La dirección de BSH Esquíroz y el comité tienen este miércoles la última reunión del periodo de consultas del expediente de regulación de empleo (ERE), que supone el cierre de la factoría de electrodomésticos de Esquíroz.
Tanto la empresa como la parte social podrían ampliar la negociación si ambas partes consideran que es necesario, pero todo está en el aire.
Una vez concluidas las fiestas de San Fermín, los encuentros han regresado a la sede del departamento de Industria y Transición Ecológica y Digital Empresarial, en los Edificios Inteligentes, en Pamplona. Decenas de trabajadores se han dado cita un día más para acompañar a los sindicatos y para defender sus puestos de trabajo. Colocaron una pancarta en la que podía leerse Balay y Bosch, nada compensará el dolor que habéis provocado.
Siete meses
El proceso ya cumple su séptimo mes después de que la multinacional anunciara la clausura de la fábrica en diciembre del año pasado, para cumplir la normativa estatal sobre cierres de empresa, que exige anunciarlos seis meses antes para intentar evitar una medida tan drástica. Este martes, la dirección y el comité, compuesto por siete delegados de UGT, tres de LAB, dos de CCOO, dos de ELA, dos de ATISS y uno de Solidari, han vuelto a juntarse durante toda la mañana. “Pocos avances se han producido”, ha indicado el presidente del comité, Juanjo Hermoso de Mendoza (LAB).
Sin justificar las causas
Los sindicatos han insistido en que no se justifican las causas organizativas y productivas que aporta la compañía, y se han mantenido firmes en defender la viabilidad de la planta de frigoríficos y lavavajillas de Esquíroz.
Sin embargo, la dirección no ha cambiado de opinión y continúa con el guion para cerrar esta centro productivo, medida que llevaría a que Bosch se quede sin fábricas en la Comunidad Foral.
En esta ocasión, la empresa ha elevado las indemnizaciones a 29 días por año trabajado, con el tope de 18 mensualidades –la propuesta del jueves contemplaba 25 días y el tope de 14 mensualidades–; y el planteamiento de 49 vacantes (una más que el jueves), han contado fuentes sindicales una vez ha terminado la reunión.
Apenas 46 excluidos
La empresa inició la negociación con un ERE que perjudicaba a 655 empleados, y a medidas que han pasado las reuniones ha quitado del expedientes solo a 46 trabajadores y trabajadoras.
Si no se produce ningún cambio, Bosch va a estar a punto de ejecutar el mayor ERE de la historia en Navarra, al echar a la calle a más de 600 empleados y empleadas –cuyo perfil se corresponde a personas que en muchos casos solo han conocido esta fábrica en su trayectoria laboral–.
Respecto a la posible reindustrialización de la planta de Esquíroz, no hay por el momento novedades en relación a si alguna empresa está interesada en quedarse con estas instalaciones para desarrollar un nuevo proyecto industrial. Hace un mes el Gobierno recordó que firmas de sectores de la automoción, renovables y seguridad habían preguntado. Pero, no ha trascendido nada sobre la evolución de las conversaciones de estos proyectos.