Washington - El juicio político contra el presidente estadounidense, Donald Trump arrancaba oficialmente ayer en el Senado con una votación de los senadores de una resolución para establecer las reglas del juicio antes de que las dos partes presenten sus argumentos iniciales esta misma semana. "Iniciamos el tercer juicio político para la destitución de un presidente en la historia de Estados Unidos", dijo el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, poco antes del comienzo formal del proceso en el pleno de la Cámara Alta.

El presidente del Tribunal Supremo de EEUU, John Roberts, que la semana pasada tomó posesión como jefe del Senado temporal durante el juicio político, arrancó el proceso con una serie de trámites burocráticos, entre ellos el juramento del senador republicano Jim Inhofe, el único que faltaba por integrar el "jurado" del proceso, compuesto por los legisladores de la Cámara Alta.

McConnell presentó entonces su resolución para las reglas del juicio político, que contemplan 24 horas repartidas a lo largo de tres días para los argumentos de cada parte, a diferencia de su propuesta inicial que marcaba dos jornadas. El líder de la mayoría republicana en el Congreso modificó su plan inicial tras las críticas recibidas, ya que suponía que las sesiones podrían extenderse hasta la madrugada.

McConnell anunció que el Senado no concluiría la jornada de ayer hasta aprobar las reglas definitivas para el proceso, lo que prometía alargar el debate hasta la madrugada (en Washington), dado que los demócratas planeaban presentar varias enmiendas y cada una de ellas podría suscitar una larga discusión.

"La resolución de McConnell podría resultar en un juicio acelerado, con pocas pruebas y en la oscuridad de la noche", advirtió el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.

Uno de los fiscales demócratas de la Cámara Baja, el congresista Adam Schiff, expresó formalmente su oposición a esas reglas al comenzar el juicio, mientras que el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, las respaldaba rotundamente. "(Las normas serían) una forma justa de llevar a cabo este juicio", afirmó el abogado de Trump.

Por su parte, Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja que lideró la investigación previa a la apertura del juicio político, opinó que las "acciones del presidente son un crimen contra la propia democracia", y pidió que se permita incluir pruebas y llamar a nuevos testigos."Este no es un proceso para un juicio político justo. Este es un proceso para un juicio político amañado. Este es el proceso si no quieren que el pueblo estadounidense vea pruebas", dijo el jefe de los 'fiscales'.

"Si el Senado no cumple con su obligación de pedir responsabilidades al presidente, la decisión afectará al poder de la Cámara para siempre", advertía Schiff. "Ahora mismo, la mayoría de los americanos no creen que vaya a haber un juicio justo", simplemente por el partidismo de la Cámara. "Demostremos que no tienen razón. No con una condena, sino permitiendo a la Cámara de Representantes que presente sus argumentos y testigos", señaló. Es improbable que los demócratas reúnan la mayoría de dos tercios necesaria para destituir a Trump, dado que los republicanos controlan 53 de los 100 escaños del Senado y ninguno de ellos se ha vuelto contra el presidente.

Los tiempos Si las reglas propuestas por McConnell son aprobadas finalmente, la cronología del proceso el miércoles, jueves y viernes los demócratas presentarían sus argumentos. Para el sábado, lunes y martes el equipo de Trump presentaría su defensa. El miércoles y jueves de la semana que viene se pasaría a las preguntas de los senadores a ambas partes, y el viernes 31 se procedería al debate sobre si citar a testigos y aportar nueva documentación. Si no se aprueban, el Senado podría votar ese día sobre los dos cargos contra el presidente Donald Trump.

Los cargos Donald Trump es el tercer presidente de la historia de Estados Unidos que se enfrenta a un impeachment después de Bill Clinton (1993-2001) y Andrew Johnson (1865-1869), ambos exonerados por la Cámara Alta.

El presidente republicano se enfrenta -en su tercer año de mandato, y con unas elecciones presidenciales en puertas para este año- a dos cargos. Uno por un supuesto abuso de poder por retener la ayuda militar a Ucrania hasta que aportara información relativa al exvicepresidente demócrata, Joe Biden, y los negocios de su hijo en Kiev- con la intención de perjudicar a su rival político. Mientras que el segundo cargo es de obstrucción al Congreso por entorpecer la investigación relativa al caso.

Según la oposición progresista, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y la programación de una reunión en la Casa Blanca con Zelenski a su exigencia de que Kiev anunciara públicamente que planeaba investigar a Biden. - Efe