PAMPLONA - “Queremos contribuir a dar continuidad a varios proyectos que reivindicamos y apoyamos para la ciudad”, decía en enero la candidata socialista en el Ayuntamiento de Pamplona, Maite Esporrín, tras anunciar que apoyarían la mayoría de modificaciones presupuestarias planteadas por el equipo de Gobierno. Y así fue. Durante los últimos meses han sacado adelante junto a EH Bildu, Geroa Bai e I-E tres modificaciones del presupuesto de 2018 por un valor de casi 20 millones de euros. Sin embargo, un día después de la última modificación, el 4 de mayo, la candidata del PSN comparecía ante los medios de comunicación para dejar claro que no pensaba “alcanzar ningún acuerdo de gobierno” con EH Bildu. La vista estaba puesta ya en el escenario electoral del 26 de mayo.

Pero las modificaciones presupuestarias no han sido el único asunto en el que EH Bildu y el PSN han compartido posiciones. Políticas de memoria histórica, de movilidad, de igualdad o de vivienda, han contado con el voto en el Pleno de los socialistas. El propio alcalde, Joseba Asiron, reconocía tras la última modificación del presupuesto prorrogado, a principios del pasado mes de mayo, que “en este último tramo de la legislatura hemos tenido mayor facilidad que en la primera mitad para llegar a acuerdos con el Partido Socialista”. Un acercamiento que se rompió cuando el PSOE-PSN señaló a la formación arbertzale como “línea roja”, según Esporrín, “por una cuestión de ética”.

modificaciones presupuestarias Una ética que no aplicaron en las modificaciones de las cuentas de 2019 aprobadas este año con los votos de EH Bildu, Geroa Bai, PSN e I-E. En total, 5,1 millones destinados a proyectos como la rehabilitación del Palacio de Redín y Cruzat, el concurso de los Caídos, el corredor del Labrit o la Casa de las Mujeres. La socialista Maite Esporrín respaldó las iniciativas referidas a Inversiones Financieramente Sostenibles, a excepción de la inversión prevista en el Palacio Redín y Cruzat al entender que sería destinado a los miembros del gaztetxe. Medidas que sí apoyó Aranzadi por lo que salieron adelante.

La segunda modificación presupuestaria que Esporrín apoyó, tal y como dijo, “por responsabilidad”, contempló 4,9 millones en inversiones prioritarias y de mejoras en los barrios. Y la tercera modificación de las cuentas, llegó a principios de mayo, un mes antes de las elecciones municipales. También con el voto a favor del cuatripartito más el PSN se aprobaron 9,7 millones de euros para nuevas inversiones, sobre todo en los barrios, vivienda, movilidad o dotaciones públicas.

Memoria histórica La misma posición compartida hicieron pública socialistas y abertzales en marzo de 2017 cuando presentaron junto con el resto de grupos del Ayuntamiento, excepto UPN, la querella criminal para investigar los crímenes del franquismo cometidos en Pamplona. Era la primera vez que un ayuntamiento acudía a los tribunales del Estado español para denunciar los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y el franquismo y tampoco en esto hubo problemas en salir juntos en la foto.

También el PSN apoyó en 2016 la decisión de trasladar los restos de los militares franquistas Sanjurjo y Mola de la cripta del Monumento de los Caídos. Incluso apoyó la moción rechazando la decisión de la Audiencia provincial de Pamplona que en 2018 sentenció que los restos de los franquistas tenían que volver a la cripta. Finalmente el Ayuntamiento recurrió esa sentencia y el Tribunal Superior de Justicia de Navarra dio la razón el pasado mes de enero al Consistorio en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.

emergencia habitacional En enero de 2016 las cuatro fuerzas del cambio y el PSN aprobaron la ordenanza para permitir la cesión temporal de viviendas municipales para situaciones de emergencia habitacional y una declaración para evitar el corte de suministro de luz y gas a ciudadanos en especial situación de vulnerabilidad. Dos decisiones que marcaron el cambio de rumbo que las fuerzas progresistas iban a aplicar y que fueron posibles con el apoyo de todas las formaciones menos de UPN, que sí apoyo lo relativo a la pobreza energética. “Es una ordenanza necesaria y oportuna, con unos criterios objetivables y justos”, dijo la portavoz del PSN, Maite Esporrín en aquella ocasión.

igualdad y bajeras Los 17 votos que sumaron las cinco fuerzas progresistas con representación en el Ayuntamiento de Pamplona permitieron en abril de 2016 sacar adelante dos iniciativas de gran alcance y calado social, como son la ordenanza que reguló el uso de las bajeras de los jóvenes y el III Plan de Igualdad. Solo UPN se mantuvo al margen de los acuerdos alcanzados en el Pleno por EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi, I-E y PSN después de los trabajos previos que llevaron a cabo en comisión para consensuar una postura en ambos asuntos.

Ordenanza de movilidad Tras una larga tramitación, el Ayuntamiento aprobó en diciembre de 2018 la nueva ordenanza de movilidad. Votaron a favor EH Bildu, Geroa Bai, PSN e I-E, mientras que UPN y Aranzadi se abstuvieron. Con ello se pusieron en marcha medidas como la redacción del Plan Ciudad 30 para que los vehículos no superasen los 20, 30 o 50 kilómetros por hora. Además incorporó novedades como la regulación de los vehículos de movilidad personal, entre los que se incluyeron los patinetes eléctricos o la prohibición de estacionar coches en los 5 metros anteriores a todos los pasos de peatones.

participación Este pasado mes de marzo el PSN se sumaba a otro acuerdo con EH Bildu, Geroa Bai e I-E. Juntos aprobaron el reglamento de participación ciudadana que permitirá la celebración regulada de consultas y habilitará canales para que la opinión de los vecinos de Pamplona sea tenida en cuenta por sus representantes municipales.

Todos estos asuntos contaron con el acuerdo consensuado y la unión en el mismo bloque de socialistas y aber-tzales. Ya dijo Maite Esporrín al inicio de la legislatura que no tenía “complejos en apoyar al equipo de Gobierno, en políticas sociales”, en las que iban a recibir su respaldo. Cuestiones que podrían tratarse ahora, igualmente, de cara a formar un Gobierno, pero que han perdido la condición de prioritarias en favor de los vetos y de las líneas rojas.