LONDRES. Cientos de miles de personas rodearon hoy el Parlamento británico para exigir que se convoque un segundo referéndum sobre el "brexit", cuyo nuevo tratado no llegó a votarse en la Cámara de los Comunes como estaba inicialmente previsto, tras aprobarse una enmienda que conlleva su aplazamiento.

Londres es una ciudad de contrastes y este sábado se ha vuelto a demostrar: mientras el primer ministro británico, Boris Johnson, intentaba que el Parlamento apoyara su nuevo acuerdo del "brexit", en las calles, una multitud de ciudadanos reclamaba que "la decisión final" debería estar en sus manos.

Así lo aseguraron los activistas de la campaña People's Vote, que desde su formación en abril de 2018 exigen la celebración de otro plebiscito sobre el acuerdo final del "brexit", en el que puedan decidir también si desean seguir en la Unión Europea o abandonarla sin consenso.

La campaña multipartita, apoyada por varios grupos independientes proeuropeos como Open Britain, the European Movement UK, Our Future Our Choice y Wales For Europe, ha convocado manifestaciones en el pasado pero la de este "supersábado" -como lo describen los medios- ha sido la más multitudinaria hasta la fecha, llegando a alcanzar el millón de personas, según los organizadores.

A tan solo doce días del divorcio entre el Reino Unido y la UE, durante toda la jornada en las calles de Londres ha resonado el descontento de una parte sustancial de la sociedad británica.

"Hey hey, ho ho, Boris Johnson has to go", coreaban al unísono los manifestantes, animando al primer ministro a dimitir, mientras marchaban desde Park Lane hacia el Palacio de Westminster.

Un grupo de asistentes arrastraba una carroza con una imagen diabólica de Dominic Cummings, el principal asesor de Johnson, de quien se dice que oficia como su verdadero ideólogo,y otros cargaban con una pancarta del primer ministro británico besándose apasionadamente con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Sorprendidos por la interrupción de la votación, algunos mostraron la esperanza de que esto conlleve una segunda cita con las urnas sobre el "brexit", mientras que otros lamentaron que la Cámara no se haya pronunciado definitivamente a favor de un nuevo referéndum.

Entre el mar de banderas de la Unión Europea que inundaba las calles, los comunitarios europeos residentes en Londres ondeaban las de sus respectivos países.

"Estamos aquí para pedir un segundo referéndum. La gente ya no piensa lo mismo que pensaba en 2016 y los extranjeros que vivimos aquí sentimos una enorme inseguridad. Nadie sabe qué va a pasar después del 'brexit'", contó a Efe Silvia, una chica que, acompañada de sus amigos, portaba una bandera de España.

"Me parece fascinante ver cómo gente tan diversa se ha unido para pedir que les dejen decidir sobre su futuro", declaró a Efe Melon, una joven periodista china que estaba fotografiando una pancarta que decía "No más mentiras".

Los ciudadanos ya pudieron ejercer su derecho de voto en el referéndum del 23 de junio de 2016, donde por un 51,9% frente un 48,1% los británicos decidieron abandonar la Unión Europea. Pero ahora, según sostiene este movimiento, esa votación "ya no representa el deseo de la mayoría."

"Brexit no significa lo mismo que hace tres años. Mucha gente que en su día votó a favor de la salida de la Unión Europea, hoy están aquí manifestándose en contra", dijo a Efe Adam, un británico que lucía orgulloso un sombrero con la bandera europea.

Aunque desde un principio él votó en contra de la salida de la UE, explicó que "mucha gente ahora se ha dado cuenta de que el 'brexit' que nos vendieron era una mentira".

Como otros activistas, Adam considera que parte del problema radica en que "durante mucho tiempo se ha estado fomentando un mensaje antieuropeista. Al Gobierno esto le beneficia porque es mucho más fácil echarle la culpa a Europa, que asumir que su mala gestión es la causante de nuestros problemas", añadió.

La idea de que el referéndum de 2016 se ejerció con un voto "desinformado" parece estar muy extendida entre los manifestantes.

"Temer un voto informado es temer la democracia" o "Quiero votar conociendo los hechos" son ejemplos de las muchas pancartas que sostienen un mensaje similar.

Lora y Steph, dos chicas de veintinueve años, coincidieron en que "los ciudadanos deberían poder participar en la votación" que se estaba llevando a cabo en el Parlamento", explicó esta última activista a Efe.

"Hace tres años, mucha gente votó sin saber. Ahora tenemos mucha más información y somos conscientes de todo lo que está en juego", añadió Lora.

A la espera de que se esclarezca el desenlace del "brexit", en las calles de la capital británica cohabita el descontento de ciudadanos de distintas ideologías y nacionalidades, bajo la incertidumbre, una vez más, de los interminables trámites parlamentarios.