pamplona - A Javier Esparza, presidente de UPN, se le complica cada vez más su intención de hacer ver que Ciudadanos, el partido con el que va en coalición junto al PP en las próximas elecciones, es un aliado de la foralidad. Ayer, Francisco de la Torre, el responsable de Fiscalidad y número dos de Albert Rivera, publicaba un tuit en el que tachaba los conciertos económicos y sus métodos de cálculo de insolidarios e ineficientes. Y enlazaba a un artículo de su puño y letra publicado en febrero del pasado año en el que argumenta en contra de los sistemas de convenio que rigen algunas autonomías.

No ha pasado ni una semana desde las polémicas, que no sorpresivas, palabras de su compañero de partido Luis Garicano, y Ciudadanos vuelve a dejar en evidencia a los regionalistas navarros. Garicano reconoció en una entrevista radiofónica que, de ser reformada la Constitución, abogará por suprimir el Fuero navarro. Y ayer su colega Francisco de la Torre incidía en este mensaje retomando en Twitter lo que para su partido es leitmotiv. Resumiendo, que su partido quiere quitar a Navarra derechos históricos, que no privilegios, como el Convenio Económico.

En concreto, en el artículo De la Torre se refiere al Cupo vasco, que es lo mismo que en Navarra la aportación, y lo califica de privilegio. Y más allá de intentar argumentar el supuesto ahorro que conllevaría el deseo de los de Rivera de que en el Estado solo exista una hacienda, De la Torre se centra en su artículo en dejar ver la “enorme opacidad” de la que, según él, adolece el Cupo y sus homólogos. Y pasa a desmenuzar una serie de gastos que no tienen en cuenta las competencias propias de las comunidades con sistemas de convenio cuyos costes, a la hora de calcular las aportaciones, se restan de los servicios que el Estado no presta en estos territorios por estar cedidas tales competencias.

De hecho, De la Torre afirma que “el resto de España financia una parte del gasto público de la Comunidad Autónoma Vasca” y que gracias a ello esa comunidad, y por ende aquellas “privilegiadas” que cuentan con un sistema propio de recaudación, puede pagarse “privilegios” como “la extensión de 14 semanas en el permiso de paternidad para los funcionarios o la rebaja de cuatro puntos del impuesto de sociedades”.

Es decir, que a Ciudadanos tampoco le gusta que comunidades con sistema de Convenio puedan disponer de su propia regulación en el Impuesto de Sociedades, tal y como Navarra dispone. Y concluye que este tipo de sistemas no se pueden generalizar “sin herir de muerte al Estado” y que por ello su partido continuará, como siempre lo ha hecho, “trabajando por un sistema más transparente, justo y solidarios para todos los españoles” o, lo que es lo mismo, que Ciudadanos trabajará para acabar con los autogobiernos y los derechos forales tal y como se especifica en sus estatutos fundacionales, y como no han dejado de repetir, ni a pesar de su reciente pacto con UPN, desde que en julio de 2006 se presentasen como partido.

Este tipo de declaraciones y posicionamientos no vienen sino a afirmar el talante del partido naranja. UPN ha intentado presentar su acuerdo con ellos como una salvaguarda del autogobierno y la foralidad, pero lo cierto es que desde que firmaron el pacto en Pamplona no pasa ni una semana sin que algún miembro del partido liberal español ponga de relieve que nada más lejos de la realidad, que Ciudadanos se sitúa en el otro lado de la defensa de la foralidad. Así las cosas, y pese al acuerdo firmado por Cs con los regionalistas, lo único que queda de relieve son las ansias de recentralizar el Estado y de acabar con los regímenes fiscales propios que tiene el partido de Rivera.