pamplona - Pedro Sánchez da por perdido el debate presupuestario y ya coloca a los independentistas en el mismo lugar que la derecha, el de la confrontación. El presidente del Gobierno no intervino ayer en la primera sesión del debate presupuestario, lo hará hoy, pero colocó sus mensajes en las redes sociales. En ellos da por hecho que sus Presupuestos decaerán pero también deja clara la que se presume su estrategia preelectoral: los malos son, por igual, la derecha y el independentismo. El presidente responsabiliza a ambos no solo de que no vaya a haber presupuestos, también de la confrontación a costa de Catalunya.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fue la que puso voz y cara a a este giro al aceptar ayer, en un debate bronco con tintes electorales, que el proyecto de 2019 caerá hoy en la votación de las enmiendas a la totalidad. La ministra admitió que “previsiblemente” saldrán “adelante las enmiendas a la totalidad” que desde el martes se debaten en el Congreso de los Diputados, donde se produjeron reiteradas peticiones de convocatoria de elecciones generales por parte de PP y Ciudadanos.

En los últimos días se han barajado varias fechas electorales para esta primavera y el propio presidente del Gobierno admitió que la legislatura se acortaría si se tumbaran los presupuestos, aunque la ministra puntualizó que el Ejecutivo “vino a gobernar y mientras esas tareas sigan pendientes este Gobierno seguirá gobernando”. Dos son las fechas más comentadas en los pasillos: el 14 de abril -que baraja Sánchez- y el día 28 de ese mismo mes, como prefieren algunos dirigentes socialistas.

Las cuentas afrontan seis enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Ciudadanos, ERC, PDeCAT, Foro Asturias y Coalición Canarias, que de mantenerse hasta la votación conjunta de hoy y contar con los votos de todos estos partidos prosperarían y devolverían las cuentas al Ejecutivo, que no puede volver a presentarlas.

Pese a la defensa de Montero de unos presupuestos que considera que empiezan a cerrar las heridas de la crisis y que aportan una renta indirecta en forma de prestaciones o servicios públicos de unos 4.174 euros por ciudadano, el conflicto catalán protagonizó la sesión parlamentaria.

el testamento de sánchez Montero arrancó su intervención lamentando que el debate presupuestario haya coincidido con el juicio del procés, aunque al mismo tiempo cargó contra la “ensoñación” de los independentistas de que “el Gobierno iba a aceptar lo inaceptable a cambio de su apoyo”. “Se equivocaron de medio a medio”, subrayó, “este Gobierno no va a ceder a ningún chantaje por parte de nadie” como en su opinión es la petición de un referéndum de autodeterminación como requisito para aprobar el Presupuesto. “Si la tramitación de los presupuestos generales depende del derecho de autodeterminación de Catalunya les adelanto que no habrá presupuestos”, zanjó.

La ministra, que confundió hasta siete veces a Rivera con Casado, también criticó a PP y Ciudadanos, que en su opinión han traspasado “todas las líneas rojas” al hacer una oposición retrógrada y oportunista, como parte de una campaña de “acoso y derribo” desde que dejaron el Gobierno.

Especialmente bronco fue el debate de la enmienda de totalidad del PP, en el que el presidente del partido, Pablo Casado, instó a convocar elecciones porque nunca nadie ha hecho “tanto mal en tan poco tiempo” como este Gobierno, que en su opinión es “rehén de los independentistas”. Acusó al Gobierno de haber intentado quitar a la Justicia su espada para “clavársela a la Constitución por la espalda”, en referencia a un diálogo con los independentistas que “lleva meses ocultando”, algo negado por Montero, que alegó que la prueba de esta “mentira” es que ERC y PDeCAT van a votar a favor de la devolución de las cuentas. Además, recordó a Casado que “el milagro económico del PP” está en la cárcel, por Rato.

El presidente de Cs, Albert Rivera, advirtió a Sánchez que si los Presupuestos no salen serán “su testamento político”, por lo que reclamó que “ponga fecha y hora” a las elecciones.

El debate bajó el tono de crispación durante las intervenciones del portavoz de ERC, Joan Tardá, y del diputado del PDeCAT, Ferran Bel, que insistieron al Gobierno que sus formaciones no se han levantado de la mesa del diálogo. Tardá reiteró que “es tan legítimo poner encima de la mesa la autodeterminación como la autonomía”, y señaló que el inicio de un diálogo requiere que no se hagan “trampas” para culminar con éxito. “Es una oportunidad perdida”, dijo, al tiempo que confió en que espera que no sea “definitiva”, a lo que Montero le instó a que no engañe ni genere expectativas porque los independentistas sabían que el Gobierno no aceptaría el principio de la autodeterminación.

Ferran Bel (PDeCAT) consideró que el Gobierno aún tiene tiempo de rectificar y ofreció retirar su enmienda si el Gobierno acepta “volver al jueves” de la semana pasada, antes de la ruptura del diálogo, aunque se quejó de que el Ejecutivo no haya hablado con ellos “ni un céntimo” del presupuesto.

Unidos Podemos lamentó que el Gobierno se “rinda antes de tiempo”, el PNV abogó por “dar una oportunidad” al proyecto presupuestario y al diálogo y Compromís reclamó que las enmiendas de devolución se voten por separado, ya que, a su juicio, “sería más honesto”. - D.N.