pamplona - La renuncia de Íñigo Errejón a su escaño en el Congreso tras las presiones de la dirección de Podemos ahonda en la crisis de la formación morada a cuatro meses de las elecciones municipales y autonómicas, en las que el partido de Pablo Iglesias parece dispuesto a competir con quien fue su número dos. “Hay algunas veces en la vida en las que lo correcto y lo cómodo no coinciden, y en esos momentos hay que tomar una decisión. Yo hoy pago muy tranquilo el precio por haber tomado la decisión correcta”, explicó ayer el ya exdiputado de Podemos en su última comparecencia en el Congreso.

Errejón convocó a la prensa para anunciar que dejaba el escaño horas después de que la dirección de Podemos le indicara una vez más el camino de salida “en coherencia” con su decisión “personal y unilateral” de ir a las elecciones autonómicas “con otro partido”, esto es, con la plataforma Más Madrid de Manuela Carmena.

Ese camino no era otro que abandonar el Congreso, según explicó la coportavoz de Podemos, Noelia Vera, después de la reunión de la ejecutiva morada, que se citaba por primera vez tras conocer el anuncio de Errejón.

Según Vera, la militancia estaba diciendo “de forma contundente” que Errejón debía renunciar al acta de diputado por preferir ir a las autonómicas con el Más Madrid de Carmena cuando las bases ya habían decidido que concurrirían con las siglas de Podemos. Una manera más de señalarle la puerta, en línea con lo que el secretario de Organización del Partido, Pablo Echenique, había manifestado en varias ocasiones desde que Errejón anunció su decisión. “Yo si fuera él dimitiría, claro. Si te presentas por otro partido político y tienes un escaño conseguido presentándote como Podemos, lo coherente es dejar el escaño. También es verdad que de algo tiene que vivir Errejón hasta mayo”, aseveró el viernes Echenique en lo que ayer puntualizó que fue una forma de expresarse.

El caso es que Errejón se va del Congreso pero no del partido, al menos voluntariamente, y así lo dejó claro: “No podría dejar Podemos aunque quisiera porque lo he fundado y lo llevo tatuado en la piel”. Así respondía el candidato a Iglesias y otros miembros de su dirección que insisten en situarle fuera de Podemos. Eso sí, en su comparecencia Errejón, que seguirá formando parte del Consejo Ciudadano Estatal, preferió no hacer sangre y mirar hacia adelante porque cree que es momento de “dejar ya la fase de disputas y centrarse en lo importante”, así que apostó por rebajar el “ruido” y el “drama” y luchar por ganar las elecciones.

Tampoco la dirección de Podemos es partidaria de continuar con el debate, y deja en manos de los responsables de la formación en Madrid los próximos pasos, para elegir contrarreloj un nuevo candidato independientes o negociar con la plataforma de Manuela Carmena. Algo que el propio Errejón ve factible, y de hecho se mostró convencido de que Podemos podrá integrarse en Más Madrid al igual que IU y Equo, porque aunque los partidos sean importantes lo es más la capacidad de “unir a la gente”, dijo.

Su renuncia, en todo caso, remueve una vez más el complicado tablero sobre el que se sustenta Unidos Podemos, y aunque se ha ocupado en remarcar que su opción resulta de una decisión “personal” aunque “no sencilla”, está por ver si algunos de los parlamentarios que apoyan su apuesta con Carmena siguen sus pasos antes de mayo. “Yo no vine a estar en política, vine a hacer política”, enfatizó en su rueda de prensa, dando un posible argumento para quienes puedan animarse a seguirle.

De momento, su renuncia al acta dará entrada en el Congreso a la siguiente candidata en la lista de Unidos Por Madrid, la dirigente de IU Sol Sánchez, cuyo nombre precisamente se propuso como número dos de Errejón en su candidatura a la Comunidad antes de conocerse su pacto con Carmena. No obstante, la presencia de Sánchez en la decisiva votación del pleno del Congreso para convalidar ocho decretos-ley del Gobierno no estaba clara ayer, a la espera de que la Junta Electoral Central reciba la documentación que le permita hoy martes tomar posesión de su escaño. - D.N.

El Post-it

2.900 euros al mes. Íñigo Errejón tiene derecho a recibir una indemnización del Congreso de 8.701 euros tras haber renunciado a su escaño, una prestación que se denomina indemnización por cese y que pueden cobrar, si cumplen determinadas condiciones, los parlamentarios que dejan de serlo al finalizar la legislatura o en medio de la misma. Esta indemnización, de carácter mensual que se cobra por un máximo de 24 meses, asciende a una mensualidad por cada año de mandato o fracción superior a seis meses.