MADRID. El líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, se ha presentado en el juicio del "procés" como un "preso político" que ha entrado en prisión por ser "un activista social" y ha afirmado ser independentista con "un sentimiento republicano", hechos por los que ha dicho estar seguro de que no está siendo juzgado.

"Yo soy un preso político, no soy un político preso", ha señalado Cuixart, que se enfrenta a 17 años de cárcel por rebelión en el juicio que celebra el Tribunal Supremo.

Ha manifestado que él, como su "compañero" Jordi Sànchez, expresidente de la ANC, entraron en prisión el 16 de octubre de 2017 "por el hecho de ser activistas sociales y no políticos".

Por ello, ha justificado no saber "en profundidad de las leyes" y del ámbito parlamentario de Catalunya dado que nunca ha participado en la vida política.

Cuixart, el único acusado que no ha protestado ante el tribunal por no contar con traducción simultánea del catalán, ha comenzado su declaración explicando el origen y objetivos de la asociación que preside y que cuenta con un "99,9 por ciento de socios independentistas".

"Yo mismo soy independentista, tengo un sentimiento republicano y estoy seguro de que aquí no se está juzgando mi sentimiento republicano", ha precisado el líder de Òmnium, que solo va a contestar a la Fiscalía y a las defensas, pero no a la Abogacía del Estado o Vox.

"No lo dude, no se está juzgando eso", le ha respondido el fiscal Jaime Moreno.

El presidente de Ómnium Cultural ha defendido que "el Estado de derecho no está por encima de la democracia", justo lo contrario que lo que -según Cuixart- manifestó el pasado día 20 Felipe VI cuando aseguró que "no es admisible apelar a una supuesta democracia por encima del Derecho".

El fiscal Jaime Moreno le ha preguntado en su interrogatorio por un tuit que lanzó a las 8.28 horas del 20 de septiembre de 2017 cuando, al poco de conocerse los registros en la diversas consellerías y oficinas de la Generalitat, dijo que el Estado "llegará hasta donde le dejemos".

"Si yo escribo aquí esto es que tengo conocimiento de que el dictador se murió en la cama", ha señalado, pero que la democracia la consiguió la sociedad española, se ganó con las movilizaciones y las manifestaciones y "nadie esta cuestionando en Catalunya que vivir en democracia está en manos de la ciudadanía".

Y ha aseverado: "el Estado de derecho no está por encima de la democracia, porque el franquismo también era un Estado de derecho"

Felipe VI aseguró el pasado miércoles que "no es admisible apelar a una supuesta democracia por encima del Derecho, pues, sin el respeto a las leyes, no existe ni convivencia ni democracia, sino inseguridad, arbitrariedad y, en definitiva, quiebra de los principios morales y cívicos de la sociedad".

Las palabras del rey coincidieron con las primeras sesiones del juicio contra los dirigentes independentistas catalanes, pero en ningún momento hizo mención alguna a este asunto.

RENIEGA DE SU DECLARACIÓN Cuixart ha renegado de las declaraciones que prestó ante el juez del Tribunal Supremo instructor de la causa, Pablo Llarena, porque en ese momento su intención era salir de prisión. Ahora dice que se siente un "preso político" y que busca la absolución, así como la "resolución del conflicto político entre España y Catalunya".

Así lo ha manifestado a preguntas del fiscal Jaime Moreno en el momento que el interrogatorio se ha centrado sobre la concentración ante las puertas de la Consejería de Economía en Barcelona, el 20 de septiembre de 2017.

"CIERTA TENSIÓN", PERO NO VIOLENCIA

Cuixart ha dicho que su actuación tan sólo se centró en la Consejería de Vicepresidencia, después de que las personas que se encontraban en el bar de enfrente empezasen a protestar de "manera espontánea" por el registro, y ha negado rotundamente algún "tipo de violencia", pese a que existía "cierta tensión". "Hasta donde sé es que mayoritariamente, en el 99,9 por ciento del comportamiento de la sociedad catalana es un ejercicio de derechos fundamentales" porque "aún hoy lo que pasa en Cataluña es algo muy grave".

El representante del Ministerio Público ha intentando mostrar que esta versión distaba de la prestada ante el juez instructor, pero el presidente de Òmnium Cultural ha reconocido que en ese momento sus declaraciones "estaban vinculadas a un intento de salir de la prisión al precio que fuera". Cuixart lleva en prisión provisional desde el 16 de octubre de 2017, tras declarar ante la ex juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.

"Mi prioridad ahora no es salir de prisión sino denunciar el ataque a los derechos fundamentales", ha subrayado al tiempo que ha afirmado que ahora su criterio ha cambiado y su intención es ser absuelto como el resto de acusados y la "resolución del conflicto político entre España y Cataluña".

Asimismo, aunque Cuixart ha empezado señalando que tanto él como el expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez eran unos "prefectos desconocidos" en la sociedad española y que en Cataluña tan sólo tenían una "autoridad moral relativa" por ser los líderes de entidades sociales, finalmente se ha definido como "un preso político".

SENTIMIENTO DE AUTOGOBIERNO Con todo ello, el líder de Òmnium Cultural ha aprovechado su intervención para intentar hacer entender que "una parte de la sociedad catalana" se manifestó en contra de la intervención del Gobierno español y ha advertido si se vuelve a aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña "va a pasar más de lo mismo" porque el "sentimiento de autogobierno va más a allá del independentismo", "es anterior a la aprobación de la Constitución".

En este sentido, ha defendido que tanto el 20 de septiembre como la jornada del referéndum fueron actos de ejercicio de derechos fundamentales y, para ello, tras parafrasear al fundador de Comisiones Obreras (CCOO), Marcelino Camacho, sobre el derecho de huelga, ha enfatizado que "el derecho a votar en Cataluña se gana votando".

Cuixart, que ha indicado es que es socio 36.080 de Ómnium, lo que es motivo de "satisfacción" para él, ha utilizado la coletilla "hostia", incluso ha llegado a decir "collons", antes de responder a las cuestiones planteadas por el fiscal Moreno. El presidente del tribunal, Manuel Marchena, le ha llamado la atención en un par de ocasiones, pidiéndole que trate de "evitar las interjecciones coloquiales que no son propias". También que intente centrar sus respuestas a las preguntas formuladas.

Por otra parte, tras explicar el origen de organización cultural de Òmnium, Cuixart ha explicado que el 99 por ciento de los miembros son independentistas y que defienden el derecho de autodeterminación "y aún más a partir de la sentencia del Estatut de 2010, en tanto que Cataluña es nación, y esto es un derecho inalienable". "Tengo un sentimiento republicano y aquí espero que eso no se esté juzgando", ha manifestado, a lo que el fiscal le ha respondido, "no lo dude, no se le está juzgando por ello".

DECLARACIÓN DE INTENCIONES, NO HOJA DE RUTA Cuixart también se ha referido a un documento que aparece en el escrito elaborado por Ómnium de la acusación popular y al que la Fiscalía califica de "hoja de ruta" de las acciones que acabaron teniendo lugar en el otoño de 2017. Lo ha calificado de simple "declaración de intenciones" que "obedecía a una estrategia en la que se defendía la independencia y aportaba movilización social, para convertir las elecciones del 27 de septiembre en unas elecciones de carácter plebiscitario".

Cuixart ha eludido responder a las preguntas que el fiscal le realizaba relativas a cada una de las decisiones del Govern o el Parlament catalán que fueron suspendidas por el Tribunal Constitucional señalando que las desconoce en profundidad porque no es político, sino tan solo un "activista social". "Le mentiría si le dijera que todos fueron suspendidos o no, me consta que suspendió el referéndum pero le mentiría si le dijera esta sí o no porque no tengo suficiente conocimiento", ha añadido.

Al igual que los otros diez acusados que ya han declarado en semanas anteriores, Cuixart ha negado conocer hasta que se lo enseñó su abogada el documento denominado Enfocats y la Moleskine con anotaciones que le fueron intervenidas en el domicilio del que fuera número 2 del exvicepresident de la Generalitat y también encausado Oriol Junqueras.