Navarra detectó el jueves 20 de enero al menos 1.999 nuevos casos de infección por Covid-19, según el dato diario provisional facilitado por el Departamento de Salud. Están por debajo de los 2.192 del miércoles, dato actualizado con más autotest tras los 1.885 comunicados ayer por las autoridades sanitarias. También son menos positivos que los 2.502 registrados hace 7 días y los 2.143 hace 14, si bien se advierte cierta ralentización en el descenso. Los positivos en lo que va de semana bajan un 30% respecto a la anterior (8.913-12.594). La desescalada de los últimos días ha servido para dar un mínimo respiro en Atención Primaria. En hospitales la situación sigue siendo complicada y se espera que se mantenga la elevada presión al menos las dos próximas semanas.

Actualmente son 273 las personas hospitalizadas por Covid-19, 3 más en 24 horas, 34 de ellas en UCI, una más. Ayer se notificaron 3 muertes por esta enfermerdad y se registraron 28 nuevos ingresos, 3 en UCI. El Gobierno de Navarra insiste en mantener las medidas preventivas porque la situación sigue siendo delicada. La incidencia acumulada en los últimos 7 días está en menos de 2.200 casos por 100.000 habitantes, y en 14, por encima de 5.400, números muy elevados, si bien la tendencia sigue siendo bajista.

Además, haber pasado la enfermedad ya no es garante de estar protegido frente a la covid-19. No, al menos, desde la llegada de ómicron. Según ha constatado Salud Pública, las reinfecciones por coronavirus han pasado de ser un fenómeno excepcional a ser algo común desde la llegada de la variante ómicron, mucho más contagiosa. De hecho, tal y como apunta el epidemiólogo de Salud Pública, Jesús Castilla, en esta sexta ola “se han disparado las reinfecciones. Se han ido dando a lo largo del tiempo, pero era algo raro, ahora es una cosa común”.

En el último informe epidemiológico se recoge que la semana pasada se detectaron 1.419 casos de reinfección, cifra que supone una cuarta parte de las 6.000 reinfecciones posibles que Salud Pública ha registrado a lo largo de la pandemia. Castilla, explica que se considera reinfección “cuando una persona da positivo dos veces con una diferencia temporal de más de tres meses; si una persona se contagia en menos de dos meses se considera que puede ser el mismo proceso que se ha alargado. Hay personas con positividades muy duraderas”.

¿A QUÉ SE DEBE LA REINFECCIÓN? El cursas una segunda infección por covid-19 es una circunstancia que depende de múltiples factores y que en Salud Pública todavía están analizando. No obstante, el paso del tiempo con respecto a la primera infección o a la vacuna hace que se pierda protección frente a la enfermedad. Pero la explicación más evidente, apunta Castilla, es el cambio de variantes: “Conforme van surgiendo más variantes distintas, la probabilidad de reinfectarse aumenta, porque son virus diferentes”. Es decir, al surgir nuevas variantes, aparece una infección desconocida para nuestro sistema inmune, lo que incrementa la probabilidad de que nos volvamos a contagiar. “Lo más habitual son personas que se han contagiado de cepas diferentes y ahora con esta extensión de ómicron hace que la mayoría de las reinfecciones se hayan producido en esta sexta ola”, detalla el epidemiólogo.

En cuanto al perfil de las personas que han pasado el coronavirus más de una vez, señala que es algo que están estudiando pero que “una reinfección implica que esa persona se reexpone con alguna frecuencia al virus”. “Sí que nos ha llamado la atención que hay algunas personas -pueden llegar a ser unas 20- que se han infectado hasta tres veces”, destaca Castilla.

CUADROS MÁS LEVES Por norma general, una segunda infección por covid-19 genera “un porcentaje menor de hospitalizaciones”. “Esto no quiere decir que no puedas cursar una enfermedad grave por segunda vez, pero el promedio de las reinfecciones que hemos visto es que son más leves”, matiza.

Con respecto a los ingresos, algo que también han constatado en Salud Pública es que la variante ómicron no genera casos tan graves como la cepa delta. “Para los casos que genera la delta tiene un porcentaje de hospitalización mayor al que le corresponde”, incide Castilla, que añade que detrás de esta mayor levedad de ómicron también puede estar la extensión de la vacuna a casi toda la población y que “ahora se contagian más niños y gente joven, que son de menos riesgo”.

DATOS DEL JUEVES POR MUNICIPIOS Ayer Pamplona registró al menos 629 nuevos contagios, según los primeros datos de Salud. 74 en Rochapea, 71 en II Ensanche, 66 en Txantrea, 58 en Ermitagaña, 52 en San Juan, 50 en Iturrama. Tras la capital navarra, de nuevo Tudela encabezó el listado diario por municipios con un centenar de casos. A continuación, Sarriguren con más de 90, Zizur con 60, Barañáin con 53, Mutilva con 49, Corella con 27, Villava-Atarrabia con 26, Ansoáin con 23, Altsasu, Artika y Aoiz con 19, Cintruénigo 18, Estella-Lizarra 17...:

"Moderna tiene efectos más adversos, pero mejor protección"

Las vacunas de Moderna tienen una de cal y otra de arena: son las dosis que más efectos adversos generan, pero también son las que ofrecen una mejor protección frente a la covid-19. Así lo declaró ayer el jefe de Enfermedades Transmisibles y Vacunación de Salud Pública, Aurelio Barricarte, en declaraciones a la CadenaSer, donde afirmó que la ficha técnica da más efectos adversos es la de Moderna, “pero a cambio, tenemos una mejor protección frente a la enfermedad”. “Todos los estudios de efectividad dicen que es mejor Moderna que Pfizer”, apuntó.

Sobre inocular la tercera dosis con una vacuna diferente a las dos primeras, Barricarte detalló que “hay muchos estudios que demuestran que se pueden intercambiar las vacunas sin que esto vaya a tener en principio efectos adversos mayores”.

De hecho, según expuso, haber recibido tres dosis de tres compañías diferentes ofrece una protección mejor. Así, hay persona que han recibido la primera dosis de AstraZeneca, la segunda de Pfizer y la tercera de Moderna y, según explicó, “esos cócteles hasta ahora son los que más inmunogenicidad están demostrando. “La combinación de AstraZeneca y Pfizer tiene una efectividad superior” a dos dosis solo de Moderna o a dos de Pfizer. “En este caso, la mezcla de vacunas está siendo positiva”, sentenció el epidemiólogo.

Tercera dosis, ¿mejor con la vacuna adaptada a ómicron?

Más de 3,5 millones de personas se han contagiado desde la llegada de ómicron, y a buena parte le ha ocurrido cuando estaba a punto de ponerse la tercera dosis; algunos expertos creen que la elevada incidencia justifica que lo hagan a las cuatro semanas de la infección, pero otros abogan por esperar más tiempo. Ello no significa que sean reticentes al tercer pinchazo: lo que cuestionan, especialmente los inmunólogos, es que se dé a población sana menor de 40 años -cosa diferente son los inmunodeprimidos-, que es la que ahora está llamada a ponérselo; no es peligroso, aclaran, pero no lo ven necesario tras el “booster” que ya de por sí supone la infección.

“Las personas vacunadas y que han tenido ómicron no hace falta que se pongan un recuerdo: a las cuatro semanas, seguro que no, es un absurdo inmunológico”, considera el jefe de Inmunología del Hospital Clinico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, Manuel Muros. Además, demorar esta dosis “abre la posibilidad de que tengamos vacunas actualizadas”, considera el vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Fernando Moraga-Llop. “¿Cuánto esperaría? Un intervalo de 3 a 6 meses. Solo se la pondría en el caso de que una persona tuviese que desplazarse a un país que le exija el certificado covid y la infección documentada no cuenta”.

“Idealmente sería esperarnos a marzo y tener ya una nueva vacuna”, sostiene Eva Martínez Cáceres, vicepresidenta de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), quien comparte que el recuerdo en casos tan recientes de infección no es necesario, pero también cree que “cada persona debería poder decidir en función de sus circunstancias”, de modo que si trabaja en entornos expuestos como colegios o está en contacto con vulnerables, se ponga la tercera.

Pero como “todavía no tenemos la vacuna actualizada, actuar con esta tercera dosis en los que han pasado la infección es lo que tenemos ahora”. “Estamos en una situación de urgencia en la que necesitamos utilizar todos los recursos disponibles para frenar lo máximo posible la incidencia”, rebate Ángela Domínguez, coordinadora del Grupo de Trabajo sobre Vacunación de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).

MÁXIMA PROTECCIÓN GLOBAL “Ojalá tengamos pronto una vacuna reformulada que tenga una mayor efectividad, y entonces se podría cambiar la estrategia”, prosigue esta experta. Pfizer espera tenerla en marzo y Moderna confía en disponer de ella en otoño.

Hasta ese momento, sin embargo, había que buscar “a priori” una posición que permitiera lograr “la máxima protección” en un contexto de transmisión desenfrenada e infradiagnosticada. “Si no fuera por esta elevada transmisión, nos podríamos plantear esperar a tener más estudios que confirmaran cuál es el intervalo más apropiado”, pero “al haber tantos casos, el riesgo de que alguno desarrolle formas graves de la enfermedad y tenga que ser hospitalizado o requiera cuidados intensivos es mayor”.