- La líder de la oposición bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya, llama a Rusia a dejar de apoyar al autoritario presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, al tiempo que defiende su estrategia de “resistencia pacífica” para doblegar al considerado último dictador de Europa en una entrevista con en víspera del aniversario del estallido de las multitudinarias protestas contra el fraude electoral en su país.

“Si quiere asumir un papel constructivo para solucionar la crisis bielorrusa, Rusia simplemente debe dejar de apoyar a Lukashenko. Eso es todo. El Kremlin respalda a Lukashenko, pero hay muchos otros países que están con los bielorrusos y la sociedad civil”, aseguró en vídeoconferencia desde Vilna, donde está exiliada desde hace un año.

Tijanóvskaya, que compareció a su regreso de una gira europea junto a una bandera rojiblanca, el proscrito símbolo de la oposición, subrayó que “no es Rusia quien decidirá el futuro” de Bielorrusia, que recordó es “un país independiente. No debemos colocar a Bielorrusia y a Rusia en la misma cesta. Esta crisis tampoco le conviene a Rusia, ya que Lukashenko es tóxico para los países occidentales y para Rusia también es muy difícil relacionarse con Occidente debido a la situación en Bielorrusia”, explica.

La opositora, cuyo marido lleva más de un año en prisión, motivo por el que dio el salto a la política, está agradecida a los países democráticos por su apoyo y no reconocimiento de la reelección de Lukashenko en las fraudulentas presidenciales del 9 de agosto de 2020, pero cree que la primeras sanciones “fueron más morales que efectivas”.

Incumplimiento de compromisos internacionales. La Unión Europea amenazó ayer a Bielorrusia con nuevas medidas en su contra por seguir “desafiando” las normas internacionales, cuando se cumple un año de las “fraudulentas” elecciones en ese país. El Alto Representante de la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo en un comunicado que “la UE está dispuesta a considerar nuevas medidas a la luz del flagrante incumplimiento por parte del régimen de los compromisos internacionales”. La única forma de poner fin a la crisis política, señaló Borrell, “es mediante un diálogo nacional inclusivo”.