El pasado 6 de mayo fallecía en Pamplona Ángel Tirapu. Para nosotros era el cuñado y ese tío que se convierte en un segundo padre. Una persona sencilla, trabajadora y el alma de todas las reuniones familiares. Para el resto, quizá el nombre de pila no les resulte tan conocido como su nombre artístico. Ángel fue Bobby, la otra mitad del dúo humorístico pamplonés Tony y Bobby, que tanto hizo disfrutar con su humor y sus monólogos durante las décadas de los 60-70 y 80 del pasado siglo.

Tony (Pedro Ciordia) y Bobby (Ángel) se conocieron en el Centro Mariano de la calle Mayor de Pamplona. Allí comenzaron a amenizar las tardes de reunión de la juventud pamplonesa con sus chistes y sus monólogos. Tan bien les fue esa experiencia que durante mas de 30 años recorrieron la geografía navarra llevando su humor allí donde les reclamaban. Hacían de payasos para los más pequeños o arrancaban las risas con sus monólogos por residencias de mayores, eventos y fiestas populares. De aquella época nos queda el recuerdo del cartel promocional donde con sus caras pintadas de payasos nos despiertan tantos buenos momentos que nos hicieron pasar a todos.

Tony nos dejó ya hace unos años, y ahora Ángel, a quien seguro también echarán de menos en el Misterio de Obanos, donde tantos años tuvo el placer de participar. Con ellos se va una parte quizá muy pequeña de la historia de Pamplona, pero a los que compartimos tantas celebraciones familiares, tantas excursiones y vacaciones nos queda el gran vacío que dejan las personas buenas, generosas y familiares. Un vacío que intentamos llenar con este sencillo homenaje, con el apoyo a su hija nuestra sobrina y primay con un último caluroso aplauso al cielo.

*Cuñada de Ángel Tirapu (y sobrinos)