pamplona - Confiesa que no suele venir mucho por Navarra. Una de las últimas veces fue en 2014, cuando visitó el Parque de la Memoria de Sartaguda durante las primarias a la secretaría general del PSOE a las que concurrió, y de las que salió ganador un tal Pedro Sánchez. José Antonio Pérez Tapias (3-6-1955, Sevilla), exdiputado por Granada y defensor de la corriente más roja, federalista y plurinacional, volvió a pasar por Pamplona la semana pasada. Dejó la militancia en 2018 y ahora ve la política desde otra perspectiva, a otro ritmo: desde su cátedra de Filosofía de la Universidad de Granada -de cuya facultad es decano-, y desde los libros que publica. Pero no se resiste a opinar sobre lo que ha pasado estos últimos días en Navarra: en 2007, vio desde dentro los efectos que tuvo el agostazo para la militancia socialista. Doce años después, cree que el PSN tiene ante sí la posibilidad de transitar una vía netamente de izquierdas, desacomplejada, que incluso puede servir de ejemplo a Sánchez.

El PSN ha acordado con Geroa Bai, Podemos e I-E conformar una Mesa del Parlamento y explorar un posible Gobierno de Navarra. ¿Cómo lo ve?

-Lo que ha pasado en Navarra es crucial para España en su conjunto, lo veo como el camino deseable, el más fructífero. Frente a coaliciones negativas sin elementos programáticos, aquí puede salir todo lo contrario: un pacto con un denominador común integrador, que puede servir de acicate, no diré de modelo, pero sí de estímulo para lo que cabe hacer respecto a otras situaciones en el Estado. Me resulta prometedor, un pacto por la izquierda con un PSN aglutinador. Por otra parte, obligaría a que el PSOE perdiera el miedo a contar con otras izquierdas, con partidos nacionalistas, e incluso con la abstención o el voto de EH Bildu, que es un partido con planteamientos independentistas, pero legal y legítimamente establecido.

¿Cree que a la larga será inevitable tener que levantar el veto a EH Bildu?

-Sí, levantar ese veto es abrir posibilidades a unos cauces de diálogo que son del todo imprescindibles.

Javier Esparza (Navarra Suma) quiere explotar la baza de EH Bildu al máximo para que Ferraz intervenga.

-Es la réplica del discurso de extrema derecha de Pablo Casado, que pacta con Vox, lo que no sólo supone una contaminación fascista. Creo que ese discurso calumnioso e injusto hay que desactivarlo con argumentos. Con ETA hubo un proceso de paz, y ETA ya no existe. Desde ese punto de vista, las derechas tienen poca visión de Estado, con un españolismo enfático que hace flaco favor al propio Estado español, porque esas posiciones tan duras e intransigentes impiden políticas de integración. Y alguna vez cabe albergar la esperanza de que se den cuenta de que por esa vía ponen en peligro el Estado que dicen defender. Yo creo que no hay que tener miedo, es más, hay que hacer frente a esa crítica injusta, impertinente y calumniosa de la derecha.

Usted conoce bien Ferraz. Ha sido miembro del Comité Federal. ¿Cree que Ferraz va a parar el intento del PSN?

-Yo desearía que Sánchez, como candidato a la presidencia, tuviese la audacia política de hacer un pacto por la izquierda, con generosidad y buen criterio, para reunir todos estos factores que a otra escala hemos mencionado en Navarra. Un pacto por la izquierda, que no tenga miedo a recibir apoyos nacionalistas. Con el PNV no hay problema. Pero, si llega el caso, también con ERC. No hay que tener miedo a eso. Ahora, para eso el PSOE tiene que ir avanzando en una reforma constitucional en serio, más allá de ajustes de tecnología jurídica. Tiene que hacer una propuesta federalista creíble, plurinacional, que no puede quedarse en el reconocimiento de singularidades culturales.

¿Cree que van a estar condicionadas las investiduras de Chivite y de Sánchez?

-Las derechas han intentado condicionarlo de manera muy explícita. Pero Sánchez debe aprovechar, si aquí se logra un gobierno de izquierdas, para impulsar su propia investidura. Tiene que salir de esos condicionantes de UPN, que son un lastre sin fiabilidad alguna porque no se trata sólo de ser investido, sino de gobernar. Y ahí no estaría UPN. Puede ser un camino más transitable el de un gobierno de cooperación, cuando se despeje qué quiere decir esto, si se quiere mirar en el recorrido de los cuatro años de una legislatura que va a ser complicada en el ámbito del Estado, la economía y la propia Unión Europea, donde para moverse se necesita un Gobierno con estabilidad suficiente.

¿Cree que el PSN va a aguantar la presión teniendo en cuenta que van a ser días cruciales?

-Me acuerdo de María Chivite en el Comité Federal, tampoco he tenido más trato. Pero todos recordamos, y más los compañeros y las compañeras del PSN, lo que supuso la renuncia a poder formar un gobierno de izquierdas en Navarra hace años. Al PSN le pasó una factura muy grave que todavía no ha superado del todo. Y ahora es el momento. Pero más allá de un cálculo electoralista de este tipo, creo que hay buenas razones para que aquí Chivite apueste por lograr ese gobierno. Ya se ha solucionado de manera airosa el tema de la presidencia del Parlamento, y hay una vía que se abre y hay que aprovechar al máximo. En vez de considerar eso un problema para lograr la investidura y un Gobierno para España hay que considerarlo al revés, como un impulso. Y no vernos atrapados, las izquierdas en general, en un discurso amenazante, calumnioso y falso que hace la derecha, que no nos conduce a ninguna parte.

Europa desalmada. Publicado el mes pasado en Lengua de Trapo (126 páginas, 15 €). Pérez Tapias hace una radiografía de una Europa que vive en una “autonegación”, que se ha despojado de sus valores fundacionales para quedarse con lo único que le une: el euro. “El brexit plantea un agotamiento, miro a los problemas de frente -el auge del fascismo, la crisis de los refugiados, las políticas neoliberales- y veo qué se puede hacer”, explica.