pamplona - Habrá que esperar hasta el último momento para conocer la composición definitiva de la Mesa del Parlamento de Navarra, el órgano que rige el funcionamiento de la Cámara. Es lo que cabe pensar teniendo en cuenta que el día de ayer fue un ir y venir de encuentros y conversaciones entre PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E -los cuatro partidos llamados a conformar un “gobierno progresista” alternativo a la derecha- que terminó al filo de las doce sin acuerdo y con los partidos emplazándose a continuar las conversaciones a las nueve de la mañana de hoy, antes de la sesión constitutiva.

Aunque la situación, a priori, no está tan encallada como el lunes. O, al menos, está encallada en otro punto: tras varios días en las que el PSN reclamaba para sí la presidencia de la Mesa -Alzórriz lo dijo públicamente durante la ronda de contactos-, hoy parece más que aceptado que los socialistas han accedido a apoyar al candidato de Geroa Bai en un acuerdo que sería recíproco en el caso de la vicepresidencia primera. La clave va a estar en qué ocurra con EH Bildu, en parte el motivo por el que se alargaron todas las negociaciones ayer.

El PSN, que siente de cerca las miradas tanto de Ferraz como del aparataje mediático estatal, quiere volver a demostrar que no tiene ningún pacto con EH Bildu -cuya abstención necesita Chivite para llegar al Palacio de Navarra- y tiene la voluntad de dejar fuera de la Mesa al partido soberanista, bajo el pretexto de que el órgano rector tiene que tener mayoría de miembros que representen ese acuerdo a 23 al que aspira Chivite. Pero Geroa Bai, el que supuestamente está llamado a ser el socio principal del PSN, ha dejado claro que EH Bildu, por una cuestión de representatividad -es la cuarta fuerza de Navarra- no puede quedarse fuera de la Mesa. Pero, además, el partido soberanista sería el único actor que podría dar estabilidad a un Gobierno y así evitar que el control legislativo lo llevase Navarra Suma, una posición que además también comparte I-E, quien considera que las tres principales fuerzas de izquierdas tienen que tener cabida en la Mesa y que los de Ruiz serían claves para dar estabilidad a un Gobierno ajeno a la derecha.

En cualquier caso, la coalición liderada por Barkos no estaría por la labor de participar en esa especie de exclusión a EH Bildu. Pasadas las doce de la noche, Unai Hualde (Geroa Bai) insistía en que EH Bildu tiene que estar. Y Ramón Alzórriz (PSN) seguía adelante con que ellos quieren un acuerdo global, sin EH Bildu. Por lo tanto, las posiciones siguen igual y todo se decidirá hoy.

Lo que pasa es que no todos los actores parten con la misma fuerza. La Mesa está compuesta por un presidente, dos vicepresidencias y dos secretarías, que se eligen en tres votaciones diferentes. Con ese sistema, los 20 escaños de Navarra Suma le garantizan a la formación de Esparza dos puestos; y otros dos se repartirían Geroa Bai (9) y EH Bildu (7) si deciden votarse recíprocamente. Es el PSN, con 11 escaños el partido que necesariamente tiene que negociar para tener representación en la Mesa.

escenarios Ayer se especuló con varias posibilidades. Una de ellas apuntaba hacia un acuerdo entre PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E para la presidencia y la vicepresidencia, pero no para las secretarías. De esta manera, Geroa Bai obtendría la presidencia y el PSN la vicepresidencia, y las secretarías se repartirían de la siguiente manera: Na+ la primera, con 20 escaños, y EH Bildu la segunda, con 16 votos, los 9 de Geroa Bai y los 7 de EH Bildu. Es el escenario por el que aboga Geroa Bai, que cree que así encajan todas las piezas y todas las pretensiones: la coalición de Barkos, el socio más fuerte del PSN en la búsqueda de ese Gobierno de progreso, se quedaría la presidencia de la Cámara; los socialistas se asegurarían su presencia en la Mesa, además con la figura del vicepresidente primero; y EH Bildu entraría con el apoyo de Geroa Bai sin que participase el PSN en la negociación.

A partir de ahí, las combinaciones pueden ser muchas, y en casi todos los casos más traumáticas. Si el PSN se enroca, Geroa Bai cede, se reparten entre ambos los tres puestos y EH Bildu se queda fuera de la Mesa, la investidura de Chivite se complicaría mucho: ¿qué motivos tendría EH Bildu para abstenerse, y más después de lo que ocurrió el sábado en los ayuntamientos? Y si al final todo queda sin acuerdo, Na+ podría hacerse además con la presidencia. Son especulaciones, y tampoco se puede descartar otro tipo de acuerdos.

En lo que sí coinciden todos los actores es que la formación de la Mesa sí que será un antes y un después en la carrera hacia la formación del Gobierno, sobre todo después del sábado. Si el PSN queda fuera de la Mesa, Chivite puede considerar que ha perdido el control sobre el Parlamento y que le será imposible intentar seguir adelante. Si EH Bildu queda fuera, puede no encontrar motivos para abstenerse en la investidura de la socialista, que además de no tenerles en cuenta habría maniobrado para excluirlos. Y si el PSN accede a algún tipo de intercambio con Navarra Suma, Geroa Bai puede pensar que no existe una voluntad real para construir una alternativa y que ya no merece la pena seguir adelante con las negociaciones. Son posibilidades abiertas tras una conformación de ayuntamientos que han levantado todas las suspicacias en Geroa Bai, que a buen seguro evaluará la cita de hoy como una última demostración de la voluntad real del PSN por seguir adelante.

El PSN. El PSN quiere una Mesa que refleje la mayoría a 23 que aspira a aunar para hacer a Chivite presidenta. Eso significa que quiere que los tres sitios restantes -dos los tiene asegurados Na+- caigan en en el saco de PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E. Considera que es importante que el órgano rector represente la mayoría del Gobierno y no quieren escenificar acuerdo alguno con EH Bildu.

Geroa Bai. La apuesta de Geroa Bai es clara: una Mesa con presencia de PSN, Geroa Bai y EH Bildu, fuerza a la que no se puede excluir. Además, Geroa Bai cree que si el PSN tiene una voluntad real de gobernar y no quiere depender de la derecha, más pronto que tarde tendrá que sentarse con la formación de Barkartxo Ruiz. Para eso, abogan por un acuerdo con PSN en la presidencia y la vicepresidencia y por apoyar a EH Bildu en la secretaría.

Podemos. Podemos es determinante para decantar la balanza del lado del PSN, pero con 2 escaños no reclamará sitio en la Mesa.

I-E. Comparte que EH Bildu tendría que estar en la Mesa al ser la tercera fuerza de la izquierda y la cuarta en representatividad, además de que serían claves para garantizar la estabilidad de un Gobierno que no dependería de la derecha.