El 57% de los menores de 9 a 11 años que ya han sido convocados para administrarles la vacuna de la covid-19 ya están citados, según datos de la unidad técnica de vacunación. La pediatra de Atención Primaria Marta Ramos Zugasti, que trabaja en el servicio de Apoyo a la Gestión Clínica y Continuidad Asistencial y que pone en valor el “ingente trabajo” que llevan realizando en los meses de pandemia los profesionales de los centros de salud, señala que estos días los padres y madres preguntan en las consultas sobre la indicación y la seguridad de esta nueva herramienta contra el bicho. Respecto a por qué vacunar, la especialista afirma que “aparte de poder prevenir una posible complicación de la enfermedad en su hijo, sabiendo que es improbable, lo que se busca es disminuir la transmisión del virus en toda la población”. Asimismo, sostiene que “los estudios realizados hasta ahora y la experiencia que vamos teniendo van confirmando que efectivamente son seguras”. No obstante, advierte: “La vacuna es una arma eficaz, pero no es un arma infalible. Entonces, esta sensación de inmunidad total que podemos tener cuando tenemos las dosis que nos corresponden quizás nos juega a veces malas pasadas, porque puedes dejar de tomar las medidas de prevención clásicas, que ya quizás se nos hacen pesadas, como la mascarilla o la distancia, y siguen siendo necesarias”.

¿Debemos vacunar a nuestros hijos e hijas contra la covid? ¿Qué beneficios les va a reportar?

-Tenemos que tener un foco más pequeño y un foco más amplio. Si miramos a los niños y a las niñas es verdad que la covid se manifiesta en la inmensa mayoría de los casos de una forma leve. Hay casos en los que se agrava y son los menos; no tiene nada que ver ni la gravedad ni la mortalidad con las cifras de los adultos, y es una suerte que tenemos. Sí que es verdad que los niños con enfermedades de base tienen lógicamente más posibilidades de tener complicaciones, entonces si miramos con el foco pequeño a nuestros hijos el vacunarles probablemente evite esas posibilidades de complicaciones, siempre teniendo en cuenta que la covid en ellos lo habitual es que vaya a ser leve. Pero aquí creo que es interesante ampliar la mirada, ampliar el foco, porque una de las recomendaciones que hace la Asociación Española de Pediatría (AEP) es, por un lado prevenir complicaciones, pero por otro lado evitar que la población no vacunada, en este caso la infancia, pueda ser el ámbito donde el virus se vaya perpetuando, donde la presencia del virus permanezca y digamos que, con esa mirada amplia, lo que se quiere buscar es disminuir la transmisión del virus a nivel de toda la población. Además, la AEP recomienda la vacunación en base a otros tres puntos más: conseguir y mantener espacios educativos seguros -por el tema de evitar cuarentenas, interrupciones continuas de asistencia a la escuela, con lo que supone a nivel no solo escolar, sino también de relación, emocional, de conciliación familiar...-, lograr la inmunidad de grupo o de rebaño y no privar a la población infantil del beneficio que aporta la vacunación del que ya gozan los mayores de 12 años.

Hay quien considera que esta vacuna no es necesaria en la infancia precisamente porque la mayoría de los niños presentan cuadros leves.

-Claro, es un poco lo que decía de las dos miradas. Si tú lo miras viendo solo a ese niño pequeño, sin factores de riesgo, que puede ser que incluso haya pasado la enfermedad y la haya pasado de una forma asintomática, parece extraño pensar en vacunarlo. Yo entiendo que esta duda exista; tiene su base. Por eso creo que es importante tener esta doble mirada, porque en realidad las recomendaciones van en esa línea, no sólo prevenir las complicaciones, que sabemos que en porcentaje son muy pequeñas en esta franja de edad, sino el intentar disminuir la transmisión a nivel poblacional.

Estos días he escuchado a padres y madres decir “conmigo no tenía ninguna duda de vacunarme, pero con mis hijos sí que tengo”. ¿Qué les diría a esas personas con dudas?

-Ahí creo que puede haber dudas motivadas por distintas causas. Una puede ser justo por esto que hemos hablado: si en mi niño la enfermedad ha sido leve, es leve o puede ser leve, si no se lo ha cogido, por qué vacunar. Ahí quizá la explicación pueda ser esto: el buscar el bien común. Luego también puede haber dudas en relación a la seguridad. Por ejemplo, es una vacuna que se ha diseñado hace relativamente poco tiempo, no me genera la misma confianza que una que ya lleva tantos años... que puede ser otro motivo de duda muy legítimo. El estudio de seguridad más amplio ha acogido a más de 2.000 niños entre 5 y 11 años, entonces dices no es un número enorme, pero es verdad que en Estados Unidos ya se han puesto 5 millones de dosis a estas edades y no se han comunicado efectos secundarios importantes. ¿Qué va a pasar con la seguridad a largo plazo? Probablemente se vayan teniendo más datos. Con los que tenemos hoy por hoy el balance de riesgo-beneficio sale a favor del beneficio frente al riesgo. Entonces, yo ahí entiendo que quizás la respuesta a una parte de estas dudas puede estar en buscar una información de calidad. Ahí, por ofrecer alternativas a los padres, aparte de que pueden recurrir por supuesto a los profesionales sanitarios, pediatras, enfermeras de pediatría de referencia, también hay páginas web elaboradas por pediatras que dan información con un lenguaje adaptado a cualquiera que no sea sanitario.

Como por ejemplo.

-Por ejemplo, Familia y Salud, que es de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, que tiene información ajustada, detallada, actualizada... que creo que puede ser útil a la hora de encontrar respuestas, porque según dónde busques información, más que informar o aclarar, a veces te genera todavía más dudas.

¿Es realmente segura esta vacuna?

-Los datos que se tienen hasta ahora dicen que sí. Eso no significa que no tenga efectos secundarios, ¿eh?

Cuáles son los efectos secundarios que pueden sufrir los menores. ¿Se han detectado consecuencias graves en los ensayos clínicos y en aquellos países que se ha administrado?

-A esta edad, de 5 a 11, en lo publicado hasta ahora no hay efectos secundarios graves. Sí que se ve lo mismo que ya conocemos en otras edades: dolor en el punto de inyección, fiebre, escalofríos, dolores articulares, cansancio... Esto sí se ha descrito. Otros efectos más graves de momento no.

¿Cuál es la efectividad de la vacuna?

-El ensayo clínico más potente que se ha realizado, y es en el que se ha apoyado la Agencia Europea del Medicamento para aprobar, habla de un 90,7% de eficacia; ese es el dato en que se apoya esta recomendación. Luego, una vez que la vacuna se extienda, habrá que ver sobre el terreno cuál es.

¿Se puede poner esta vacuna con otras?

-Sí, se pueden poner. No hay contraindicación para poner a la vez. De hecho, en los adultos se está poniendo gripe y covid. En los niños no hay problema para coadministrar en el mismo momento esta vacuna con otras. Por seguridad, se indica que si se van a poner cercanas a esta vacuna cualquier otra haya una separación de una semana, pero no está contraindicado.

¿Si el menor tiene tos, mocos... se le puede vacunar igualmente?

-Si no tiene fiebre o síntomas de una infección importante, sí.

¿Un niño que va a cumplir 12 años en enero es conveniente que se vacune ahora o es mejor que espere a cumplir esa edad para que tenga las dos dosis de adulto?

-Los niños que van a cumplir 12 años ahora en diciembre se van a citar en enero y se les van a poner las dos dosis de adulto. Los que cumplen 12 años entre primera y segunda dosis, la primera va a ser infantil y la segunda de adulto y el resto, las dos infantiles.

Hay muchos casos de escolares que son contactos estrechos de compañeros de clase y están a la espera de una PCR. ¿Pueden vacunarse o deben esperar? ¿Qué deben hacer?

-En las clases cuarentenadas hay que esperar a que acabe el confinamiento para vacunarse, mientras que las que no lo están se podrían vacunar.

¿Esta vacuna de la covid-19 tiene un mayor efecto en las niñas en temas hormonales o de menstruación?

-No. Se publicaron casos en relación con la vacuna, se habían descrito alteraciones menstruales pero en el estudio que se publicó no se pudo llegar a la conclusión de que había sido por la vacuna. En ese sentido, no ha habido ninguna alarma que nos hayan transmitido de tener especial precaución con las niñas respecto a los niños.

Si un niño ha pasado ya la infección por coronavirus, ¿hay que vacunarle o hay que esperar un tiempo?

-Se aconseja igualmente la vacunación, pero habría que esperar a que esté completamente recuperado y a que pasen cuatro semanas desde el diagnóstico de la infección.

¿Serían dos dosis o una?

-Sería sólo una dosis, como hemos hecho con los adultos.

¿Cuándo se podrán ver los resultados de la actual vacunación en los contagios en esta franja de edad?

-Lo que se calcula es que se alcanza la inmunidad cuatro semanas después de la segunda dosis. El máximo pico viene ahí. Entonces, entre primera y segunda dosis tienen que pasar ocho semanas, que son dos meses. En tres meses la población que se está vacunando ahora tendrá ya el máximo pico de inmunidad, entonces creo que a corto o medio plazo se verá.

De cara a las próximas fiestas que vamos a vivir, ¿qué consejos nos podría facilitar para que los niños y niñas tengan una Navidad saludable y puedan también disfrutar de estos días?

-En estos dos años hemos aprendido que tenemos que aprender a convivir entre los encuentros familiares, los encuentros sociales y las normas de prevención. Entonces, ese equilibrio siempre tenemos que buscarlo. No significa que no podemos relacionarnos, ni ir a ver a los abuelos, ni quedar con los amigos, pero tendremos que ser cautos en el número de personas con las que nos encontramos, siempre preferiblemente, mientras el tiempo lo permita, vamos a hacer planes en espacios abiertos o ventilados mejor que en cerrados, si por supuesto tenemos un niño con síntomas, pero no tenemos claro si es covid u otra infección respiratoria, vamos a esperar a que se cure antes de juntarnos con otros niños, sobre todo con personas vulnerables. En ese sentido, quizás las normas no tienen que diferir mucho de antes de la covid. Sí que estamos muy mediatizados con esta infección, y todos vamos con mascarillas y nos lavamos mucho las manos, pero en realidad estas normas creo que tienen que ser casi universales. Si tenemos un niño malito, mejor que se recupere, mejor que no esté con los abuelos mientras esté malito, pero vamos a disfrutar de la familia, de los amigos y de las vacaciones (sonríe).