PAMPLONA - La oposición, con UPN a la cabeza, ha dedicado gran parte de la legislatura a intentar desgastar al Gobierno de Navarra en general, y a la consejera de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia, Mª José Beaumont, en particular, a cuenta de catástrofes medioambientales como el incendio que quemó más de 3.500 hectáreas en la Zona Media en el verano de 2016, o la gestión que realizó SOS Navarra del asesinato múltiple ocurrido en Cáseda en septiembre de 2018, donde tres miembros de una misma familia murieron tras ser tiroteados.

En todas las ocasiones, la consejera Beaumont fue llamada a dar explicaciones en el Parlamento, en comisión o en el Pleno, o ambas, donde pudo demostrar que las críticas eran infundadas. Así ocurrió con el incendio de Tafalla que se inició por una colilla arrojada desde un vehículo en la AP-15 y que, en contra de las acusaciones de UPN, PSN y PPN, fue atajando cumpliendo “todos los protocolos establecidos” en lo referente a la activación de los recursos disponibles, incluida la movilización de la Unidad Militar de Emergencias (UME), y los medios aéreos.

Igualmente, desde UPN y el PPN arrecieron los reproches contra Beaumont con motivo del triple crimen de Cáseda ocurrido el año pasado, al cuestionar la actuación del centro de coordinación de emergencias de SOS Navarra-112 y acusarle de no haber notificado lo sucedido a la Guardia Civil, con la denuncia que interpuso un ciudadano como única base, denuncia que fue archivada meses después por el juzgado de Aoiz.

Nuevamente Beaumont ofreció datos milimétricos sobre la gestión del suceso y explicó que tras la primera llamada que alertó del suceso, en 25 segundos y “con extremada diligencia” se puso en contacto al ciudadano con el Centro de Mando y Coordinación (CMC) de la Policía Foral, que inmediatamente avisó a sus unidades operativas y al Centro de Operación y Servicios (COS) de la Guardia Civil, desmontando una de las últimas polémicas artificiales promovidas por la oposición durante la legislatura. - J.M.S.