bagdad - Las milicias iraquíes Multitud Popular acusaron ayer a EEUU de lanzar un ataque selectivo en Bagdad, en el que falleció el poderoso comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní, Qasem Soleimaní, lo cual desató una ola de condenas y amenazas por parte de los aliados árabes chiíes de Teherán.

Además de Soleimaní y el esposo de su hija, también pereció el vicepresidente de la Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, y otras cinco personas, incluidos miembros de la Multitud Popular, integrada principalmente por milicias chiíes y respaldada por Teherán.

Según la agrupación armada, la operación fue llevada a cabo por drones estadounidenses después de la medianoche hora local, tras la llegada de Soleimaní a Bagdad a bordo de un avión procedente de Damasco.

El convoy de Soleimaní fue golpeado cuando estaba abandonando el aeropuerto internacional de Bagdad, acompañado por Al Mohandes, que le había recibido en la capital iraquí.

Una fuente del aeropuerto de Bagdad dijo de forma anónima que el ataque dejó dos vehículos VIP calcinados y varias víctimas mortales.

Asimismo, la Multitud Popular acusó a una "parte iraquí" de haber informado a los estadounidenses de la ubicación de Soleimaní, encargado de las operaciones de los Guardianes de la Revolución fuera de Irán y que viajaba frecuentemente a Irak y Siria para supervisar a las milicias respaldadas por Teherán en ambos países árabes.

Por su parte, el Gobierno iraquí y la máxima autoridad religiosa chií del país, el ayatolá Ali al Sistani, consideraron el ataque una "violación de la soberanía" de Irak.

El primer ministro dimisionario de Irak, Adel Abdelmahdi, denunció en un comunicado que "llevar a cabo operaciones de ajuste de cuentas contra figuras de liderazgo iraquíes y de un país hermano en suelo iraquí constituye una violación flagrante de la soberanía iraquí y un ataque a la dignidad del país". Asimismo, advirtió de que esta acción representa "una escalada peligrosa que enciende una guerra destructiva en Irak, en la región y en el mundo".

irak pide moderación Por su parte, Al Sistani calificó el ataque de "violación flagrante de la soberanía iraquí y de los tratados internacionales" y pidió "moderación" a todas las partes, instando a que actúen con "sabiduría" ante la peligrosa situación hacia la que se dirige Irak.

También el presidente de la República, Barham Saleh, llamó a "los sabios" a que "dejen espacio a la voz de la razón y la lógica, e intenten contener los efectos de esta agresión, que amenaza claramente la paz de la región y de Irak". Pidió a todas las partes "ejercer el autocontrol" y "anteponer el interés nacional supremo" por encima de los intereses partidistas o sectarios. Sin embargo, sus palabras pueden caer en saco roto ya que el clérigo chií Muqtada al Sadr ya ha llamado a las facciones de su movimiento y otras afines a estar preparadas para "proteger Irak" frente a Estados Unidos.

En Oriente Medio, frente a las condenas de países como el Líbano o Siria al ataque, Israel apoyó a EEUU y las naciones suníes guardaron silencio o hicieron llamamientos a la contención. El Gobierno sirio, del que Irán e Irak son aliados, consideró el ataque una "agresión criminal estadounidense traicionera" que se asemeja a los métodos de "bandas criminales" y que constituye una "grave escalada de la situación en la región". Beirut, por su parte, calificó lo ocurrido de "asesinato criminal". Por el contrario, Israel expresó su apoyo a Washington "en su lucha por paz, seguridad y defensa propia".

venganza Por su parte, el líder supremo de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Ali Jameneí, añadió ayer tensión al conflicto abierto entre Irak y EEUU al jurar venganza contra los asesinos de Soleimaní. "Su fallecimiento no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general Soleimaní y de otros mártires en el ataque deben esperar una dura venganza", agregó el líder. Jamenei subrayó que el "mártir Soleimaní es una figura internacional de la Resistencia, y todos los devotos de la Resistencia son ahora sus vengadores".

El gobierno iraní, asimismo aseguró que la vía de Soleimaní continuará y que hará rendir cuentas a EEUU por el asesinato. El presidente iraní, Hasan Rohaní, aseguró que "la bandera de la dignidad y firmeza de ese gran mártir permanecerá izada por el gran numero de los soldados islámicos y continuará con más fuerza el glorioso camino del sacrificio y la resistencia". "Sin duda, la gran nación de Irán y las otras naciones libres de la región se vengarán por este horrible crimen del criminal EEUU", aseguró Rohaní.

El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, condenó enérgicamente el asesinato de Soleimaní y aseguró que hará que Estados Unidos rinda cuentas por ello.

Por su parte, los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y Rusia, Vladímir Putin, alertaron de que la acción de Estados Unidos "puede agravar seriamente la situación" en Oriente Medio.

El Reino Unido instó a "todas las partes" a rebajar la tensión, pues "un conflicto mayor no es de nuestro interés", mientras Italia subrayó que "no se deben escatimar esfuerzos para asegurar una distensión y la estabilidad. Nuevos focos de tensión no son de interés para nadie y podrían acabar siendo un terreno fértil para el terrorismo y el extremismo violento". Para Alemania, "nos encontramos en una escalada peligrosa y ahora se trata de actuar con contención y calma para contribuir a 'desencallar' la situación".

"no otra guerra en el golfo"

La ONU pide contención. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo estar "profundamente preocupado" por la reciente escalada de tensiones en Oriente Próximo, horas después de que el ataque estadounidense en Bagdad elevara el pulso político y bélico entre Washington y Teherán. "Es un momento en el que los líderes deben actuar con máxima contención. El mundo no se puede permitir otra guerra en el Golfo", dijo Guterres por boca de su portavoz, Farhan Haq. Los gobiernos de Irán y EEUU se cruzaron amenazas a raíz del ataque que costó la vida al general iraní Qasem Soleimani, figura clave dentro del régimen de los ayatolás.