pamplona - El entendimiento entre las tres formaciones que en Navarra han ido de la mano en su oposición al Gobierno foral -UPN, PSN y PPN- no pasa ahora por su mejor momento. La manifestación que el PP ha convocado contra el Gobierno de Sánchez, a la que no tardaron en sumarse UPN, Ciudadanos y Vox, ha tensionado las relaciones entre las formaciones de derechas y el PSN.

Al respecto, la secretaria general del PSN, María Chivite, lanzó un pequeño dardo a UPN, de quien dijo que “le habrá preocupado ver a algunos de sus militantes” en el acto que Vox celebró el jueves en Pamplona.

Al contrario que otros socialistas, Chivite cerró filas con Sánchez y abogó por el diálogo “porque queremos que los catalanes sigan participando de un proyecto común de España”.

El lógico apoyo de Chivite a la postura de Sánchez fue criticado por la presidenta del PP en Navarra, Ana Beltrán, quien consideró que la líder del PSN “sigue haciendo puntos para ser consejera de un gobierno nacionalista”.

Además, Vox aseguró ayer que la abogada y tertuliana navarra Paloma Zorrilla y su esposo José Miguel Gurrea no han sido expedientados por parte del partido y subrayó que ambos militantes de base se dieron de baja voluntariamente en la formación.

Zorrilla declaró este miércoles que se había dado de baja en Vox después de que la formación le hubiera expedientado porque su esposo, conocido ginecólogo, practica abortos en clínicas privadas. Zorrilla aseguró que desde el partido le dijeron que esto podía causar “un escándalo”. - D.N.