Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política, autor de Una teoría crítica de la inteligencia artificial, investigador y ensayista; y Humberto Bustince, catedrático de la Computación e Inteligencia Artificial (IA), investigador, divulgador y docente, reflexionaron este martes sobre la ética del dato, la necesidad de regular la Inteligencia Artificial, el papel de los Estados, y la situación de Navarra en este contexto.

Ambos filósofos analizaron los retos y oportunidades de la inteligencia artificial desde una perspectiva ética y humanista, en un diálogo abierto al público organizado por Irujo Etxea Elkartea y Sabino Arana Fundazioa, moderado por la comunicadora Aitana Duque.

Innerarity apostó por una cogobernanza que combine regulación pública con la responsabilidad empresarial y criterios éticos, y abogó por una ética pública del dato. “La privacidad digital no debe entenderse como un derecho individual, sino como un bien colectivo cuya protección requiere decisiones políticas, y no solo individuales”.

Según señaló, “la gobernanza ética debe incluir la transparencia en cómo se recogen, procesan y aplican los datos; la rendición de cuentas por parte de quienes diseñan y operan sistemas algorítmicos, y la participación ciudadana en la toma de decisiones que afectan el uso de estas tecnologías”.

“La ética del dato está íntimamente relacionada con el modelo de democracia que queremos. Delegar decisiones a sistemas opacos y automáticos puede debilitar la deliberación democrática. La tecnología debe estar al servicio de lo público, fomentando la inclusión, la reflexión y el pluralismo”, apuntó.

Por su parte, Humberto Bustince destacó que “los límites de la IA muchas veces no van a venir dados únicamente por la legislación, sino por el mantenimiento energético”.

“Hablar del coste energético es fundamental. Crear un sistema similar de neuronas al que tiene el ser humano necesitaría un coste energético tan sumamente alto que es inviable”, expuso.

Asimismo, mostró su preocupación por que son necesarios “más recursos para la investigación, tanto básica como aplicada, en Navarra”. “En la actualidad, en Navarra hay empresas y personas con muchísimo talento, pero muchas de las iniciativas sobre IA son aplicativas, sin una base adaptada al contexto local”, advirtió.

Por su parte, Innerarity afirmó que “la regulación de la Inteligencia Artificial no es una opción, sino una necesidad, y debe ir acompañada de pensamiento crítico, formación, y más inversión”.

En la misma línea, Bustince insistió en que la IA necesita un control. “Imaginemos, por ejemplo, que figuras históricas autoritarias dispusieran hoy de estas herramientas. Ya existen drones y aviones autónomos que deciden objetivos sin intervención humana directa. Estamos manejando una herramienta que puede ser tanto lo mejor como lo peor para la humanidad”, concluyó.

Inteligencia artificial

En cuanto a la definición de la IA, Innerarity consideró que “nos equivocamos calificándola así, y seguramente eso ha llevado a muchísimos equívocos”. “Porque no es inteligente, es una cosa que se parece bastante a la inteligencia".

Humberto dijo que simula inteligencia, y lo hace bastante bien, simula muchas de nuestras capacidades, incluso simula que tiene sentido del humor, que cuenta chistes, que se ríe, que tiene afectividad. Puede simular muchas cosas, pero si analizas un poco conceptualmente y tecnológicamente, como hace Humberto, descubres que es simulación”, señaló.