La conductora fallecida tras sufrir un accidente de tráfico el pasado sábado en Lumbier, Encarna Urdániz Goñi, era la madre de una familia de ganaderos muy conocidos en el Valle de Romanzado. "La típica familia de siempre, que trabajan y viven aquí, y son los que dan vida a estos pueblos. La gente que más arraigada está a esta tierra, viven de los pueblos, están siempre ahí y es gente muy conocida y querida", ha lamentado este martes el alcalde de Romanzado, Aitor Sola.

Nacida y casada en Arboniés, Encarna Urdániz vivió toda su vida en el la pequeña localidad del Valle de Romanzado, donde apenas residen treinta personas a diario. De hecho, participó recientemente en un estudio de Etnografía e Historia del valle.

El hecho de que el accidente fuera a plena luz del día en la carretera "al lado de casa, camino a Lumbier, probablemente cuando iba a la compra", ha sobrecogido a la vecindad, que declara sentirse "impactada" por el suceso. La fallecida estaba casada con Francisco Urtasun Martínez y tenía dos hijos, Mikel y Alicia, y tres nietos.

AFABLE, ACOGEDORA, BUENA VECINA...

Las vecinas más cercanas califican a Encarna como una persona "de carácter afable, acogedora, buena vecina y de costumbres sencillas, como la mayoría de habitantes de los pueblos pequeños". Añaden que "le gustaba cultivar su huerta y las flores y era activa y autónoma".

"Su muerte se ha sentido mucho, porque formaba parte de una familia referente de los pueblos por su dedicación a la ganadería, que ha multiplicado sus relaciones. Es una gran pena", finalizó Aitor Sola.