pamplona - Carlos Couso ya ve ahí al fondo, asomándose, el torno de entrada a la fábrica. Ha sido parlamentario de Podemos -al principio- y de Orain Bai -al final- durante los últimos cuatro años, pero a partir de junio -cuando arranque la siguiente legislatura- volverá a su puesto de trabajo en la Volkswagen. Ya se ve, dice, “con un trapito, limpiando coches”, porque asume que al llegar le tocará hacer lo que le manden. Su caso es el de otros 28 parlamentarios forales que ayer vivieron su último pleno antes de que el martes, 2 de abril, la fría maquinaria administrativa dé por disuelto el Parlamento de Navarra para encarar las elecciones del 26 de mayo. Y, como pasa siempre, hubo tarea hasta el final: cinco leyes se aprobaron: la ley de Igualdad; la de protección de animales de compañía; al Fuero Nuevo; la ley de profesionales del deporte; y las garantías laborales para el Mapa Local. Pero, más allá de los últimos coletazos de la legislatura, la sesión de ayer tuvo esa aroma de despedida, esa atmósfera un poco tontorrona como de último día de instituto y esos speechs testamentarios de quienes, quién sabe -la política da muchas vueltas- en cuatro días pueden estar otra vez de actualidad.

Algunos de los que se despidieron, de hecho, es como si no se vayan a ir: Sergio Sayas y Carlos García Adanero (UPN), uno de esos hombres que nunca pierde la entereza pero que ayer se emocionó recordando nombres de políticos, trabajadores y gentes con las que ha coincidido desde 1991, marchan al Congreso. También Ana Beltrán, número 5 de las listas del PP por Madrid, se despidió ayer exquisita, celebrando una legislatura de “discrepancias vehementes” pero “preciosa” y pidiendo perdón por si en lo personal, alguien, alguna vez, se pudo sentir ofendido por alguno de sus comentarios.

Pero otros se van y, como Couso, igual para no volver. Poco dado a las grandes alabanzas, Rubén Velasco, compañero suyo de Orain Bai, se enfundará más pronto que tarde el uniforme de policía municipal de Burlada, el que vestía antes de entrar a la política. Asun Fernández de Garaialde, de EH Bildu, vuelve a su trabajo de médico de familia tras 16 años fuera del sector -los 12 últimos en el Parlamento-.

El último vistazo le echó al Parlamento Guzmán Garmendia, del PSN, que “salvo que me llame Pedro” volverá a su trabajo en Oracle. Y también del Parlamento volará Patxi Leuza, de Geroa Bai, quien hacía balance de ocho años “muy bueno”. “Al final, esto es como la mili y te quedas solo con los momentos buenos”, reflexionaba. Buenos o malos, ayer Josemi Nuin (I-E) se despedía también tras 20 años como parlamentario. “Con mucha normalidad”. Y con una cosa clara: “Primero ayudaré en las elecciones, pero luego descansaré por lo menos unos meses”.