Pamplona. La sociedad pública abonaba las retribuciones de manera automática como compensación por la responsabilidad asignada, y sin tener en cuenta si sus miembros participaban o no en las reuniones convocadas.

En el caso de 2009, como queda constancia en los documentos adjuntos en esta página, la presidenta no acudió al único encuentro que el máximo órgano directivo de la sociedad convocó aquel año. Fue el 30 de marzo, con el objetivo de analizar el informe anual de cuentas y el informe de auditoría correspondientes a 2008, en los que se resume y se detalla toda la actividad de la empresa durante el año anterior, que va desde la promoción de viviendas hasta la venta de terrenos. La de la presidenta fue la única ausencia de aquel día.

De hecho, la firma de la líder de UPN es la única que no aparece en las cuentas anuales de ese año, y que incluso se reenvía siempre a los miembros del consejo que no han acudido a la reunión. Un detalle que apunta a que, muy posiblemente, la presidenta ni siquiera se llegó a leer la documentación, pese a que dar su visto bueno a las cuentas era su única función como vocal del Consejo de la sociedad. En cualquier caso, a finales de ese año percibió los 3.500 euros que tenía asignados como miembro de la empresa y que, al igual que en el resto de sociedades públicas, se percibían de forma automática.

Una situación similar se volvió a repetir en 2011. Barcina tampoco acudió a la reunión ordinaria del Consejo celebrada el 30 de marzo, y que tenía por objeto el análisis y la aprobación de las cuentas del año anterior. Era la función principal que tenía asignada el Consejo, y que finalmente salió adelante sin la presencia de la que todavía era alcaldesa de Pamplona.

Durante ese año, el Consejo celebró un segundo encuentro, aunque este de carácter extraordinario y de presencia obligada. Era el que tenía que votar y aprobar la fusión de Vinsa con Nasuinsa y Nasursa, y que dio como resultado la actual Nasuvinsa (Navarra de Suelo y Vivienda SA). Aquella reunión se celebró en el Palacio de Navarra el 3 de mayo, y no en la sede de la sociedad, como ocurría con todas las demás citas de la empresa. Esa vez sí acudió la presidenta. En 2011 hubo un tercer encuentro, el 21 de diciembre, aunque para entonces, siendo presidenta del Gobierno, Barcina ya había abandonado el Consejo de Administración. Lo hizo el 22 de noviembre.

En total, Barcina recibió en 2011 de la sociedad pública Vinsa 3.093,37 euros. Se trata de la parte proporcional hasta el 19 de octubre, fecha en la que el Gobierno anunció la suspensión del cobro de dietas en los consejos de administración como respuesta pública al escándalo que supuso el descubrimiento de la existencia de la Permanente de Caja Navarra y sus abultadas retribuciones.

En su lugar se aprobó un complemento retributivo que, en el caso de la presidenta, asciende a 23.178,15 euros. Hasta entonces, además de Vinsa, Barcina recibía dietas por asistencia a los distintos órganos de dirección de Caja Navarra y de varias empresas públicas dependientes del Ayuntamiento de Pamplona, y que por ser alcaldesa presidía. Se trata de Mercairuña, Comiruña, Animsa, Asimec y Pamplona Centro Histórico, que reportaban a la hoy presidenta del Gobierno en torno a 18.000 euros anuales.