Pamplona - Cientos de personas salieron ayer a la calle para hacer frente al “al odio, el miedo, el autoritarismo y la reacción” que “difunde y defiende” la ultraderecha, en primera línea del plano político y con opciones de condicionar las instituciones estatales y navarras tras la doble convocatoria electoral de abril y mayo. “Debemos de responder, sobre todo, en positivo, defendiendo la libertad, la democracia, la solidaridad y la justicia social”, subrayaron ayer los promotores de la Marcha de la Libertad que recorrió Pamplona con el apoyo de unas 2.000 personas según los convocantes y 1.000 según la delegación del Gobierno. La marcha contaba con la adhesión de diferentes colectivos y agentes sociales como los sindicatos ELA, LAB, ESK, Steilas y CGT, la plataforma Sanfermines 78 Gogoan, la Federación de Peñas, los colectivos memorialistas Autobús de la Memoria y Amapola del Camino o la plataforma Altsasukoak aske.

Se trataba de una movilización para “hacer frente a las políticas de derechas que quieren mirar más hacia atrás que hacia adelante” y decir que “vamos a resistir a las políticas que quieran imponernos”, según destacó Carlos Ochoa en nombre de los promotores al inicio del acto.

La manifestación partió de la plaza del Ayuntamiento precedida de una gran bandera de Navarra y seguida por un grupo de personas que portaban carteles haciendo referencia a diferentes colectivos como el feminista, pensionistas, LGTBI o migrantes, seguido de lema ‘por la libertad’. También se han coreado consignas como “Nafarroa antifaxista” (’Navarra antifascista’) y “Navarra será la tumba del fascismo”.

La marcha finalizó junto al Monumento a los Fueros, donde se leyó un manifiesto en el que los convocantes expresaron su intención de “enfrentar las ideas de la ultraderecha de manera constructiva, con nuevas iniciativas” y mostraron su compromiso para “seguir trabajando a favor de los derechos civiles, de los derechos sociales y de la libertad. Asimismo, rechazaron los “recortes” en libertades democráticas y derechos sociales que son “fruto de nuestro trabajo y nuestra lucha”, y se opusieron a “todo intento de privatización o degradación de los servicios públicos”. De la misma manera, reclamaron que Navarra “sea plenamente libre y soberana y “que nadie decida por nosotros”, como ahora se está haciendo “desde Bruselas y Madrid”. - E.P.