PAMPLONA. El PSOE ha ganado las elecciones con el apoyo de más de 6,6 millones de electores, frente a los 5 que ha obtenido el PP, que recupera Madrid, mientras que en Barcelona empatan en concejales ERC y Barcelona en Comú, por lo que la Alcaldía dependerá de los pactos.

Ciudadanos ha logrado 1,8 millones de votos, por lo que queda lejos el sorpaso al PP, como era la pretensión del partido naranja, según ha expresado en la campaña su líder, Albert Rivera.

Podemos y sus diversas marcas suman poco más de un millón de votos y han perdido relevancia y poder municipal, mientras que el PNV ha ganado en las tres capitales vascas.

La izquierda, aglutinada en las anteriores elecciones en torno a Podemos y sus confluencias, logró gobernar en Madrid o Barcelona en 2015, así como en otras muchas ciudades como Zaragoza, Santiago, Ferrol o A Coruña, los denominados ayuntamientos del "cambio", que ahora ha perdido, con la excepción de Cádiz, donde gobernará José MAría González, Kichi.

En Madrid vence Más Madrid, la formación de la alcaldesa, Manuela Carmena, pero no podrá gobernar al no alcanzar los 29 escaños necesarios para la mayoría absoluta ni con los ocho concejales socialistas.

El PP, con 15 ediles, podrá sumar con los 11 de Ciudadanos y 4 de Vox y llegar a un acuerdo para devolver la corporación a los populares y hacer alcalde a su cabeza de lista, José Luis Martínez Almeida.

La recuperación de Madrid y el mantenimiento de muchas ciudades en las que ya gobernaba, como Málaga, han permitido respirar al líder del PP, Pablo Casado, que ha proclamado que su partido "ha vuelto" e inicia la "remontada" para recuperar desde Madrid el Gobierno de la Moncloa, porque, aunque algunos les daban ya "por amortizados", aún "queda PP para rato".

Ada Colau también lo tiene difícil para continuar al frente del ayuntamiento de Barcelona: su formación, Barcelona en Común, ha quedado por detrás de ERC en votos, aunque han empatado a diez escaños.

La alcaldesa ha felicitado a la Esquerra de Ernest Maragall por haber ganado las elecciones y ha interpretado que "la ciudadanía pide a las fuerzas de izquierdas un gobierno amplio y transversal de izquierdas".

Antes sus simpatizantes ha señalado que "28 concejales de izquierdas es un resultado histórico para las izquierdas en la ciudad de Barcelona".

El PSC ha obtenido ocho concejales, seis la plataforma en la que está Ciudadanos, uno más que Junts, y el PP, dos, mientras que la CUP se queda fuera del Ayuntamiento.

Los socialistas han conseguido 22.305 concejales, frente a los 20.322 del PP, los 3.102 de ERC, 2.794 de Junts y 2.788 de Ciudadanos.

En Asturias, Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, la Comunidad Valencia, Cataluña, Aragón y Canarias, el PSOE ha sido la fuerza más votada, mientras que el PP lo ha sido en Galicia, Madrid, Castilla y León, La Rioja y Baleares.

En Cantabria ha ganado el PRC, que tiene 348 concejales, en el País Vasco, el PNV, con 1.057, y en Navarra, la fuerza municipal más votada ha sido EH Bildu, con 320 concejales.

POSICIÓN DE FUERZA Pedro Sánchez encara a partir de mañana -ahora sí- la negociación para su investidura, y lo hace con una clara posición de fuerza tras ganar en la triple cita electoral de este domingo.

Pero lo hace también en un momento agridulce, al ver que la izquierda ha perdido la Alcaldía de Madrid o que a pesar de ganar en importantes territorios, el PSOE no los va a gobernar por la suma de sus siempre enemigas las 'tres derechas'.

Solo un mes después de las generales, el PSOE ha ganado claramente esta 'segunda vuelta'.

Ha sido una victoria rotunda sobre todo en las europeas, en la que los socialistas han superado en casi tres millones de votos al PP, e importante también en las municipales y autonómicas, porque el Partido Socialista ha sido la fuerza más votada en el cómputo general.

Pero no ha supuesto el remate que esperaban los socialistas y que habría colocado a Pablo Casado en una situación prácticamente insalvable, porque los populares van a poder gobernar tanto la Comunidad como la Alcaldía de la capital si pactan, como en Andalucía, con Ciudadanos y Vox.

Y si Casado ha salvado los muebles con Madrid, Albert Rivera y Pablo Iglesias han tenido una noche mala que coloca a ambos en una situación muy delicada para estas próximas semanas con tanto que negociar entre ayuntamientos, comunidades y la investidura del propio Sánchez.

Iglesias, que esta noche ni siquiera ha dado la cara para valorar los resultados, tendrá que escuchar ahora numerosos reproches por haber dividido el voto en la capital al "divorciarse" de Manuela Carmena e Íñigo Errejón.

Pero además la debacle de Podemos es general -solo mantiene una gran plaza, Cádiz, con un alcalde que no es 'de los suyos'- y debilita al líder de la formación morada para las conversaciones que tiene que mantener con Pedro Sánchez.

Es muy posible que el jefe del Ejecutivo en funciones tenga en cuenta el fracaso de Iglesias cuando comiencen las negociaciones, y aproveche para insistir en gobernar en solitario, con apoyos puntuales. El líder de Podemos no está en las mismas condiciones que ayer para pedir ministerios.

Tampoco lo tiene fácil Albert Rivera.

El líder de Ciudadanos sacaba pecho el 28 de abril y aspiraba a hacerse con el liderazgo de la oposición tras quedarse a solo 200.000 votos del PP, que estaba en caída libre.

Pero el partido naranja no ha conseguido su soñado sorpasso y solo tocará poder donde sea bisagra o forme parte de alguna coalición que lideren otros.

La cuestión ahora es si Rivera se quiere mantener como muro de contención del socialismo y negocia solo con la derecha y la extrema derecha o cede en territorios en los que han ganado los socialistas donde podría ser llave de Gobierno. Como ocurre en Castilla y León.

Y en contra de lo que parecía cuando comenzó la noche electoral, Pablo Casado sale vivo de la contienda, porque a pesar de perder miles de votos en toda España, muchos de ellos en Madrid, recupera el Ayuntamiento y salva la Comunidad si pacta con Cs y Vox.

Como si hubiese ganado las elecciones, Casado ha salido al balcón de Génova triunfal y replicando a los que le daban por "amortizado" que tiene liderazgo para rato.

Ya vendrán después los análisis por territorios, porque ha perdido mucho y en muchos feudos populares.

El presidente del Gobierno en funciones ha sido el primero de los grandes líderes en comparecer esta noche y lo ha hecho con un mensaje alto y claro al PP y Ciudadanos, el de que se abstengan de pactar con la ultraderecha de Vox.

Pedro Sánchez, que tanto utilizó el riesgo de un pacto a la andaluza para movilizar a la izquierda en su favor, ha pedido a Casado y Rivera que no dejen en manos de la ultraderecha la estabilidad de ciudades y regiones.

Pero también lo ha hecho para recordarles que el que ha ganado es él y pedirles, aunque sea de forma implícita, que no entorpezcan su investidura.

Porque aún le quedan votos -o abstenciones- para hacerla posible. Y a partir de este lunes los tiene que negociar.