Antonio Robles Arriaga fue un profesional taurino muy reconocido en todas las plazas de Navarra. Fue banderillero de muchos toreros y doblador de los encierros de Pamplona durante 30 años consecutivos.

Vivió desde niño en Viana, de donde era natural su madre. Su viuda es María Luz Bernechea Vicente y su hija, Nuria. Se le conocía como El Sevilla por haber nacido en la capital andaluza el 12 abril de 1937, en concreto, en el barrio de San Bernardo.

Cuando tenía 8 años la familia se trasladó a Viana. En la ciudad navarra trabajó de panadero hasta que optó por tomar el rumbo de la tauromaquia.

A los catorce años mató su primera res en Los Arcos y, después en distintas localidades de Navarra y La Rioja aunque no logró proyectarse en el oficio todo lo que había soñado. Pronto optó por pasarse al escalafón de plata. Llegó a formar parte de las cuadrillas de grandes toreros como Campano, El Paula; Curro Romero, Pepe Luis Vázquez, Antoñete, Víctor Mrndes y Rafael Camino.

En pamplona llegó a trabajar en tres turnos: en el encierro de Pamplona, de doblador; por la mañana, en los festivales que se organizan en la plaza de Pamplona y, algunas tardes, en la corrida del matador con el que iba o cubriendo la baja de algún banderillero de otro torero. Como doblador del encierro no faltó a esta cita desde 1963 a 1992. Finalizada su labor, la Casa de Misericordia le homenajeo merecidamente. También reconoció su labor el Ayuntamiento de Viana el 12 de septiembre de 2010 con un homenaje homenaje “a sus dos toreros más célebres”, al propio El Sevilla y a su compañero y amigo Félix Santamaría, Rubito de Viana, fallecido en 2013. Cabe recordar que ambos toreros torearon en Viana mano a mano en 2007 a beneficio de la residencia de ancianos de la ciudad. Precisamente en esta residencia de ancianos es donde El Sevilla ha vivido los últimos años.

Descanse en paz.