La décima legislatura del Parlamento de Navarra arranca hoy a las 11 de la mañana con la elección de la Mesa del Parlamento. Se trata del órgano que dirige la Cámara, y aunque su labor en fundamentalmente administrativa, tener mayoría siempre ha sido de interés para los partidos que aspiran a gobernar para evitar problemas normativos a lo largo de la legislatura.

Pero lo es también porque la constitución del Parlamento sirve para testar las mayorías que han dejado las urnas, siempre plurales en Navarra y necesarias de pactos y acuerdos. Una votación que siempre llega después de la conformación de los ayuntamientos y antes de emprender las negociaciones del Gobierno, por lo que esta primera sesión sirve para testar las posibles alianzas... o los posibles desacuerdos.

Es precisamente lo que va a centrar la atención en la sesión constitutiva de hoy. Los 50 parlamentarios deberán elegir a la Mesa del Parlamento en tres votaciones sucesivas. En la primera al presidente o presidenta, que será nombrado quien obtenga más votos. En caso de que haya más de dos candidatos, los más votados pasarían a una segunda vuelta. Después se elegirán las dos vicepresidencias, que serán para los dos aspirantes con mayor número de apoyos. Y, finalmente, las dos secretarías, que se elegirán por el mismo sistema.

Por curiosidad, en caso de empate la presidencia y vicepresidencias serán para los candidatos de mayor edad, y las secretarías para los más jóvenes. Las votaciones serán secretas y con papeletas, en las que se podrá escribir el nombre de uno solo de los candidatos proclamados o dejar en blanco, ya que los demás votos serán nulos.

El nuevo Parlamento estará formado 20 parlamentarios de Navarra Suma (15 de UPN; 3 de Ciudadanos y 2 del PP), 11 del PSN, 9 de Geroa Bai, 7 de Bildu, 2 de Podemos y 1 de Izquierda-Ezkerra. Una vez constituida la Mesa, el órgano rector deberá tomas las primeras decisiones. El nuevo presidente del Parlamento tendrá un plazo de diez días para llevar a cabo la primera ronda de consultas entre los grupos parlamentarios a fin de conocer si existe ya un candidato a presidir el Gobierno foral. Si antes del 26 de agosto no hay acuerdo, se repetirán las elecciones.