pamplona - La política de confrontación identitaria, histrionismo y nula constructividad está pasando factura a UPN y PP. Esto ha dejado de ser una opinión más o menos extendida en los mentideros políticos para convertirse en un hecho que tiene reflejo en las estadísticas de Telwind, con algún dato especialmente alarmante para los propios intereses de la oposición en el futuro más inmediato, que pasa por unas elecciones forales en las que tendrán que convencer más allá de su electorado para volver a gobernar.

al menos “pelean” La encuesta deja claro que la táctica del apocalipsis les ha hecho caer al suelo de la aprobación popular, bajando del 3,8 del año pasado al 3,6 que registran ahora. Son notas sobre diez, y quedan lejos del 5,33 de valoración que otorgan los ciudadanos al Gobierno. Un dato curioso es que los electores que más nota otorgan a la oposición son los del PP (y no los de UPN, detalle curioso también), que le dan a la actuación de Esparza y Beltrán un 5,54. Y por contra, son los afines a Geroa Bai los que dan la peor nota a la derecha, con un 2,54.

Sin embargo, hay dos aspectos que probablemente preocuparán más a los equipos de regionalistas y populares. La confrontación identitaria les esta haciendo perder apoyos no sólo entre el grueso de la población, sino también en sus feudos. La zona de Navarra que más apoya a la oposición es la Ribera. Pues ni siquiera allí aprueban UPN y PP, que sacan un 4,31. Un suspenso que aún así no tiene nada que ver con el escaso 3,19 que le dan en la zona noroeste.

Lo segundo que posiblemente haga reflexionar es que a la oposición la valoran porque lo está “peleando”. Es decir, que hay un componente emocional con tonos de desesperación, como quien espera que su equipo de fútbol pelee hasta el final aunque vaya a perder el partido. - D.N.