Pamplona - La negociación del nuevo Gobierno de Navarra entra en su fase decisiva. Tras la constitución de los ayuntamientos y la conformación de la Mesa del Parlamento llega el momento de hablar del programa. El rumbo de la acción institucional para los próximos cuatro años, así como de la composición del propio Ejecutivo foral. Una negociación que se retoma a partir de la próxima semana. Un reto que se asoma más complicado que la elección de un alcalde o el reparto de puestos en el órgano gestor del Legislativo, pero que los cuatro partidos que van a entablar las conversaciones -PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra- afrontan con relativo optimismo.

Se ha salvado el pleno del miércoles, que por momentos tuvo rotas las conversaciones. Y se ha asumido la presencia de EH Bildu en el juego de mayorías. Un paso que el PSN se negaba a dar, atado por las líneas rojas fijadas por la dirección del PSOE, pero que finalmente encaró tras las llamadas y mensajes cruzados con Ferraz. Hubo luz verde desde Madrid, así que todo parece más fácil a partir de ahora si no media un nuevo cambio de criterio.

Algo que cada vez parece menos probable una vez asumido el desgaste político que ha podido suponer el acuerdo con Geroa Bai para la Mesa del Parlamento. Si es que ha tenido un desgaste. “En España no hay ninguna fuerza política ilegalizada”, defendió ayer la portavoz del Gobierno de España, Isabel Celaá, que argumentó que “el PSN ha cumplido estrictamente con su palabra” de no pactar con Na+ ni con EH Bildu.

Los socialistas parecen haber asumido con tranquilidad la virulenta respuesta de la derecha política y mediática. Los diarios El Mundo, ABC o La Razón abrían ayer sus ediciones con duros ataques al PSOE, que replicaron también los principales líderes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, que han aprovechado la ocasión para subrayar que no facilitarán la investidura de Pedro Sánchez porque “pacta con Bildu”. Un escenario que deja al candidato socialista necesitado del apoyo de PNV y Podemos para su investidura, y a los dos escaños de UPN en Madrid sin capacidad de presión política.

Ronda de contactos En cualquier caso, el proceso negociador en Navarra está todavía en una fase incipiente. Las desconfianzas generadas con la constitución de los ayuntamientos, y las tensas negociaciones para la conformación de la Mesa han llevado a los partidos a tomarse un pequeño respiro. También para dar paso a un análisis interno de los pasos dados hasta ahora y del camino a seguir en adelante. Ayer por ejemplo hubo asambleas en Geroa Bai y en Podemos. Y aunque los contactos se mantienen, todo se enfoca ya hacia lo que pueda ocurrir a partir de la próxima semana.

El martes tendrá lugar la primera reunión de la Mesa y Junta de Portavoces del nuevo Parlamento de Navarra. Se constituirán los grupos, se repartirán los despachos y se asignarán los escaños de cada parlamentario. Entre el miércoles y el viernes el nuevo presidente del Parlamento, Unai Hualde, citará a los portavoces de los partidos para analizar las posibles mayorías en la búsqueda de una candidatura a la investidura. Si, como parece más probable, no hay acuerdo antes del 1 de julio, será necesaria una segunda ronda de contactos ya después de las fiestas de San Fermín.

Antes en cualquier caso habrá que iniciar las negociaciones. María Chivite tiene previsto citar la próxima semana a los responsables de Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra para iniciar conversaciones en torno al programa de Gobierno. “Más que un acuerdo programático queremos negociar un programa de Gobierno”, apuntó Ramón Alzórriz, a la agencia Efe. El secretario de Organización del PSN volvió a defender ayer “un futuro de convivencia” y “sin concesiones identitarias”, y reiteró que la apuesta de su partido va a ser en “defensa del estatus de Navarra y de derechos sociales”.

También Geroa Bai abogó por comenzar a negociar cuanto antes, partidario de buscar la “estabilidad” para evitar que el Gobierno en funciones se prolongue más tiempo del necesario. Mientras que Podemos e I-E tienen ya preparadas sus propuestas programáticas para la negociación sobre el borrador de trabajo que los socialistas se han comprometido a elaborar como punto de partida.

Sin embargo, el escollo principal sigue todavía en mitad del camino. EH Bildu volverá a quedar fuera de las negociaciones pese a que la abstención de sus parlamentarios es imprescindible para facilitar la investidura de Chivite. “Si alguien pretende configurar una mayoría alternativa a la derecha tendrá que hablar con nosotros”, reiteró ayer su portavoz, Bakartxo Ruiz, que criticó la actitud de “cerrazón” que mantienen los socialistas navarros. “A medida que vaya avanzando la conformación de un acuerdo programático, lo que esperamos es que nos llamen”, confió la parlamentaria de la formación abertzale.

Hualde se instala en su despacho

Julio, hábil. El recién elegido presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, de Geroa Bai, se instaló ayer en el que será su despacho los próximos cuatro años. Hualde, que ya fue vicepresidente la pasada legislatura, saludó a los trabajadores del Legislativo y ofreció entrevistas a algunos medios de comunicación. Tras firmar varios documentos de aceptación de cargo y comunicación a las autoridades, entre ellas al rey, de su nombramiento, Hualde dedicó la jornada a organizar la agenda y gestionar las primeras acciones como presidente en el cargo. Entre ellas, la convocatoria de la primera Mesa y Junta de Portavoces para el próximo martes, que servirá para constituir los grupos parlamentarios y comenzar con la actividad ordinaria, y dar paso a la ronda de consultas con los partidos. De momento, se ha habilitado el mes de julio para el posible pleno de investidura. - I.F.