ansoáin - Un resultado “extraordinario” para EH Bildu y “magnífico” para el PSN. Adjetivos que tienen sentido en boca de los cabezas de lista de las formaciones más beneficiadas tras la jornada electoral. Ambas lo hicieron casi calcando el aumento de votos y porcentaje de apoyo respecto a 2015, un 5% (del 29 al 34% en el caso de EH Bildu, y del 27 al 32% en el de los socialistas), que se tradujo en 350 sufragios más para los primeros y 346 para los segundos. Los abertzales, además, alcanzan con ese incremento el techo de votos de cualquier partido en unas elecciones municipales en Ansoáin.

Sin embargo, pese al éxito evidente a los dos les queda un pequeño pero tras su paso por las urnas. Porque el resultado histórico no se traduce en un nuevo escaño para EH Bildu, que se queda como estaba. Y porque aunque el PSN sí crece y empata a seis ediles como partido con mayor representación, le faltan 91 votos para ser primera fuerza. Una cuestión capital en caso de que no haya acuerdo de investidura: gobierna la lista más votada.

Está por ver si hay pacto previo. Los partidos, en buena lógica, todavía no se mojan. Es muy pronto para hablar cuando casi ni lo han hecho entre ellos. Y la toma de contacto formal con otros grupos tampoco se ha producido. Así que toca elucubrar. Los números dicen que el acuerdo de 2015 podría reeditarse por los pelos. Una fórmula de gobierno a tres bandas -EH Bildu, Unidas-IE-Podemos y Geroa Bai- con presidencias de comisiones para I-E, Patricia Abad al frente del área de Igualdad y Carlos Jiménez del patronato de deportes, y con Geroa Bai sin una responsabilidad específica, pero que sí formó parte de la Junta de Gobierno. Parece razonable pensar que lo que ya ha sido, y ha sido bien -puertas hacia fuera no ha trascendido ninguna fisura en el equipo de Gobierno-, pueda volver a ser. Pero como esto es política, vaya usted a saber. “Los números dan para repetir esa fórmula que ha funcionado durante cuatro años. No entendemos nada que no pase por repetir algo que es beneficioso para el pueblo de Ansoáin”, consideró el alcalde en funciones, Ander Oroz. Y se refirió al día a día con sus dos socios estos cuatro años, con una relación “muy estrecha y en la que hemos sido capaces de resolver cualquier discrepancia, cediendo unos y otros desde la voluntad de tirar para adelante y acordar”.

Lo que pasa es que las cuentas alcanzan para opciones menos probables pero igual de viables: PSN, Unidas-IE-Podemos y Geroa Bai también suman nueve. Incluso los dos asientos de Navarra Suma pueden decantar la balanza, aunque para el PSN la investidura es un campo de minas porque no le gustan ni Navarra Suma ni nacionalistas, y con tanta línea roja no da para formar mayorías. Y a lo mejor ni siquiera depende de Ansoáin. Ayer mismo, en este periódico, el secretario de política municipal del PSN, Ramón Alzórriz, hizo el primer movimiento y deslizó posibles acuerdos en las alturas poniendo a Ansoáin como ejemplo: “no puede ser que demos la Alcaldía en Castejón a I-E si luego no nos apoya en Ansoáin”, dejó caer. “A verlas venir”, expresó ayer el candidato socialista Iván Cacho, que recordó que el pueblo también ha vivido experiencias de Gobierno entre el PSN e I-E. En este batiburrillo de posibles pactos, lo único que tenía claro Cacho es que no quiere “tirarse a la piscina” y presentarse sin avales a una sesión de investidura. Puestos a saltar, mejor con agua.