Riad - El fiscal general de Arabia Saudita ha solicitado castigar con la pena de muerte a cinco de los once acusados del asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi, cuyo juicio empezó ayer jueves en Riad. La Fiscalía General saudí informó ayer a través de un comunicado de la celebración de la primera sesión del juicio contra los once acusados por haber cometido el asesinato del periodista disidente en el consulado de Arabia Saudí en Estambul.

De las once personas acusadas, la Fiscalía ha pedido la pena capital para cinco de ellas “por su implicación en el crimen”, todas pertenecientes al grupo que voló a Estambul para matar al periodista el pasado 2 de octubre en el consulado de Arabia Saudí. “Una operación fuera del control” del Estado, según reconoció Riad tras muchas evidencias, en la que estuvieron implicados dos altos responsables saudíes.

Los encausados, cuyas identidades no han trascendido, escucharon la petición de la fiscalía en presencia de sus abogados y se les dio un plazo para responder, aunque el comunicado no especificaba de cuánto tiempo disponían para ello. El tribunal tampoco comunicó la fecha de la próxima audiencia.

La Fiscalía General saudí anunció el pasado noviembre que 21 personas habían sido detenidas por el asesinato de Khashoggi, pero acusó a once de su implicación y exigió la pena capital a cinco de ellas. Al término de la primera sesión del juicio, indicó que continúa la investigación para “varios” de los acusados, sin dar más detalles. Las autoridades sauditas anunciaron el 20 de octubre la destitución de cinco dirigentes, acusados de ser los responsables indirectos del asesinato. Uno de ellos fue el general Ahmed al Asiri, jefe adjunto de los servicios de inteligencia, y otro el consejero de la Corte real, Saud al Qahtani.

asesinato mediático Khashoggi fue asesinado el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul, al que acudió para recoger unos documentos que le permitieran casarse con su prometida turca. Este homicidio, que tuvo un gran impacto mediático a nivel internacional, salpicó la imagen de Arabia Saudita, y algunos dirigentes turcos y estadounidenses implicaron en este caso al príncipe heredero, Mohamed bin Salmán.

De hecho, medios turcos y estadounidenses, citando a fuentes de la CIA, aseguraron que fue el príncipe heredero Mohamed bin Salmán quien encargó el asesinato del periodista.

Riad terminó por admitir el homicidio, pero no ha aclarado qué ocurrió con el cadáver del periodista, que no ha sido encontrado. Las autoridades turcas afirman tener pruebas de que Khashoggi fue asfixiado y su cuerpo después descuartizado para hacerlo desaparecer.

Turquía pidió la extradición de 18 sauditas detenidos en su país y sospechosos de estar implicados en este caso. Riad ha ido insistiendo a lo largo de estos meses que los acusados por el asesinato de Khashoggi no van a ser extraditados a Turquía, país que los reclama por el crimen.

La fiscalía saudí anunció ayer que el pasado 17 de diciembre mandó dos memorandos judiciales a la Fiscalía General de Turquía para pedir las pruebas que los turcos han ido recopilando a lo largo de la investigación. Sin embargo, apuntó, todavía no han recibido respuesta de las autoridades turcas, al igual que con los otros memorandos enviados el 17, 25 y 31 de octubre, afirmó la fiscalía saudí.

El pasado 5 de diciembre, la Fiscalía de Estambul dictó una orden de arresto contra dos altos cargos saudíes, Ahmed Asiri y Saud al Qahtani, por su presunta vinculación con el asesinato del periodista. El escrito de acusación considera a ambos culpables de “homicidio intencionado y premeditado con ánimo salvaje o infligiendo tormentos”, informó entonces la agencia turca Anadolu. La misma acusación, con petición de extradición, pesa sobre los 15 integrantes del equipo que viajó a Estambul para matar a Khashoggi, así como contra tres empleados del consulado que abandonaron Turquía tras el crimen. - Efe