pamplona - Navarra seguirá dependiendo de lo que diga el Estado para invertir el superávit con el que consiguió cerrar el año 2017 la Hacienda Foral, y además el Gobierno del PSOE todavía no se ha pronunciado sobre si se van a poder utilizar los 77 millones restantes que van desde los 35 que finalmente autorizó el Ministerio a los 113 que planteaba el Ejecutivo foral para acometer inversiones en todos los departamentos. Al menos, al delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, no le consta “ninguna novedad” sobre la intención del Ejecutivo central de que Navarra vaya a poder dedicar el remanente de tesorería a Inversiones Financieramente Sostenibles, la figura jurídica presente en los Presupuestos de 2018 (los del PP que respetó el PSOE tras la moción de censura) que permitió a algunas comunidades con las cuentas saneadas reinvertir parte de su superávit, previa autorización y cumplimiento de requisitos de disciplina financiera.

En el caso de Navarra, el Gobierno planteó una serie de inversiones sostenibles por valor de 113 millones de euros después de haber cerrado 2017 con las cuentas saneadas, sobre todo gracias a la exitosa negociación del Convenio Económico con el Estado. Muchas de ellas eran obras clave en departamentos como Educación y Salud, además de una buena cantidad para mejoras importantes exigidas por muchos ayuntamientos navarros.

Tras meses con el Ministerio ausente -al consejero Aranburu no le cogían el teléfono, sin ir más lejos- y reacio a que Navarra se aprovechase de una disposición diseñada para Canarias, el Parlamento foral decidió lanzarse a aprobar una ley para habilitar las inversiones. Y sólo tras el ruido que generó el movimiento el Estado reaccionó. Lo hizo siguiendo la estela del PP, con una lectura ortodoxa de las leyes de austeridad de Rajoy y para limitar esos 113 millones a 35, todos los que autorizó la ministra Montero apelando al supuesto incumplimiento de una regla de gasto que ella criticaba con dureza cuando era consejera de la Junta de Andalucía.

sin disposición en 2019 Las de Arasti no son, desde luego, palabras que permitan tranquilizar sobre el desenlace final de esos 77 millones restantes. “En principio desde el Ministerio no nos han facilitado ninguna información más allá de los 35 millones que se autorizaron”, dijo ayer Arasti en Pamplona, para insistir en que “en cualquier caso, ese remanente estará pendiente del cumplimiento de todos esos parámetros que había que cumplir en la Ley de Equilibrio Presupuestario”. Sólo en ese caso “es de suponer” que Navarra “pueda gastar el dinero pendiente”. Una nebulosa de supuestos todavía más inciertos si se tiene en cuenta que en el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 ha desaparecido la disposición adicional 116, el asidero que habilitó las inversiones sostenibles, y en su lugar sólo figura una cláusula para ayuntamientos. El texto todavía puede reflejar cambios, pero a juzgar por el interés del PSOE el final de los 77 millones parece incierto.- D.N.