga lo que es más que evidente y lo saben€ Queremos que se conozca el desamparo, la indefensión y la insensibilidad que hemos vivido por parte de Osasunbidea".

La familia de María, "defensora acérrima de lo público", motivo por el que desde el inicio pusieron sin dudar el caso en manos de Osasunbidea, termina preguntándose "¿por qué nos han tratado de este modo? No hay dinero que cambie nuestras vidas, no hay dinero que compense lo vivido, entendemos que fue un error humano, pero la distancia y la frialdad de la Administración no la entendemos y nos duele mucho, muchísimo. Hubiéramos de-seado un trato más humano".

LAS FRASES

"Fue un choque emocional tremendo. No tenía respuestas para las preguntas más naturales: ¿quién soy?""Nos faltó apoyo para atenuar el impacto. Tenemos tanto dolor por estos seis años como por el error fatal""Osasunbidea le cuestionó a mi hija por qué quería saber su origen si ya tenía una familia en la que era feliz"

"Queremos que se conozca el desamparo, la indefensión y la insensibilidad que hemos vivido"

familia de maría Una sentencia le indemniza por error al intercambiar bebés