Pamplona - La consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales Ana Ollo aseguró en la presentación del decreto foral del euskera que el foco de esta normativa y otras medidas que estaban adoptando desde el Gobierno era atender los derechos lingüísticos de una parte de la ciudadanía navarra que hasta ahora no tenía una igualdad de oportunidades a la hora de dirigirse a la Administración o desarrollarse en las diferentes facetas de su vida, ya que se ha detectado que por diferentes razones de contextos hay muchos que aunque manejan la lengua luego no la usan o pueden usar. Es “parte” la forman 124.000 personas, si se suman los conceptos de vascoparlantes activos (69.000) y pasivos (55.000). Son datos de la última Encuesta Sociolingüística que añaden también el indicador de que el 25,8 de los menores de 24 años son plurilingües, dato en ascenso y que se debía tener en cuenta a la hora de cualquier planificación.

Todo parte del principio de que si existe y se reconoce un derecho, esto genera una obligación por parte de la Administración de prestar un servicio o al menos ofrecer esa opción. Y para hacerlo efectivo hay que descargar el tema de componentes ideológicos y bajarlo al plano técnico de la planificación partiendo del marco legal vigente y de rentabilizar y reforzar los recursos humanos existentes. Esto es lo que ha inspirado la acción de gobierno -con un enfoque muy transversal- liderada en el plano práctico por Euskarabidea, que ha tratado de hundir sus raíces e inputs en la sociedad, ampliando la composición del Consejo Navarro del Euskera. De ahí surgió la aprobación del primer Plan Estratégico del Euskera I Plan Estratégico del Euskera (2016-2019), la auténtica hoja de ruta de la legislatura dentro del contexto filosofíco que impregnaba el acuerdo programático de Geroa Bai, EH-Bildu, Podemos-Ahal Dugu e Izquierda-Ezkerra. El Plan, que incluye 190 acciones concretas en 68 ámbitos, está basado en la Ley Foral 18/1986 del vascuence y en la Carta Europea de las lenguas Regionales o Minoritarias. Cuenta con 3,1 millones para este año, aunque la previsión para todo su periodo es de 10,8 millones. Como dijo la consejera Ollo en su presentación hace dos años, dijo que Navarra “tiene dos lenguas propias y es mayoritariamente castellanohablante, pero también tiene una minoría que habla y vive en las dos lenguas”. “Navarra es muy amplia y muy diversa y este plan es progresivo y está adaptado a las diferentes realidades que convivimos en la Comunidad”, dijo. El Gobierno señalaba que no hay una voluntad de imponer “sino de garantizar derechos dentro de la libertad y de la voluntariedad de la ciudadanía”. El documento se fundamenta también en los compromisos adquiridos en el acuerdo programático, que destaca “la necesidad de un plan transversal, progresivo, adaptado a todas las realidades sociolingüísticas de Navarra y que respete la libertad y voluntariedad de la ciudadanía”, señaló. El centro del plan, señaló el Gobierno, es la ciudadanía de Navarra. “El diagnóstico ha evidenciado las necesidades de los ciudadanos, las carencias que existen para el acceso al euskera y la urgencia de mejorar la situación de la lengua en diversos ámbitos”, explicó el Ejecutivo que añadió que “la política lingüística se estructura en un nuevo modelo señalando prioridades y gestionando los recursos disponibles”. El plan enumera 7 ejes estratégicos: uso social, nuevos hablantes, servicios públicos, prestigio y atractivo, motor económico, marco lingüístico y gestión interna de Euskarabidea. - J.I.C.

desarrollar el decreto y nueva ley

Planes. La legislatura se ha quedado corta para afrontar con garantías de éxito un abordaje al marco legal superior (para unos la Ley del Euskera y para otros incluso la propia Lorafna) y también para desarrollar la letra pequeña del plan y del decreto foral del Euskera departamento a departamento. Aunque la gran mayoría de ellos ya han realizado un diagnóstico de recursos disponibles y necesidades. Faltaría definir puesto a puesto el perfil en el organigrama. Acordar estas plantillas con los sindicatos y luego, proceder a los movimientos internos y de acceso para ir adecuando la oferta a la demanda de forma gradual en el tiempo y según las zonas.