Tras la toma de control del proceso por los Comunes en la noche del lunes, el líder del grupo eurófobo de diputados tories European Research Group (ERG, por sus siglas en inglés), Jacob Rees-Mogg, dice ahora que apoya el acuerdo de la primera ministra, Theresa May, y lo mismo ocurre con el diputado Michael Fabricant. Ambos votaron en contra en las dos primeras votaciones, pero ahora alegan que “es muy difícil” ver al Reino Unido salir de la UE sin un acuerdo.

La presión del calendario obliga a los diputados británicos a tomar una decisión sobre el brexit, y los primeros que parecen empezar a sentir la presión son los que forman el frente de los brexiters. Pero, tras casi tres años desde que se celebró el referéndum de 2016, los diputados británicos volverán a poner hoy sobre la mesa todas las opciones.

La Cámara de los Comunes celebrará una serie de votos indicativos, pero todavía no se sabe si los diputados tendrán la libertad para votar como quieran. La primera ministra también se reunirá hoy, a primera hora de la tarde, con el Comité de 1922, el influyente órgano que agrupa a todos los diputados tories sin cargo en el Gobierno.

Los laboristas quieren añadir al acuerdo negociado por May, seguir dentro de la unión aduanera, con el fin de que no haya aranceles y las restricciones comerciales. Esta opción evitaría que hubiese problemas administrativos entre Irlanda del Norte, el resto de Reino Unido y la República de Irlanda. Sin embargo, los partidarios de un brexit duro no quieren esta opción, porque alegan que limita la futura política comercial del Reino Unido con otros países y la firma de posibles tratados de libre comercio.

¿Se decantarán por un futuro copiando el modelo de Noruega? Parece poco probable que Londres se decante por este sistema, este modelo se basa en seguir dentro del Espacio Económico Europeo, lo que es sinónimo de una relación comercial muy estrecha con Bruselas, pero a cambio de respetar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Una opción que no convence en Londres porque no permite controlar la inmigración de la UE, cuando fue argumento clave de la campaña a favor del brexit.

Un grupo de diputados piden que haya un Noruega Plus, que implicaría el establecimiento de una unión aduanera específica, además de la permanencia en el mercado único.

Los diputados rechazaron una salida de la UE sin ningún acuerdo el pasado 13 de marzo. La opción que más temen los empresarios, si finalmente los diputados no apoyan el acuerdo de May, es la única opción que queda sobre la mesa y, si el 12 de abril no se ha llegado a otra solución, habrá un divorcio europeo tras 46 años de relación.

petición ciudadana El sector de los diputados favorable a seguir en la UE pide abiertamente la celebración de una segunda consulta, alegando que la primera votación se basó en información falsa y que ahora han salido a la luz las consecuencias reales. Un millón de personas salió a la calle pidiéndolo, pero muchos temen que, de hacerlo, se perdería la confianza en las instituciones y se cuestionaría la legitimidad democrática.

Otra opción más radical es revocar el brexit, tal y como lo quieren 5,7 millones de personas, quienes han firmado la petición online que pide revocar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa y cancelar la salida de Londres del bloque común. No hay que olvidar que Bruselas deja siempre la puerta abierta a esta opción.

Mientras, los ciudadanos de la UE que viven en Reino Unido criticaron ayer el sistema para seguir tras el brexit. El sistema puesto en marcha por el Gobierno británico fue rechazado por la organización Los Tres Millones, (the3million), que defiende los derechos de los europeos en el Reino Unido. Los comunitarios solicitaron un registro que de modo automático reconozca su estatus sin necesidad de que cada persona tenga que pedirlo expresamente.

En su opinión, con el procedimiento electrónico que comenzará a funcionar plenamente el próximo sábado 30 de marzo, el riesgo que asumen los comunitarios si no completan esta solicitud es “demasiado alto”, pues según las declaraciones de la secretaria de Estado de Inmigración, Caroline Nokes, “claramente, aquellos que no lo soliciten, técnicamente no contarán con base legal” para permanecer en el Reino Unido.

reacciones Para el abogado especializado en inmigración Luke Piper, los comunitarios que no lo hagan se convierten en “potenciales víctimas de deportación o que podrían no acceder a trabajos”.

En el trámite los ciudadanos de la UE -se calcula que son unos de 3,6 millones- tienen que facilitar un documento de identidad, una fotografía y una declaración de antecedentes penales, antes del 30 de junio de 2021 o, si el Reino Unido finalmente abandona el bloque sin acuerdo, el 31 de diciembre de 2020.

Además, el presidente de the3million, Nicolas Hatton, subrayó que son muchas las personas que desconocen que tienen que seguir este procedimiento para poder continuar viviendo en el país tras su salida de la UE. Hay dos tipos de estatus, el del asentado, si los comunitarios llevan más de cinco años en el Reino Unido, o el del pre-asentado si llevan menos.

El DUP quiere un año de prórroga

Contrario. El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), socio del Gobierno británico, reiteró ayer su rechazo al acuerdo de salida de la Unión Europea de la primera ministra, la conservadora Theresa May, aunque ello signifique que el brexit se pueda retrasar en hasta un año. Así lo planteó el portavoz unionista del brexit, Sammy Wilson, en una carta publicada ayer por el diario The Telegraph, en la que advierte a la premier y a las “hordas” de parlamentarios partidarias de permanecer en el bloque de que su partido no se “dejará intimidar” para aceptar un “pacto de salida tóxico”. Sus comentarios aparecen después de que líderes del ala euroescéptica tory hayan dejado entrever que también podrían cambiar su posición, alineada hasta ahora con el DUP, para respaldar el plan de salida que May pactó con Bruselas el pasado noviembre, a fin de evitar una parálisis indefinida de este divorcio. - Efe