GASTEIZ. El nacionalista Gorka Urtaran revalida su mandato al frente del Ayuntamiento de Vitoria con mucha más fuerza que hace cuatro años al conseguir la victoria para el PNV 24 años después de que este partido ganara en la ciudad con el carismático José Ángel Cuerda.Urtaran, pese a que fue el tercero más votado en 2015, arrebató ese año la Alcaldía al PP y a su entonces candidato Javier Maroto, que ganó las elecciones, gracias al apoyo que recibió de EH Bildu, Podemos e Irabazi.EL PSE no respaldó entonces a Urtaran. Vitoria fue el único ayuntamiento de las tres capitales vascas que se quedó al margen del pacto global entre PNV y socialistas por considerar que los nacionalistas no respetaron ese acuerdo en Andoain (Gipuzkoa).

Pero un año después aparcaron las diferencias y los socialistas entraron en el equipo de gobierno. Desde entonces ambos partidos han gobernado en coalición, aunque en minoría, y lo seguirán haciendo los próximos cuatro años.Los siete concejales del PNV, 2 más que en 2015, y los 6 del PSE, también 2 más, dejan a ambos partidos a un concejal de la mayoría absoluta, por lo que el equipo de Urtaran tendrá que negociar con el resto de las fuerzas para sacar adelante, por ejemplo, los presupuestos, que llevan prorrogados desde 2017.Con esta victoria de Urtaran, el PNV se sitúa como la fuerza que más elecciones locales se ha llevado en Vitoria, con 5 (2019, 1995, 1991, 1983 y 1979).

El alcalde, hijo de María Jesús Agirre, que fue estrecha colaboradora de Cuerda, nació en Vitoria el 21 de diciembre de 1973 y se afilió al PNV en 1994. Casado y con tres hijos, trabajó como funcionario del Ayuntamiento y es licenciado en Sociología por la Universidad del País Vasco en las especialidades de Sociología Urbana y Sociología Política.En octubre de 2007 fue designado procurador del grupo PNV en las Juntas Generales de Álava y encabezó la candidatura de su partido a la Alcaldía de Vitoria en las elecciones municipales de 2011.Ejerció como portavoz del grupo municipal durante el mandato de Javier Maroto, con quien llegó a pactar los presupuestos en 2013 y 2014, lo que le dio fama de integrador y de trabajar por los acuerdos, aunque este perfil se oscureció durante la pasada legislatura al no concitar apoyos para la cuentas públicas.Entre su retos más destacados figuran la ampliación del tranvía, la implantación del autobús eléctrico, el soterramiento del Tren de Alta Velocidad y el futuro Auditorio.