¿Por qué ha decidido coger el testigo de los dirigentes críticos suspendidos de militancia? Llevaba tiempo apartada de la primera línea política.

—Sí, llevaba mucho tiempo fuera. Pero no es que yo haya asumido ningún liderazgo respecto a los críticos, sino que en el momento del congreso de febrero hubo una serie de militantes, hombres y mujeres, realmente preocupados por la deriva antidemocrática de Eusko Alkartasuna, y que vieron la necesidad de que hubiera un grupo que trabajara en la democratización del partido. Entonces, a ese grupo me sumé indudablemente y estamos trabajando en esa línea.

Han elegido el paraguas de EA Bizirik. ¿Qué aporta esta nueva plataforma al debate interno?

—Se trata de ahondar en el rol y en el papel que ha de atribuirse a la afiliación. En estos momentos en EA se ha dado una regresión en la participación de la militancia. De hecho, la militancia apenas tiene voz en el debate. Entonces, nuestro objetivo es dar voz a la militancia y hablar con transparencia y con pluralidad sobre todos los temas. Y en eso estamos un poco en estos momentos, trabajando con ellos, escuchando sus opiniones y sus aportaciones. Y, en función de eso, ahondar en esa voz.

¿En el congreso de febrero se rompió algo definitivamente entre las dos corrientes del partido?

—Yo creo que el congreso fue una materialización donde se cristalizó de forma clara la división. Pero las diferencias en el seno de EA, muy vinculadas al papel que debemos jugar en EH Bildu, vienen de antes. Durante mucho tiempo se ha trabajado en el seno de EA utilizando las vías internas para que se pudiera debatir y se cambiaran las formas de trabajar. Antes del congreso ya se habían dado muchos pasos y uno fue el de las primarias a la secretaría general, elecciones en las que a Maiorga Ramírez -como ha reconocido la Justicia- se le negaron los derechos que le corresponden como militante. Además, se impidió que participara en esas elecciones de forma democrática y en igualdad de condiciones. A eso se le suma que, no se sabe muy bien por qué razones, se expulsa no solo a Maiorga Ramírez, sino también a cinco militantes más, entre ellos a coordinadores territoriales que habían sigo elegidos por la votación de la militancia. Es un hecho absolutamente inusitado e inaudito que un partido de repente suspenda bajo el mismo expediente y con la misma sanción a cinco o seis personas que claramente se han posicionado de una forma diferente a la de la dirección en ese momento. Obviamente es un retroceso democrático y, ante eso, nosotros nos rebelamos.

En Iruñea ni se ha llegado a poder conformar la nueva Asamblea.

—Iruñea es el paradigma de lo absurdo de esta situación. En Iruñea la afiliación eligió a Esther Korres como su coordinadora y la Ejecutiva Nacional, que de repente asume grandes poderes, no ha tenido capacidad para designar a nadie porque no hay nadie a quien designar. Sí han designado a una coordinadora territorial en Nafarroa, una persona que no ha podido poner en marcha ninguno de los órganos del partido porque no tiene con quién. Es que la afiliación de Nafarroa está con Maiorga Ramírez, está con el lehendakari Garaikoetxea, está con Esther Korres y con Miren Aranoa. Por lo tanto, no se puede ir en contra de la federación y pretender una huida hacia adelante imponiendo a una persona. No es sostenible en un partido democrático.

Más allá de estos procesos internos, en el plano político la principal diferencia entre las dos corrientes es la integración en EH Bildu. El sector de Eba Blanco les acusa a ustedes de querer abandonar la coalición.

—No. No es la integración, sino el modo. Nosotros nos jugamos mucho para la creación de EH Bildu bajo la dirección de Unai Ziarreta y con el apoyo del lehendakari Garaikoetxea, Maiorga Ramírez y otras muchas personas. Entendemos que es necesario articular un espacio amplio de izquierda, pero Eusko Alkartasuna tiene que tener su identidad, porque si no EH Bildu pierde su valor. Si resulta que los partidos no pueden mantener su identidad, no hay pluralidad. Y en ese sentido está el hecho de que Arnaldo Otegi plantee la necesidad de hacer una EH Bildu plural e incluso acercar a personas que no son necesariamente nacionalistas, con la condición de que respeten el derecho de autodeterminación. Con esa apuesta estamos totalmente de acuerdo, pero para ello lo que no puede hacer EH Bildu es dejar a un lado o marginar a quienes fueron realmente los impulsores de esa coalición electoral, que es positiva para el abertzalismo y los proyectos de izquierda en este país, que es la verdadera alternativa. Es decir, nosotros creemos firmemente en la coalición electoral de EH Bildu, lo que no queremos es que EA pierda su razón de ser o su identidad. Y en estos momentos, Eusko Alkartasuna está invisible en el seno de la coalición.

Pero EH Bildu ha superado el modelo de simple coalición electoral y ha dado pasos en una confluencia con, por ejemplo, la creación de la figura del 'bilkide'.

—A mí me parece bien la existencia de los bilkides, pero también existen los partidos políticos. Si Sortu no se desdibuja no se tiene por qué desdibujar Eusko Alkartasuna. A mí la figura de los bilkides me parece muy bien, y la figura de los militantes de Eusko Alkartasuna que apostamos por EH Bildu, también. Es que no son contradictorios y si tú quieres ampliar el espacio necesitas fórmulas flexibles. Nosotros entendemos que tenemos que estar como partido socialdemócrata. Porque nosotros no somos un partido socialista, somos un partido socialdemócrata y como tal queremos estar en esta coalición.

¿Cómo valora el posicionamiento de la dirección de EH Bildu y de Arnaldo Otegi sobre el enfrentamiento interno de EA?

—EH Bildu ha aducido que son cuestiones internas, pero yo creo que es un análisis erróneo. Porque en estos momentos Eusko Alkartasuna es un pequeño lastre, es un lastre para EH Bildu porque está dirigido por una secretaría técnica a la que la Justicia le ha dicho que no puede seguir así, que hay que repetir el proceso de primarias y hay que hacerlo con unas condiciones determinadas. Por lo tanto, eso sigue siendo un lastre. Y en segundo lugar, el hecho de que haya muchas personas que somos firme y convencidamente socialdemócratas es algo a lo que hay que atender desde EH Bildu.

Son conscientes, por tanto, del daño que están haciendo a la imagen del partido con la pelea entre los dos sectores.

—Es que esta no es una pelea entre dos sectores. Quiero decir, aquí había un partido que en determinados años adoptó una serie de acuerdos y sin embargo esos acuerdos no han sido cumplidos por la dirección actual de Eusko Alkartasuna. Nosotros no estamos peleando, nosotros queremos buscar las soluciones. Y las soluciones no pueden ser las imposiciones y las expulsiones, nosotros no hemos expulsados nunca a nadie. Aquí quien expulsa en estos momentos es la persona que asume la dirección de EA, no es una pelea entre dos. Es una pésimos dirección que está llevando a este partido a un camino sin retorno.

¿Todavía es posible una reconciliación entre las dos corrientes o se dirimirá todo en los juzgados?

—Yo creo que en estos momentos, por ejemplo, hay una oportunidad de oro para avanzar, porque existe un decreto de ejecución de sentencia que obliga a la parte oficial de EA a poner en marcha el proceso civil. Pese a que ellos argumentaron que ya no es necesario porque hay unos estatutos, la jueza ha dicho clarísimamente que la reponsable de haber llevado a EA a esta situación es la dirección y que por lo tanto no asume ese argumento. La dirección tiene una oportunidad de oro para sentarse y establecer las reglas de juego compartidas sobre cómo hacer el proceso de primarias. Obviamente, eso exige que todos los expulsados vuelvan y, a partir de ahí, construir y que la militancia vote. Pero que la militancia pueda votar, que lo que no es normal es que en el siglo XI a alguien se le ocurra eliminar el proceso de elección del secretario general por primarias. Ahora mismo, solo hay dos partidos que hacen así la elección de la Secretaría General: Vox y Eusko Alkartasuna.

¿Cree que la dirección cederá y convocará primarias? Si no lo hacen pueden enfrentarse a sanciones económicas.

—Yo lo único que le pediría a esta dirección de Eusko Alkartasuna es que recobre la sensatez. Que recobre la sensatez y abra las vías de acuerdos y de diálogo que nunca se deberían romper.

"Nosotros no somos una formación socialista, somos un partido socialdemócrata y como tal queremos estar en el seno de EH Bildu"

"Eba Blanco tiene una oportunidad de oro para hacer el proceso de primarias; eso exige que todos los expulsados vuelvan"