Washington - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer un acuerdo parcial para dar tregua a su guerra comercial con China y aparcó sus planes de subir los aranceles a las importaciones del gigante asiático, al asegurar que su tensa relación con Pekín se ha convertido en un “festival del amor”.

Trump describió el pacto como la “primera fase” en un proceso para resolver la guerra comercial que puede desarrollarse en hasta tres etapas, y explicó que confía en firmar ese arreglo inicial junto al presidente chino, Xi Jinping, durante la cumbre del APEC que se celebrará en Chile los próximos 16 y 17 de noviembre.

“Hemos alcanzado un acuerdo significativo de primera fase (...) pero todavía no está redactado”, dijo Trump a los periodistas durante una reunión en el Despacho Oval con el viceprimer ministro chino, Liu He.

En virtud del acuerdo, Estados Unidos accedió a suspender por ahora su plan de subir del 25 al 30% los aranceles a importaciones chinas por valor de 250.000 millones de dólares, que iba a entrar en vigor el próximo martes.

Por su parte, China se comprometió a aumentar sus compras de productos agrícolas estadounidenses hasta llegar a entre 40.000 y 50.000 millones de dólares, una cifra que, según Trump, es entre “2,5 y 3 veces superior” a lo que Pekín “había comprado hasta ahora en su punto más álgido”, cuando rozó los 17.000 millones de dólares.

Tras recibir una carta en la que Xi le expresaba sus deseos de llegar a un entendimientol, Trump declaró que la relación entre Estados Unidos y China ahora es “quizá mejor que nunca”.

Ninguno de los dos Gobiernos ha publicado hasta el momento detalles, pero Trump precisó que incluye algunas medidas relativas a la devaluación de la divisa china y temas de propiedad intelectual, aunque no lidia con la transferencia forzada de tecnología en China.