El Gobierno de Navarra no revisará sus previsiones de crecimiento económico para este año. Al menos de momento y mientras no se aclaren las incertidumbres económicas que asoman en el horizonte. Por ahora, asegura el Ejecutivo foral, ni la crisis energética ni la inflación han tenido impacto en la recaudación tributaria, por lo que no es necesario actualizar el cuadro macroeconómico.

El departamento de Hacienda ha previsto para este año un crecimiento del PIB del 5%, ligeramente inferior al de 2021 (5,8%). Una estimación “prudente” según Hacienda si se compara con las estimaciones de otras entidades, que a principio de año cifraban por encima del 6% el incremento de la economía. Sin embargo, estas estimaciones han quedado en cuarentena con la crisis energética y la incertidumbre que ha provocado la guerra en Ucrania. Algunas comunidades han hecho ya una relectura a la baja. No es el caso de Navarra, que se agarra a la prudencia de inicio de año confiando en que las cuentas de principio de año finalmente se acabarán cumpliendo.

La cuestión es importante, y va más allá de la estadística. El cuadro macro es la base de la previsión de ingresos sobre la que se ha elaborado el presupuesto de este año, por lo que cualquier cambio a la baja tiene también incidencia, bien en un aumento de la deuda o bien en ajustes del gasto. Un escenario que el Gobierno foral no se plantea.

Prudencia y confianza

“En estos momentos no tenemos todavía un impacto directo en el ámbito de la recaudación”, ha apuntado el portavoz del Gobierno, Javier Remírez, tras las sesión del Gobierno, en la que ha señalado que el escenario de “incertidumbre” es general tanto en España como en el conjunto de Europa, pero que destacó que los analistas tampoco se ponen de acuerdo sobre “hacia dónde va a ir la situación”.

“A la hora de hacer las previsiones económicas, sobre todo cuando se redactó el proyecto de Presupuestos, hemos sido siempre muy prudentes. Y después siempre se ha demostrado que el resultado final ha sido por encima de las previsiones iniciales”, ha explicado Remírez.

El Gobierno se inclina así por esperar a ver cómo evolucionan los acontecimientos, asumiendo que si el conflicto en el este de Europa se alarga antes o después habrá que tomar medidas también en Navarra. “Mantenemos la prudencia y la hoja de ruta. Y actuaremos y ajustaremos la situación en función de cómo tengamos elementos objetivos y razonables”, defiende Remírez.

El portavoz destaca además que la posibilidad de readaptar el presupuestos a las circunstancias sigue abierta, y que es algo que ya se tuvo que acometer en 2020 con la pandemia. “Entonces el presupuesto se adaptó y se reorientó. Esa es la línea que está trabajando el Gobierno de Navarra para hacer frente a los desafíos que tenemos”, apunta Remírez, que no obstante aboga por esperar a conocer qué decisiones toma esta semana el Consejo Europeo. “En función de la foto final también tomaremos las medidas oportunas en el ámbito de nuestras competencias para hacer frente a esta situación de crisis”, avanza el portavoz.