Sigue el Gobierno del Estado, el nuevo, el de la dimisión de ministro/ministra por mes, con la adjudicación de estudios informativos o concesión de obras sobre territorio navarro, para conseguir la imposición del tren de alta velocidad, altas prestaciones o AVE, que son el mismo perro con distintos collares.

El lunes de la semana pasada aparecía publicado en el BOE la adjudicación a una empresa de ingeniería del estudio informativo del trazado de alta velocidad entre Castejón y Logroño, hace unos meses el Gobierno del Estado, el viejo, con vinculaciones de financiación irregular por parte del partido que lo componía ya adjudicó también el estudio informativo para unir Zaragoza con Castejón a alta velocidad.

Los gobiernos del Reino de España y los gobiernos de Navarra, todos, los actuales y los pasados, tienen un característica en común: mienten como bellacos sobre las bondades del TAV. No han presentado ningún informe de rentabilidad económica, social, medioambiental o de movilidad para justificar semejante desembolsos económicos y no tienen intención de hacerlo. Son los mismos perros con distintos collares reconocibles por sus siglas partidistas y su rotaciones de lo público a lo privado tanto en sus curriculum profesionales como en los beneficiarios de sus gestiones políticas para las grandes empresas, la banca y sus amigos.

Todos los defensores del TAV son los que se han cargado en los últimos 25 años el servicio público que representaba el ferrocarril. Son los que con su gestión han reducido a cifras irrisorias el porcentaje, volumen y capacidad de transportar mercancías por los raíles. Son los que venden humo, propaganda y marketing a cambio de llenar los bolsillos de unos pocos con el dinero de toda la población, en concesiones de estudios de ingeniería, adjudicaciones de obras y construcción de megainfraestructuras cuyo coste de mantenimiento posterior se dispara de forma vertiginosa. Se está empezando a demostrar que la proliferación de infraestructuras de comunicaciones como las autovías, autopistas y redes ferroviarias de alta velocidad tienen un futuro muy negro porque va a ser, lo es ya, insostenible su mantenimiento.

Este tipo de infraestructuras y la estafa bancaria, que se está rescatando con dinero público, llevan a ajustes presupuestarios que reducen y eliminan fondos públicos para las pensiones, la educación y la sanidad públicas, la dependencia, etc...

Por ello algunas personas y organismo llevamos años defendiendo otro modelo, hay alternativas y son de este mundo. Por ello desde la Fundación Sustrai Erakuntza ahora y la Plataforma Ribera por el Tren Social. No al TAV, hace más de diez años, defendemos el Tren Público y Social (TPS). Participado con más de 1.600 personas en más de 40 reuniones a lo largo de una año hemos demostrado cómo hacer un debate, cómo llegar a acuerdos con información y rigor y concluir con un documento elaborado colectivamente que solo obedece al interés y al bien común. Tren sí, TAV no.El autor es miembro de la Fundación Sutrai Erakuntza